Cuando los líderes políticos y del grupo armado del sionismo matan y destruyen Gaza, ocurre lo que no esperan, y es que brota la vida palestina con más raíz, más fuerte y con más y más razones para amar su tierra y defenderse de los asesinos, para acercarse al futuro de independencia, de respeto e […]
Cuando los líderes políticos y del grupo armado del sionismo matan y destruyen Gaza, ocurre lo que no esperan, y es que brota la vida palestina con más raíz, más fuerte y con más y más razones para amar su tierra y defenderse de los asesinos, para acercarse al futuro de independencia, de respeto e igualdad.
Los casi dos meses de hacer frente a la agresión sionista, en esta hora de paz conseguida con la victoria de la Resistencia Palestina, el pueblo de Gaza se convierte en la máxima expresión de dignidad y defensa de la lucha anticolonialista.
Las palabras de una mujer palestina nos dan a conocer las condiciones de vida durante este tiempo de terror sionista. Sus respuestas me paralizan, anulan todo lo previsto, me dejan pensando, y pierdo mi forma conversacional para preguntar, solo doy paso a sus palabras, que cuente; mientras siento la opresión en la garganta y en el corazón, formulo pequeños interrogantes.
-¿Cuál es su nombre?, ¿de qué vive, cuál es su vida?
– Soy Rahma Hasan vivo en el barrio de Al Fujar. Trabajo en el hospital como trabajadora social, también cuido de mi hermana y otro hermano y de mi padre con minusvalía. En fin, soy trabajadora y ama de casa, mi madre murió hace 4 años.
-¿Cómo han vivido estos 50 días?
-La ofensiva sionista no nos cogió por sorpresa, no es la primera. Nuestra vida en Gaza ha sido de constante sacrificio y sufrimiento por el castigo sionista, por el cierre de las puertas por parte de los egipcios… esta ofensiva ha sido un castigo colectivo, una masacre grande que nos tenía aterrorizados, nunca antes nos habían bombardeado tanto. Los ataques eran continuos, uno tras otro. Nos fuimos de casa por miedo, nos trasladaron a una escuela, estaba abarrotada de gente, luego hablé con los del hospital para ver si nos dejaban un pequeño espacio para habitar durante la ofensiva, así pasamos los 50 días, con total escasez de agua, luz, alimentos y movilidad. Dormíamos los 4 en un despacho del hospital, sufríamos de estrés, un gran agobio, sufríamos una gran desesperación. Los sionistas querían que nos muriésemos todos y de cualquier manera.
-Esto en Ramadán.
-Sí, llegaron las fiestas de Ramadán, estábamos en el hospital, y mi hermano el pequeño me pidió dinero para comprar algo, lloré, no le podía dar nada porque no tenia dinero, y todo estaba triste, todo estaba cerrado, derruido, casas, todo, entonces sentí mucha angustia y pena.
-¿Cómo están los niños?
-Es muy duro el sufrimiento que pasamos, pero aún duele más cuando vemos que los niños sienten el miedo, no pueden reaccionar, sienten el terror, no duermen, lloran, no comen, no se mueven, no tienen conciencia de lo que pasa; y cuando te quieres dar cuenta se han transformado, han pasado de niños a hombres, participan en sacar escombros, rescatan lo que queda, ayudan en todo, hasta van a los funerales de los mártires, recogen y llevan y juegan con restos de misiles y bombas… son niños sin infancia entre la pobreza y las bombas.
-¿Cómo reacciona la gente? ¿cómo se vive?
-Sobre la reacción de la gente solo puedo decir lo que veo, todo el mundo participa en lo que haya que hacer, si hay que apoyar pues se apoya y colabora, es nuestra patria y son nuestros hombres los que luchan contra el enemigo sionista; pero también las gentes se cansan, tienen muchas necesidades, no nos resignamos solo a morir o vivir en un bloque de casas y con una tensión constante. Nosotros volvimos con la tregua a nuestra casa y resultó que de la casa quedaban en pie 2 habitaciones, la granja olía a podrido, todo estaba muerto, la casa era vieja y se hundió la mayor parte bajo las bombas. Nuestra vida es complicada y rara… a pesar de todo intentamos ver las cosas sin pensar, debemos seguir, aunque no sabemos que es lo que puede o debe ocurrir para vivir felices.
-Señora Rahma Hasam, en Jan Yunes (Gaza), muchas gracias por sus palabras. Nuestra solidaridad está siempre con usted, con todo el pueblo palestino.
Ramón Pedregal Casanova es autor de «Dietario de crisis», lo encuentras en Libros libres, de rebelion.org; y es autor de «Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios», edita Fundación Domingo Malagón.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.