Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
No contento con asfixiar a Gaza por tierra, mar y aire, Israel está ampliando su bloqueo al subsuelo gracias a un nuevo sistema de guerra de túneles.
El gobierno estadounidense financia este proyecto con aproximadamente 120 millones de dólares, con la esperanza de instalar esa tecnología en la frontera estadounidense con México.
El sistema antitúneles forma parte del empeños del primer ministro Benjamin Netanyahu en transformar Israel en una gigantesca fortaleza.
La semana pasada, durante una visita al muro que Israel está construyendo en su frontera con Jordania, Netanyahu anunció su plan de rodear Israel completamente con un muro para impedir la entrada de palestinos y de árabes de los países vecinos, a los que comparó con animales: «Con los países que tenemos como vecinos tenemos que protegernos de las bestias salvajes» rodeando «todo el Estado de Israel con una valla, con un muro», afirmó.
Y Estados Unidos lo utiliza como una oportunidad para externalizar sus propios objetivos de militarización de la frontera.
La histeria de los túneles terroristas
Una serie de derrumbamientos mortíferos de túneles en Gaza en las últimas semanas ha hecho pensar en un sabotaje israelí gracias a la sugerencia del jefe del Estado mayor Gadi Eizenkot de que ya se está probando en Gaza la tecnología de detección de túneles.
Los israelíes califican esta tecnología de Cúpula de Hierro subterránea, en alusión al sistema de defensa de misiles subvencionado por Estados Unidos y creado para interceptar los cohetes lanzados desde Gaza antes de que toquen tierra.
A pesar de las serias dudas acerca de la eficacia de la Cúpula de Hierro, los israelíes creen que funciona. En efecto, los protege, cuanto menos psicológicamente, de las consecuencias de reducir a un gueto y encarcelar a los 1.8 millones de palestinos de Gaza.
El sistema antitúneles tiene un objetivo parecido.
Durante años los funcionarios israelíes han alimentado el miedo a malhechores palestinos que salían de los llamados «túneles terroristas» cavados bajo los dormitorios, patios y escuelas israelíes con la intención de asesinar a familias inocentes.
Ningún fundamento real
A pesar de no tener ningún fundamento real, estas afirmaciones sirvieron para legitimar la guerra que Israel emprendió en 2014 contra Gaza y mató a más de 2.200 palestinos, incluidos 551 niños.
La investigación independiente sobre esa guerra realizada por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas confirmó que «durante el periodo considerado los túneles solo se utilizaron para llevar a cabo ataques directos contra posiciones del ejército israelí en las proximidades de la Línea Verde, que son objetivos militares legítimos».
Una de estas operaciones atacó un puesto fortificado del ejército israelí en Nahal Oz, dentro del actual Israel. Comandos palestinos del las Brigadas Qassam, el ala militar de Hamás, mataron a cinco soldados israelíes antes de volver a Gaza por un túnel. Posiblemente es la operación realizada gracias a un túnel que más impacto psicológico ha tenido en los israelíes.
Aislados del mundo en 2007 debido al bloqueo impuesto tanto por Israel como por Egipto, los palestinos cavan túneles para sobrevivir y han creado una sofisticada red de pasadizos subterráneos que permite a la aislada población gazí acceder a los artículos cotidianos básicos que les niega el bloqueo.
El bloqueo de Israel ha transformado Gaza en un gigantesco gueto rodeado de vayas electrificadas, drones de vigilancia, metralletas que funcionan por control remoto y lanchas con cañones de la armada.
Parte de los túneles ha adquirido una finalidad militar fundamental para la resistencia armada en contra de un enemigo despiadado que posee el equipamiento de vigilancia más sofisticado desde el punto de vista tecnológico del mundo.
Con la excusa de los «túneles terroristas» Israel está eliminando uno de los únicos medios que tienen los palestinos para defenderse y sobrevivir, al tiempo que prepara a la opinión pública israelí para la próxima guerra.
Fronteras al estilo de Trump
Todd Miller, autor de Border Patrol Nation, declaró a The Electronic Intifada que no le sorprende lo más mínimo que el gobierno de Estados Unidos pretenda utilizar en la frontera entre Estados Unidos y México el sistema de detección de túneles de Israel, y describió los túneles transfronterizos como «una manifestación obvia de cómo se evita el fuerte aparato militar de control de la frontera».
«Si se bloquea una vía, la gente trata de encontrar otra manera de pasar, ya sea gente indocumentada o bandas de contrabandistas», afirmó y añadió que la misma lógica se aplica a Gaza. «En realidad es un testimonio del tipo de resistencia y de la creatividad de la gente que trata de inventar cómo evitar este inmenso aparato».
«Estamos viendo cómo se manifiesta cada vez más en la frontera entre Estados Unidos y México la ‘relación especial’ entre Estados Unidos e Israel», añadió Miller. El ejemplo más obvio de ello es Elbit Systems, la mayor empresa israelí de tecnología militar.
«Elbit Systems utiliza la tecnología que han desarrollado en Palestina y utilizado contra los palestinos, y lo utilizan como escaparate para la frontera entre Estados Unidos y México», afirmó Miller. «Por lo tanto, Palestina se está utilizando esencialmente como laboratorio para desarrollar estas tecnologías».
Se ha confiado a decenas de empresas israelíes el desarrollo del sistema de detección de túneles. Elbit es un beneficiario clave y sus productos ya se han utilizado a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.
En 2014 el Departamento de Seguridad Nacional estadounidense concedió a Elbit un contrato por valor de 145 millones de dólares para construir en la frontera entre Arizona y México un muro virtual de torres de vigilancia y detectores de movimiento llamado Torres Fijas Integradas. Las torres cuentan con una tecnología Elbit similar a la utilizada en la construcción y mantenimiento de los muros y vallas israelíes en la ocupada Cisjorania y en las fronteras con Gaza y Egipto. La empresa utiliza como técnica de marketing su experiencia en facilitar políticas represivas. Un vídeo de Elbit hace hincapié en que sus torres «se han probado sobre el terreno» con más de 10 años de experiencia en hacer seguras las fronteras más conflictivas del mundo».
El año pasado Miller informó sobre Global Advantage, una empresa de negocios creada por la Universidad de Arizona, que identificaba a Israel como el lugar con mayor cantidad de empresas de seguridad interna del mundo. Global Advantage busca activamente empresas israelíes para establecer una tienda en la frontera entre Estados Unidos y México, que Miller caracteriza como el centro comercial por excelencia para la tecnología de seguridad interna.
«Lo que todavía es más destacable es que la frontera entre Estados Unidos y México también es un laboratorio en el que se muestra y se trata de vender la misma tecnología a otros países», afirmó Miller. Pero Gaza, añadió, «es el laboratorio principal» porque «está casi completamente cerrado, mientras que la frontera entre Estados Unidos y México tiene casi 2.000 millas» y todavía es porosa.
El diminuto territorio palestino, en el que viven 1.8 millones de personas, la mayoría de ellas refugiadas, representa lo que Miller denomina «la versión de Donald Trump de la militarización de la frontera». Trump, el demagógico candidato presidencial republicano, ya ha elogiado el muro del apartheid de Israel en Cisjordania como un modelo para Estados Unidos.
Rania Khalek es una periodista independiente que informa sobre las personas pertenecientes a las clases bajas y marginadas.
Fuente: https://electronicintifada.net/blogs/rania-khalek/gaza-laboratory-us-mexico-border-tunnel-warfare
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y a Rebelión como fuente de la traducción.