Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
Tal vez los soldados se dan cuenta de que algo está esencialmente mal al servir en una institución cuyo trabajo es suprimir a cuatro millones de personas.
El consumo de cannabis entre los soldados israelíes (tanto en el ejército como en el servicio nacional) va en aumento. Para 2017, no menos del 54 por ciento de los soldados la estaban consumiendo, según un artículo del diario Yedioth Ahronoth basado en una encuesta de la Autoridad Antidrogas realizada hace unos meses.
¿Cómo debemos interpretar el aumento en el uso de marihuana y hachís entre los soldados? ¿Ha sido más fácil hablar de legalización? ¿Es la política más flexible de aplicación y castigo de los fumadores en el ejército? El artículo de Yedioth no analiza los motivos del aumento en el uso, por lo que debemos confiar en las conjeturas.
El reportero, Amir Shouan, habló con mujeres y hombres soldados en varias unidades y se enteró de que también hay comandantes que se están drogando y comandantes que saben cuáles de sus soldados consumen cannabis. Y hay soldados que ganan un buen dinero usando aplicaciones para vender hachís. Los traficantes de drogas incluso dan descuentos a los soldados.
El uso de la droga no se limita a las hojas en el hogar. «En muchas unidades, algunas de ellas operativas y sensibles, el consumo de cannabis se ha generalizado en las propias bases», escribe Shouan.
La tendencia inmediata es encontrar una explicación positiva para el fenómeno. Los soldados, jóvenes y programados como pueden ser, sienten que lo que están haciendo es malo: irrumpir en los hogares, despertar a los niños en medio de la noche y apuntarles con pistolas, disparar a los presos en la prisión que es Gaza, ya sean manifestantes, pescadores, pastores o granjeros, proteger las demoliciones de las viviendas y cisternas de las personas o quedarse de brazos cruzados obedeciendo órdenes mientras judíos enmascarados atacan a pastores y granjeros palestinos.
Refuerzos de esta especie provienen de un mujer soldado llamada Shira que dijo a Shouan que estaba sufriendo problemas emocionales debido a su servicio, «Y entonces lo único que te consuela es fumar marihuana. El cannabis te ayuda a relajarte, superar el dolor mental y físico y los pensamientos. Y cuando lo haces con otra persona, cuando tienes a alguien que es tu compañero en el crimen, por un momento te olvidas de todos tus problemas».
Yuval, un soldado de combate, explicó por qué los soldados se drogan: «superar la situación de una manera más agradable y divertida. A veces muchas cosas no tienen sentido, órdenes molestas o todo tipo de cosas que tenemos que hacer con las que no estamos de acuerdo. Cuando estás perdido, la encuentras justo a tu lado. Tú dices, bien, genial».
Digresión: En 1938 Bertolt Brecht escribió un poema optimista titulado «General, Your Tank«, «General, el hombre es muy útil / puede volar y puede matar / pero tiene un defecto / puede pensar».
Tal vez los soldados se dan cuenta de que algo está esencialmente mal al servir en una institución cuyo trabajo es reprimir a cuatro millones de personas que se oponen al Gobierno de la junta militar que se les impuso. Tal vez fumar ayuda a ocultar la hipocresía. Los soldados son representados como los defensores del pueblo, mientras ellos saben que su misión es garantizar la paz y la expansión de la empresa de colonias.
La interpretación optimista dice que los soldados experimentan en todo momento la disonancia entre la pretensión de moralidad de Israel y lo que realmente se les exige que hagan. Estar drogado embota gratamente la vergüenza. El mayor uso de cannabis se debe a una mayor sensación de vergüenza.
La interpretación pesimista nos recordará que estamos bien lejos de 1938 y que Brecht estaba equivocado. Los soldados piensan que sus generales tienen razón. Se identifican con su rol y misión, en Israel también. Solo están buscando formas de mejorar su desempeño.
Un tipo de daño emocional atribuido al consumo de cannabis es una mayor agresión. En un ejército como el nuestro, que en todo momento debe señalar a sus súbditos que su lugar correcto y eterno está en la base, la agresión personal no es una falla. Es parte de la descripción del trabajo.
Fuente: https://www.haaretz.com/opinion/.premium-toking-on-the-base-1.6213262