Asistimos al funeral de Harry Antonio Villegas Tamayo más conocido con el alias de «Pombo» en la guerrilla del Che Guevara en Bolivia. En medio de una gran consternación por parte del Buró Político del Partido Comunista Cubano y de su Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba Raúl Castro e igualmente fraternal camarada del […]
Asistimos al funeral de Harry Antonio Villegas Tamayo más conocido con el alias de «Pombo» en la guerrilla del Che Guevara en Bolivia. En medio de una gran consternación por parte del Buró Político del Partido Comunista Cubano y de su Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba Raúl Castro e igualmente fraternal camarada del fallecido comandante y jefe Fidel Castro.
Después de ser cremado -según su última voluntad- la urna con sus cenizas fue expuesta en capilla ardiente en el Panteón de Veteranos de la Necrópolis de Colón (Habana) para posteriormente y, tras rendirle honores militares, ser enterrado en el Panteón de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Una conmovedora ceremonia militar lo despidió con honores de héroe nacional. El general de reserva Harry Antonio Villegas Tamayo (Pombo) falleció inesperadamente víctima de un fallo multiorgánico a los 79 años de edad y en vísperas de cumplirse los 61 años de revolución.
Nacido en Yara (Sierra Maestra) en el seno de una humilde familia campesina, desde muy temprana edad manifestó sus inclinaciones revolucionarias participando en las huelgas estudiantiles en contra de la dictadura de Fulgencio Batista. A finales de 1957 se suma con tan solo 14 años a los alzados en la Sierra Maestra a órdenes del comandante Ernesto Che Guevara con el que ejecuta importantes golpes contra el ejército enemigo. Se distinguió por su alto grado de entrega y valentía lo que le valió ser elegido por el Che para formar parte de la Columna Invasora Número 8 Ciro Redondo con la que intervino en una serie de acciones como los de Banao, Fomento, Cabaiguán, Placetas, Remedios y Caibairién e igualmente la heroica batalla de Santa Clara.
En su curriculum internacionalista se destaca el haber sido seleccionado por el Che Guevara para acompañarlo en la campaña del Congo y Bolivia. En este país andino como miembro del ELN (Ejército de Liberación Nacional) se destacó por su enorme coraje y tenacidad pues enfrentó sin amilanarse a los Rangers del ejército boliviano entrenados por los Boinas Verdes norteamericanos con el asesoramiento de la CIA. Esos guerrilleros sin miedo a la muerte se batían cual superhombres ante fuerzas muy superiores sin que les temblara el pulso. Estaban decididos a asumir esa misión suicida por las características desfavorables que tuvieron que afrontar. El prometido apoyo de los camaradas del PCB (Partido Comunista Boliviano) fue bastante exiguo ya que no reclutaron los voluntarios suficientes para configurar un ejército rebelde poderoso e invencible. Incluso el propio líder del PCB (Partido Comunista Boliviano) Monje le reclamó al comandante Che Guevara que les transfiriera el mando pues no obedecían las ordenes de un argentino. Al no aceptarlo se perdió un aliado clave. «Pues cuando el pueblo sepa que la guerrilla está dirigida por un extranjero todo el mundo le dará la espalda» «ustedes morirán heroicamente pues no hay posibilidades de triunfo» -Esa fue la sentencia de Monje. Ellos habían decidido prender la mecha de la insurrección en pleno corazón del continente americano. Pero el hambre, la sed y las enfermedades fueron diezmando a los 53 guerrilleros que integraban la columna del Che. De nada valieron las promesas de Fidel Castro de mandar refuerzos para auxiliarlos pues la suerte ya estaba echada. Los Rangers los tenían cercados a base bombardeos aéreos con napalm y la guerrilla solo le quedaba esconderse entre la manigua para capear el temporal de fuego y metralla. Ahora sí que Bolivia verdaderamente se había convertido en otro Vietnam tal y como lo profetizara el Che.
Quizás el máximo error que cometieron los guerrilleros fue dividirse en dos grupos decisión que los conduciría a una irreversible derrota. El ejército boliviano movilizó a 4.800 efectivos a órdenes de los yanquis que contaban con sofisticado armamento y tecnología punta para esa época. Los EEUU se aprestaba a asestar un golpe definitivo al «peligroso comunista» Che Guevara que consideraban el principal obstáculo para sus planes expansionistas en América Latina. Pombo confesó que en el momento más álgido en el combate en la quebrada del Yuro el Che decide que los enfermos debían escapar del cerco tendido por los Rangers mientras los más fuertes les enfrentaban cara a cara. El Che combatió hasta el último cartucho, pero ya muy débil y desmoralizado se entregó. Fue capturado junto a su compañero Willy y trasladado a la Higuera donde sería ejecutado a sangre fría por órdenes del presidente Barrientos. «De este modo se cumplió al pie de la letra su lema de «¡Patria o Muerte! Pombo y Urbano ocultos tras una piedra milagrosamente resistieron impasibles la carga de fusilería y los soldados para rendirlos les lanzaron una granada de fragmentación que al levantar una gran polvareda aprovechan para evadirse. Entonces logran romper el cerco y escapan con unos cuantos camaradas con dirección a la selva y luego al altiplano. Tras largas semanas caminando cientos de kilómetros perseguidos por el ejército boliviano que les pisaban los talones logran llegar el pueblo de Camiña en la frontera chilena. Pombo, Benigno y Urbano junto a los camaradas bolivianos Inti, Darío y Ñato se entregan a las autoridades chilenas. Desde Chile contando con la complicidad del senador Salvador Allende regresan sanos y salvos a Cuba. Todo había terminado pues pronto se dieron cuenta que a pesar de sus deseos de reorganizar la guerrilla para vengar al comandante Che Guevara y hacer realidad la consigna de José Martí de «conquistar toda la justicia social posible». Tan solo pronunciaron simbólicamente un juramento que quedará para la posteridad: «Tus ideas no han muerto, los que combatimos a tu lado, juramos continuar la lucha hasta la muerte o la victoria final. Tus banderas que son las nuestras, no serán arriadas jamás. ¡Victoria o Muerte!»
En los años siguientes Pombo fue nombrado asesor militar de la misión internacionalista cubana en Angola y Nicaragua. Su foja de vida es un ejemplo de disciplina y firmeza revolucionaria pues en su carrera ascendió de soldado raso hasta general de brigada. Ocupó importantes responsabilidades dentro de las FAR entre las que cabe destacar la de Jefe de Regimiento de la División de Tanques, jefe de la Brigada de la Frontera primera trinchera antimperialista (base de Guantánamo) jefe de la Sección Política del Ejercito Occidental.
Se le considera además uno de los fundadores del Partido Comunista de Cuba, fue elegido diputado de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y vicepresidente de la Asociación de Combatientes de la Revolución Cubana. Por su inmenso amor a Cuba y su revolución se hizo merecedor a innumerables condecoraciones del Consejo de Estado y el Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias como a título honorifico la de Héroe de la República de Cuba, la orden Ernesto Che Guevara de primer grado, Camilo Cienfuegos, y la Orden Antonio Maceo, la Orden por el servicio a la Patria en las FAR y las medallas conmemorativas de 20, 30, 40, 50 y 60 años de la Revolución.
Será recordado eternamente al ocupar voluntariamente la primera línea de fuego con total desaprecio por su vida. Por su inmensa capacidad de sacrificio el comandante Che Guevara lo eligió como uno de sus soldados favoritos para integrar el núcleo duro en sus campañas guerrilleras.
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