Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
La política del doble ataque aéreo utilizada para matar al personal paramédico y a civiles desborda salvajismo y barbarie.
Comunicado de prensa:
La Red Siria por los Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en inglés) revela en su informe publicado hoy [27 marzo 2020] que las fuerzas rusas cometieron una masacre de desplazados internos en la ciudad de Ma’aret Misreen, en la región de Idlib, antes de que se anunciara un acuerdo de alto el fuego, subrayando que la política del doble ataque para matar paramédicos y civiles indica salvajismo y barbarie.
El informe, con un contenido de 14 páginas, señala que la estrategia del régimen sirio y su aliado ruso en Siria se basa en la celebración de acuerdos para establecer las fronteras de las zonas en las que ya han tomado el control a fin de prepararse para atacar nuevas áreas, señalando que es ilusorio confiar en que Rusia y el régimen sirio puedan comprometerse sinceramente a respetar cualquier acuerdo local, regional o internacional tras el flujo constante de violaciones que han cometido, algunas de los cuales equivalen a crímenes contra la humanidad. El informe agrega que a partir del 26 de abril de 2019 la región de Idlib, en el noroeste de Siria, ha experimentado una escalada militar por parte de las fuerzas de la alianza sirio-rusa con cinco acuerdos de alto el fuego. El informe señala también que la franja de tierra de la que el régimen sirio tomó el control entre el primer acuerdo y el último acuerdo se ha ido expandiendo, con cientos de miles de civiles desplazados, decenas de miles de hogares destruidos y su contenido saqueado en gran parte por las fuerzas del régimen sirio y las milicias iraníes tras apoderarse de dicho territorio.
Este informe incluye un registro documental del doble ataque aéreo lanzado por aviones de combate de ala fija, de origen ruso, sobre una granja avícola que alberga a desplazados internos en la ciudad de Ma’aret Misreen en los suburbios del norte de Idlib, y describe el registro de las masacres cometidas por las fuerzas de la alianza sirio-rusa desde el 26 de abril de 2019 hasta el 27 de marzo de 2020.
El informe revela que 387 civiles, incluidos 104 niños y 62 mujeres fueron asesinados y que se perpetraron 15 masacres, todo ello a manos de las fuerzas de la alianza sirio-rusa en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, entre el 12 de enero de 2020 y el 27 de marzo de 2020. Las fuerzas del régimen sirio mataron a 174 civiles, incluidos 40 niños, 18 mujeres, en cuatro masacres, mientras que las fuerzas rusas mataron a 213 civiles, incluidos 64 niños, 44 mujeres, en 11 masacres.
El informe documenta un bombardeo aéreo en doble ataque realizado por aviones de combate rusos de ala fija el jueves 5 de marzo de 2020 sobre una granja avícola donde vivían desplazados internos de los suburbios de Idlib y Alepo. La granja avícola se encuentra en las afueras del oeste de la ciudad de Ma’aret Misreen. Como dice el informe, el ataque causó la muerte de 15 civiles, incluidos dos niños y siete mujeres, e hirió a otros 19. El informe señala que esta masacre se perpetró en el momento en que se estaban celebrando las conversaciones entre los presidentes turco y ruso que concluyeron con un acuerdo de alto el fuego, lo que indica el deseo de matar a tantas personas como fuera posible antes del comienzo de dicho alto el fuego.
El informe señala que la masacre de Ma’aret Misreen es simplemente una más en la larga y violenta serie de masacres cometidas por las fuerzas de la alianza sirio-rusa, haciendo uso del doble ataque aéreo para matar al personal paramédico y de la defensa civil e infligir el mayor número posible de víctimas civiles, una táctica que una vez más indica la mentalidad brutal del régimen sirio y de sus aliados y subraya el hecho de que no están dispuestos a poner fin a su comportamiento criminal y mafioso.
El informe documenta que las fuerzas de la alianza sirio-rusa cometieron 77 masacres en la región de Idlib, en el noroeste de Siria, entre el 26 de abril de 2019 y el 27 de marzo de 2020. Las fuerzas del régimen sirio cometieron 48 masacres, mientras que las fuerzas rusas cometieron 29 masacres, señalando que 15 de ellas tuvieron lugar una vez que el acuerdo de alto el fuego entró en vigor a las 00:00 del 12 de enero de 2020 hasta el 27 de marzo de 2020.
