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Fuerza ciudadana, el poder de la indignación

Fuentes: Rebelión

En estos días ha saltado a la palestra política un Manifiesto llamado una «Ilusión compartida» que tiene como primeros firmantes una grupo de famosos artistas y algunos intelectuales de izquierda. El lunes 27 el diario Público, que ejerce de padrino de la iniciativa, explica las coincidencias que tiene los firmantes con Gaspar Llamazares. «La propuesta […]


En estos días ha saltado a la palestra política un Manifiesto llamado una «Ilusión compartida» que tiene como primeros firmantes una grupo de famosos artistas y algunos intelectuales de izquierda.

El lunes 27 el diario Público, que ejerce de padrino de la iniciativa, explica las coincidencias que tiene los firmantes con Gaspar Llamazares.

«La propuesta del llamamiento corre paralelo con el planteamiento de·«frentes amplios» de la izquierda defendido por el portavoz de IU en el Congreso, Gaspar Llamazares, y que de momento ha sido aparcado por la dirección federal de Cayo Lara, cuya prioridad es·articular una «convocatoria social» para la elaboración del programa de las próximas elecciones generales

Ilusión Compartida reivindica también los movimientos sociales como el 15M para concluir que la «la energía del tejido social puede colaborar en la que confluyan las distintas sensibilidades de izquierda» con el objetivo de «transformar el envejecido mapa electoral bipartidista».

Más claro echarle agua. Se trata de constituir una nueva formación política que se alimente con parte de los votos de Izquierda Unida, llegue acuerdo con Equo y vaya tras el millón y medio de votos que perdió el PSOE.

Al parecer hay mucha prisa en determinados sectores de la izquierda para colocarse en el punto de partida ante las eminentes elecciones generales. Dicen en los «mentideros» políticos que ya tienen elegido el candidato ¿el Juez Garzón? ¿ Almudena Grandes?

¿Y que proponen Ilusión Compartida al gran movimiento de protesta ciudadana de los indignados nacido el 15M?

Pues, que nos apoyen, parecen decir. No les queda otra. El asambleismo que practican es inconducente afirman, en el mismo diario algunos de los firmantes.

El problema, claro está, es que el Movimiento 15M y Democracia Real Ya no están para alternativas como estas, que seguramente terminarán una vez más con una izquierda dividida.

Los «indignados» recientemente han reiterado que no desean convertirse en un nuevo partido político y han atacado directamente a la «clase» política como co-responsables de la crisis por su incapacidad de enfrentar a los mercados.

Hay otro factor no menos importante que olvida Ilusión Compartida. Los indignados del 15M, en menos de un mes, han sido capaces de auto-organizarse estableciendo una extraordinaria red en España y otros países de Europa .

Tienen, a lo menos, una fuerte organización de base en más de 😯 ciudades Españolas, tienen cientos de asambleas de barrios, cientos de páginas Web y Blogs funcionando, tres canales de TV por Internet, miles de perfiles en Facebook y Twitter, centenas de diseños gráficos hechos por colaboradores y sobretodo eficientes redes privadas (como N-1) para comunicarse y consensuar opiniones con rapidez.

Auque parezca increíble todo lo han logrado con la colaboración desinteresada de quienes se han comprometido con el alma y el cuerpo en una lucha por una regeneración democrática. Un cambio profundo que de al traste con las malsanas prácticas políticas heredadas de una transición pactada con el Franquismo de partidos subvencionados por Bancos y el Estado.

Estamos ante una generación de españoles que ha perdido el miedo en el cuerpo que todavía tienen muchos que sufrieron en sus carnes el fascismo.

Una generación que ve con indignación como se hunde el estado de bienestar de manos de quienes se dicen de «izquierda y socialistas».

¿Que ofrece a esta extraordinaria expresión de organización y rebelión popular los firmantes de una Ilusión Compartida?

Al parecer por el momento solo sus nombres, justamente famosos.

Muy insuficiente creo yo.

Definitivamente no hay comprensión de la rebeldía de los indignados cuando los firmantes de la «Ilusión compartida » solo ofrecen un horizonte electoral de corto plazo.

Ni siquiera hay propuesta de un programa mínimos que recoja las demandas de una nueva democracia.

La «Ilusión compartida» suena precisamente a los que los «indignados» denuncian como malas practicas políticas.

Olvidan entre otras cosas que » los indignados» tiene nada menos que la simpatía de la mayoría de la población.

Otro es el camino a mi entender.

De inmediato, levantar la solidaridad con el pueblo Griego y a continuación articular todas las fuerzas posibles para una Huelga General alrededor del 15 de Octubre.

Se trata de ir creando las condiciones para que a mediano plazo podamos llamar a una Asamblea Constituyente.

Esta será única forma que nos permita dar paso a una Democracia Participativa donde todos los grandes asuntos sean sometidos a referéndums populares evitando de está manera que los partidos políticos tradicionales burlen el sentir de la ciudadanía. Islandia es el ejemplo a seguir

Sin embargo no se trata de eludir los calendarios electorales más bien se trata de utilizarlos para crear las condiciones del cambio democrático imprescindible para salir de la horca de hierro actual.

¿Cómo?

En primer lugar conversando con los indignados y su organización llegando a un acuerdo tejido desde la base misma en un proceso auténticamente democrático. Nada de acuerdos de pequeños comités.

En segundo lugar debemos usar las elecciones no para elegir unos cuanto s diputados más , que no contarán nada cuando quienes deciden son los mercados.

Debemos usar las elecciones para hacer cambiar radicalmente el actual sistema político que tal como lo dicen los indignados » lo llaman democracia y no lo es».

¿Que hacer ante la emergencia de las elecciones? Responder de la manera más creativa posible y siempre de acuerdo con los «indignados».

Solo a modo de ejemplo, llamar a formar un partido instrumental que tenga voceros rotatorios, que los diputados también sean rotatorios y con esto digo que estén en el cargo solo meses, de tal manera que no se instalen en la «clase política profesional». Estos diputados deberían estar obligados a dar cuenta periódicamente de su desempeño en asambleas de base.

Sin embargo, esta propuesta es solo una idea primaria para iniciar una discusión. Lo central no son las elecciones sino como participar en el escenario electoral para formar poder ciudadano desde la base.

Como bien dicen algunos amigos, en España la salida de la crisis es una Revolución Ciudadana que devuelva la soberanía al pueblo hoy en manos de los mercados financieros y de unos políticos subordinados a los dictados del capital.

No olvidemos la tarea del momento. Con la fuerza de la indignación, crear Poder Ciudadano.

Luis Emilio Pizocaro, periodista miembro de Socialismo 21

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.