Una palestina de 55 años murió en Naplusa, tras estar 12 días consecutivos en ayuno en solidaridad con los presos palestinos en huelga de hambre. La fallecida era madre de un preso. Por otra parte, un palestino fue asesinado ayer por tropas israelíes estacionadas en Beit Hanún, en la franja de Gaza. En añadidura, una […]
Una palestina de 55 años murió en Naplusa, tras estar 12 días consecutivos en ayuno en solidaridad con los presos palestinos en huelga de hambre. La fallecida era madre de un preso.
Por otra parte, un palestino fue asesinado ayer por tropas israelíes estacionadas en Beit Hanún, en la franja de Gaza. En añadidura, una niña de nueve años fue herida de consideración en un nuevo ataque aéreo israelí en Jenín, que tenía como objetivo a las «Brigadas de los Mártires de Al-Aksa».
Además, soldados israelíes mataron el martes, a dos palestinos, un muchacho de 14 años y un supuesto militante, en el sur de Gaza, y también apresaron a un suicida antes de que activase una carga explosiva que portaba cosida a la ropa interior, en el paso fronterizo de Erez.
Asimismo, en sus habituales redadas nocturnas en Cisjordania, el Ejército israelí arrestó a 38 palestinos, 24 de ellos en hebrón, 7 en Belén, y otros 7 en la localidad de Abu Dis, donde reside el primer ministro palestino, Ahmed Qurea (Abu Alá).
Una portavoz de las Fuerzas Armadas israelíes informó de que el suicida, que estaba entre un grupo de trabajadores palestinos que debían de atravesar ese control al norte de la franja de Gaza para entrar a territorio israelí. Según el portavoz de las Fuerzas Armadas de Israel, despertó sospechas pues sus documentos de identidad eran falsos, y un soldado advirtió el disparador de los explosivos entre su ropa.
De momento no ha sido difundida la identidad del hombre, que fue aislado de los trabajadores y de los soldados de guardia en el puesto, ni a qué facción de la resistencia pertenece. Horas antes, en el campo de refugiados de Rafah, soldados israelíes que se disponían a derribar esta madrugada una casa deshabitada desde la cual eran atacados por la resistencia palestina con fuego de ametralladoras y morteros, según fuentes militares, mataron a un menor que, dijeron, se hallaba a cincuenta metros de su excavadora.
El otro palestino, de 34 años, era un miembro de la resistencia que fue sorprendido cuando iba a introducirse en un invernadero abandonado del asentamiento judío Morag, al sur de Gaza. Según fuentes militares, soldados que protegen el asentamiento le aguardaban cuando, por información de los servicios secretos (Shin Bet), sabían que llegaría a buscar una bomba para lanzar un ataque.
La aparente intensificación de las hostilidades coincide con un debilitamiento de la huelga de hambre de los prisioneros palestinos en cárceles de Israel, que entró hoy en su decimoséptimo día. Unos 700 reclusos de la prisión Guilboa abandonaron la protesta y actualmente secundan la huelga de hambre unos 1.500 de un total de 3.800, informó esta mañana el Servicio de Prisiones (SPI)