¿Qué es el mundo? ¿Una cantera para explotar sus minerales con beneficio, o un bello y frágil jardín que cuidar y mejorar? En Galicia estamos sumidos en una crisis ecológico-política que pone de manifiesto el desfase existente entre las instituciones políticas » representativas»,que únicamente funcionan como agentes de los grandes poderes económicos, y la población, […]
¿Qué es el mundo? ¿Una cantera para explotar sus minerales con beneficio, o un bello y frágil jardín que cuidar y mejorar?
En Galicia estamos sumidos en una crisis ecológico-política que pone de manifiesto el desfase existente entre las instituciones políticas » representativas»,que únicamente funcionan como agentes de los grandes poderes económicos, y la población, que sufre la depredación del territorio que habita. En nuestro país, treinta años después de la llamada transición, vivimos instalados en el paraíso de la corrupción político-financiera, que provoca un desencanto general y un desprecio por la legalidad vigente que nos convierte en el país de «todo vale» y del » todo se vende». Vivimos hasta ahora en la economía del «pelotazo» que ha propiciado una degradación del territorio sin precedentes.
Se piensa que este país, de naturaleza privilegiada, lo aguanta todo. Pero ya no. De las sucias rías, del inflamable eucaliptal y de las heridas montañas brota un grito de alarma que, por mucho que se empeñen, no podrán callar.
Esta economía basada en la pura especulación es fruto de la connivencia de los poderes públicos con los «emprendedores» de turno, sean los Tojeiros, Joves, Caixas y tutti cuanti que hacen negocio a costa de «poner en valor» nuestro territorio. Según ellos, todos los recursos naturales son reducibles a la mera condición mercantil, todo es mercancía : nuestras rías, nuestros montes, nuestro viento… Todo sirve para alimentar la máquina infernal del capitalismo ,este capitalismo salvaje que necesita expropiar el territorio para seguir acumulando, en un remedo de aquélla acumulación primitiva de la que habló Marx.
Todo este nuevo y supuesto «milagro» económico se hace a cuenta del nuevo «deus ex machina» de la producción a costa de los recursos naturales que son patrimonio de nuestro pueblo. Este nuevo saqueo, a imitación del de las antiguas Indias, no sabe sino producir a partir del expolio de la Tierra, que, como sabían los clásicos, es la única que realmente produce, en la sucesión de sus ciclos naturales.
Frente a todo esto, surgen iniciativas como Galiza Non se Vende, que articula la defensa del territorio gallego como forma de oponerse a este neomodelo de capitalismo delincuente que está siendo impulsado por las nuevas clases depredadoras. Luchando contra la ideología del megavatio, las regasificadoras ,las canteras, las piscifactorías, los AVES, contra esa nueva barbarie del que llaman progreso. El movimiento GNV supone la organización de un pueblo construyendo en compañía un mundo mejor. Contra este estilo de vida derrochador, contra las grandes megainfraestructuras que olvidan que lo pequeño es lo más hermoso.
Luchando contra este sistema basado en el consumismo sin freno y en el individualismo más atroz. Todos juntos ,lo que antes se llamaba pueblo, luchando por una nueva economía moral de la multitud en la que no sea necesario destruir nuestro hogar común para poder vivir. Para vivir en paz con la tierra.
No aspiramos a que este nuevo capitalismo gallego se haga amigo de nuestra tierra, sabemos que eso no es posible, aspiramos a que esa coartada de los «puestos de trabajo» no sirva para seguir arrasando, para que no nos sigan vendiendo sus iniciativas como desarrollo, cuando lo único que les preocupa es el dinero.
Estamos juntos para trabajar por una tierra en que la nueva oligarquía no logre imponer su modelo corrupto, que genera desigualdad y falta de libertad real. Estamos contra esta falsa democracia dirigida por empresarios y políticos que dominan los llamados medios de comunicación e que funcionan como meros intermediarios de los grandes intereses corporativos.
Se nos puede acusar, como antes se acusaba a algún partido del actual gobierno, como «los del no». Pero no, es evocación a Celso Emilio, nosotros somos los del sí ,decimos sí a mejorar la calidad de vida de nuestras gentes. Sí al Courel , sí a la ría de Ferrol, Sí a nuestros montes, sí a Corrubedo, a Laxe Brava. En fin,sí a nuestros ríos limpios, a nuestro paisaje, a nuestras costas, a la tierra madre llena de vida.
Es por eso que tomamos la calle, para que se haga visible el conflicto, para que se vea como se pisotean las leyes del estado de derecho, como domina la arbitrariedad, que el conflicto nos interpele a todos. Para que la ley del mínimo esfuerzo, que es la ley de los cobardes,no se haga popular. En los paises donde prima la ley del silencio ,lo más probable es que prime la injusticia del orden antiguo, o sea el desorden que denunciaba el gran comunista italiano. Acabemos con los que prefieren la injusticia a un nuevo mundo compartido.
Esta año, el Festival de Poesía do Condado se dedica al Movimiento Galiza Non Se Vende y confluye en esa lucha común de compartir nuestras soledades para que desemboquen en esa gran marea de alegría compartida que supone la lucha colectiva. Los verdaderos poetas siempre estuvieron al lado de los que sufren, de los que son explotados, de las gentes del común y en este caso también están con nuestro país. Decía alguien que el fascismo es el desprecio, que toda forma de desprecio prepara e instaura el fascismo. Acabemos ya con el desprecio a nuestra tierra y cantemos todos juntos, poetas todos con el gran Uxío:
Galicia
¿Será mi generación quien te salve?
¿Iré un día del Caurel a Compostela por tierras liberadas?
No ,la fuerza de nuestro amor no puede ser inútil.
Nota: es el manifiesto del Festival de poesía del Condado dedicado a «Galiza non se vende». El texto del incansable colaborador de Espai Marx también sirvió de prólogo a la recopilación de poesía que se edito con tal motivo. La traducción al castellano es del propio autor