www.noblogs.org/»revista futuros» The Broken Hearted. A Line to Gaza: Edimburgo, Escocia, agosto 2014 https://www.youtube.com/watch?v=xw-G815hLWo Un video corto, de unos 6 minutos, nos muestra muchas facetas del actual atropello asesino del estado sionista en la Franja de Gaza. Compendia así una formidable lista de voces e imágenes. Algunas, increíblemente duras, como niños […]
www.noblogs.org/»revista futuros»
The Broken Hearted. A Line to Gaza: Edimburgo, Escocia, agosto 2014
https://www.youtube.com/watch?v=xw-G815hLWo
Un video corto, de unos 6 minutos, nos muestra muchas facetas del actual atropello asesino del estado sionista en la Franja de Gaza.
Compendia así una formidable lista de voces e imágenes. Algunas, increíblemente duras, como niños destrozados por los bombardeos e incluso el testimonio de un funcionario internacional del comité de la ONU para refugiados palestinos. Pero vamos a limitarnos a hilvanar algunas observaciones que enumeramos a partir de lo que el video muestra.
Como en tantos sitios, surgen en Escocia quienes no soportan el odioso comportamiento israelí.
1. La complicidad europea
Ante los manifestantes que reclaman contra las atrocidades israelíes descargadas en los hogares palestinos, la policía dictamina: «(voy a leer) una sección del reglamento sobre el orden público de 1986:
«[…] cuando ustedes desfilen, no habrá menos de 4 ni más de 6 personas a lo ancho, y no deberá haber nadie que vaya en el sentido contrario de la marcha […] si el desfile desborda la calle, entonces se convertirá en una marcha no autorizada.»
Quien ha sido tomado como «encargado» de la marcha recibe la filípica que se traduce en lograr el menor impacto público de quienes repudian los ataques israelíes, algo que con mucha serenidad le franquea al oficial de policía: ‘−queremos lograr el mayor impacto porque nos consta que es el sentir mayoritario y ustedes quieren que lo nuestro pase lo más inadvertido posible’.
2. Análisis de las acciones militares israelíes
Chris Hedges puntualiza: «la decisión de Israel de sembrar la muerte y la destrucción en Gaza no tiene nada que ver con los cohetes Kassam, con el castigo a Hamas, con alcanzar la paz.
«La decisión de Israel de sembrar la muerte y la destrucción en Gaza, de utilizar armas mortales, propias del campo de batalla moderno, contra una población en gran parte civil y sin defensa, es la fase final de una campaña de décadas para limpiar étnicamente a los palestinos.«
3. Transcripción de las posiciones oficiales del Estado de Israel
A. «Creo que es la respuesta adecuada porque nos estamos defendiendo a nosotros mismos […] en momentos de guerra, en momentos de conflicto, tenemos que hacer todo lo necesario para protegernos. […] Si usted quiere hablar de cifras [miles de muertos palestinos por los bombardeos israelíes], podemos volver a la Segunda Guerra Mundial, cuando los británicos atacaron a la población civil en Alemania.»
Danny Danon, ex-viceministro de Defensa del Estado de Israel.
Asombroso el strip-tease, mental y moral del exjerarca. Su solipsismo extremo confirma una vez más el tribualismo racista que sustenta al sionismo: nos estamos defendiendo a nosotros mismos. Afuera de «nosotros» nada hay, nada existe (salvo, claro, escollos): los bombardeos se dedican a despejar escollos. Escollos al plan «perfecto» del sionismo para una sociedad ideal, pura, perfecta. La comparación con la 2GM resulta ventajosa: Israel no ha masacrado todavía 60 millones de seres humanos. Ni siquiera el millón y medio de alemanes que murieron por bombardeos aliados…
B. Veamos otro «defensor»:
«Toda guerra tiene su costo, pero nosotros hacemos todos los esfuerzos para obedecer las leyes de la guerra y minimizar el daño.[…] Israel hace todos los esfuerzos posibles para evitar las víctimas humanas. […] No podemos disculparnos por el hecho de que Israel esté defendiendo a sus habitantes….»
Dore Gold, asesor de asuntos extranjeros del premier Netanyahu.
Otra vez el solipsismo, el narcisismo desbocado. Puesto que defendería a «sus» habitantes, todo está justificado y no corresponde autocrítica alguna.
El mundo, el universo comienza en ese «nosotros» y termina en él. No es extraño entonces que hayamos tenido que registrar (algo que el video también muestra) a alborozados manifestantes israelíes agitando su bandera «nacional» gritando una consigna que emula las más sombrías del KKK o del nazismo: «No hay más escuelas en la franja de Gaza porque todos los niños están muertos.»
Falsificación doble, ciertamente, porque las escuelas se han derrumbado por la acción israelí y porque los niños muertos han sido certeramente asesinados (colectivamente)… por los festejantes.
4. Cuando jerarcas patrocinadores del experimento israelí dudan:
Henry Sigman, ex-director del Congreso Judío Estadounidense (AJC, por su sigla en inglés) dice en voz alta:
«el sueño sionista está basado en la constante matanza de inocentes a la escala que estamos viendo en la televisión en estos días. […].»
La primera parte de su frase es certera; la segunda deja entrever que si el genocidio y/o los asesinatos selectivos fueran más medidos, más cuidadosos, podrían ser tolerables. Éticamente repugnante.
Sigman explicita que buena parte de su actividad ha estado volcada a defender al Estado de Israel y que, si el precio es tan, pero tan alto (sobre todo en vidas ajenas), habría que revisar lo que se ha hecho.
Es decir, aunque él no lo diga, habría que revisar la tesis sionista.
Este cortísimo video revela algo relativamente nuevo: no las especiosas defensas de los jerarcas solipsistas judíos de la estructura de poder israelí, pero sí el ensanche del rechazo civil fuera de Israel y el tambaleo de las convicciones de tantos judíos que han adherido al proyecto sionista y que han antepuesto la existencia de Israel, la seguridad y el bienestar de Israel a toda otra consideración… hasta ahora.
Pero como suele pasar, el desfondamiento de políticas atroces no sobreviene casi nunca por arrepentimiento de sus secuaces sino por resistencia desde sus victimados. Por el ensanche de esa mirada.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.