El informe revela además que las 77 masacres causaron la muerte de 647 civiles, incluidos 224 niños y 134 mujeres. Esto significa que el 56% por ciento de todas las víctimas eran mujeres y niños, una proporción muy alta entre las víctimas y un claro indicio de que los residentes civiles fueron específicamente atacados en la mayoría de estas masacres.
Como señala el informe, el régimen sirio lleva cometiendo crímenes atroces y violaciones contra los civiles sirios desde hace más de nueve años. Tampoco ha respondido sistemáticamente a ninguna de las demandas de la Comisión Internacional de Investigación sobre la República Árabe Siria, ni a las de la Alta Comisión de Derechos Humanos, ni siquiera a las resoluciones del Consejo de Seguridad. El Consejo de Seguridad, que se suponía debía adoptar medidas colectivas de conformidad con los artículos 41 y 42 de la Carta de las Naciones Unidas, fracasó asimismo debido a la inmunidad otorgada al régimen sirio por Rusia, que ha utilizado habitualmente su veto a pesar de que el régimen sirio no cumplió con su responsabilidad de proteger a los civiles y de cometer las violaciones más atroces contra ellos, alcanzando el nivel de crímenes contra la humanidad y el exterminio dentro de los centros de detención mediante la tortura.
Además, según el informe, el tipo de “situaciones que sacuden la conciencia” que la ONU debe impedir son las que se han producido exactamente en Siria a una escala abrumadora, no solo en forma de masacre o violación, sino a una escala industrial: continuos asesinatos y torturas, violencia sexual, desapariciones forzadas, uso de armas químicas y bombas de barril y asedio a civiles. En este contexto, el informe cita un informe emitido en diciembre de 2001 por la Comisión Internacional de Intervención y Soberanía de los Estados, que destacó que: “El Consejo de Seguridad debe tener en cuenta en todas sus deliberaciones que, si no cumple con su responsabilidad de proteger en situaciones que sacuden la conciencia y que claman para que se actúe frente a ellas, los Estados en cuestión no deberán descartar otros medios para hacer frente a la gravedad y urgencia de esa situación”.
El informe subraya que las fuerzas sirias y rusas han violado varias reglas del derecho internacional humanitario, sobre todo al no discriminar entre civiles y combatientes, y entre objetivos civiles y militares, bombardeando hospitales, escuelas, centros y vecindarios civiles, llegando a constituir estas violaciones crímenes de guerra.
El informe señala además que el desplazamiento o el desplazamiento forzado es un crimen de guerra en conflictos armados no internacionales cuando se comete como parte de un ataque deliberado o generalizado contra la población civil, y también puede considerarse crimen de lesa humanidad.
El informe hace además un llamamiento al Consejo de Seguridad de la ONU para que apruebe una resolución que estabilice el alto el fuego en Idlib e incluya medidas punitivas para todos los infractores de dicho alto el fuego, que dé traslado de la cuestión siria a la Corte Penal Internacional y se asegure de que todos los involucrados, incluido el régimen ruso, tengan que rendir cuentas al haber estado implicados en crímenes de guerra.
El informe presenta también un conjunto de recomendaciones ante la comunidad internacional, la Asamblea General de las Naciones Unidas, el ACNUDH (Alto Comisionado de la ONU para los Derechos HUmanos) y la Comisión Internacional Independiente de Investigación (CoI), así como a los países donantes y a la OCHA para que garanticen unas condiciones de vida básicas, presten atención a las necesidades y ayuden a brindar atención a los miles de sirios que se encuentran desplazados en los suburbios del noroeste de Idlib en las necesidades básicas más apremiantes, principalmente agua, alimentos, vivienda, ropa y atención médica.
La Red Siria por los Derechos Humanos (SNHR, por sus siglas en inglés), fundada en junio de 2011, es un grupo independiente y no gubernamental que la Oficina del Alto Comisionado por los Derechos Humanos de la ONU considera fuente primordial en todos los informes y análisis relativos a cifras de víctimas en Siria.
Fuente:
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