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Fórmula 1 en Valencia, ejemplo de irresponsabilidad ambiental

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El pasado fin de semana se celebró en Valencia el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en Valencia y desde Globalízate queremos hacer constar el tremendo derroche energético de la prueba, las emisiones de CO2 de los monoplazas, las molestias por el ruido y la irresponsabilidad ambiental de los dirigentes políticos que firman acuerdos, […]

El pasado fin de semana se celebró en Valencia el Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en Valencia y desde Globalízate queremos hacer constar el tremendo derroche energético de la prueba, las emisiones de CO2 de los monoplazas, las molestias por el ruido y la irresponsabilidad ambiental de los dirigentes políticos que firman acuerdos, a costa del dinero público, para que el evento se siga celebrando durante los próximos años.

Aproximadamente un vehículo de Fórmula-1 emite a la atmósfera más de 1,5 kg. de dióxido de carbono por kilómetro recorrido (>1.500 g/km. de CO2). El pasado domingo un vehículo que completo la carrera realizó 309 Km. Por tanto, se emitieron, 463.500 g/Vehículo o lo que es lo mismo, 463,5 Kilogramos de dióxido de carbono. Como fueron 18 vehículos los que terminaron la carrera, se emitieron aproximadamente 8343 kilogramos de dióxido de carbono (8, 3 Toneladas de CO2). Y esto sin tener en cuenta otras emisiones indirectas (transporte de personal, vehículos, alimentos y logística). Para absorber esa cantidad de CO2 sería necesario plantar 1240 árboles o 2,4 hectáreas de árboles. Sin duda, un gran favor al calentamiento global.

Para el asombro de propios y extraños, el señor Camps, presidente de la Generalitat Valenciana, ha llegado a un acuerdo para que se siga celebrando la carrera al menos cinco años más. Todo un despropósito. La irresponsabilidad política en este caso es más que evidente, si tenemos en cuenta que el informe Impactos en la costa española por el efecto del cambio climático encargado por el Ministerio de Medio Ambiente a expertos de la Universidad de Cantabria. Según este informe la Albufera de Valencia, Doñana, la Costa Brava y la Manga del Mar Menor son las zonas más amenazadas por la subida del nivel del mar para mediados de siglo. Medio Ambiente recomendó a los ayuntamientos alejar ya las construcciones en marcha junto a la costa. El nivel del mar sube a un ritmo de 2,5 milímetros al año.

Dicho de otra forma, Francisco Camps será responsable directo de las consecuencias del calentamiento global en la comunidad valenciana por su apuesta insostenible e irresponsable. Parece que el dirigente político quiere cambiar el modelo de sol y playa por el de asfalto y gasolina. Desde Globalízate hacemos un llamamiento a los hosteleros y ciudadanos de Valencia para que reconsideren su apoyo a este modelo económico que da ganancias en el presente, pero hipoteca el futuro. En muchos otros países se desarrolla el sector turístico de manera más sensata y sostenible.