Traducido del francés por Beatriz Morales Bastos
¿Por qué durante estos largos meses durante los que hemos visto cómo la población de Gaza se iba sumiendo en el horror y cómo sus enfermos y heridos morían por falta de medicinas nadie se ha movilizado verdaderamente para salvar lo que todavía puede ser salvado? ¿Por qué nuestros países no hacen entrar en razón al primer responsable de esta catástrofe humanitaria sin precedentes, el Estado de Israel?
Franja de Gaza, enero de 2008 (IMEMC)
Gaza está injusta e ilegalmente encarcelada por Israel, sometida a los ataques asesinos de sus misiles y reducida al hambre.
¿En qué cárcel se ha visto que los carceleros corten el agua, corten la electricidad, priven a los presos de comida, prohíban a quienes están heridos o enfermos salir de la cárcel para recibir tratamiento?
Somos muchos los que ante tanta indiferencia y crueldad sentimos vértigo. E indignación al constatar que nuestros gobiernos europeos no tienen compasión alguna por este pueblo encarcelado que no puede defenderse.
De manera extraordinariamente salvaje, Israel asesina a diario palestinos, a resistentes y a simples habitantes, mujeres y niños incluidos.
¡Nuestras autoridades son informadas puntualmente por sus representantes diplomáticos de las exacciones cometidas por el ejército israelí y de la gravedad de la situación! ¿Por qué permanecen calladas mientras que muchas personalidades se han expresado para alertar a la opinión pública? ¿Acaso tiene miedo de Israel?
Cuanto más tiempo pasa, más peligra la salud de su población, encerrada en este ghetto en el que se ha convertido Gaza, y, sobre todo, la vida de sus niños (que constituyen la mitad de la población), sometidos a una desnutrición prolongada, corre peligro de malograrse de forma irreversible.
El estrangulamiento económico de Gaza lo decidieron Estados Unidos y la Unión Europea presionados por Israel y con el consentimiento de estos palestinos corruptos a quienes los aliados de Israel califican de «moderados«: Mahmud Abbas y Salam Fayyad. Sin embargo, en realidad son indignos colaboradores con este ocupante que tan cruelmente oprime a su pueblo.
¿»Moderados» o «colaboradores»?
Nuestros cronistas los llaman complacientemente «moderados» porque trabajan mano con mano con Israel para liquidar no sólo a los cuadros del movimiento Hamas, sino también a los palestinos ordinarios que se niegan a abandonar los principios y derechos de su pueblo.
Nos encontramos ante una catástrofe humanitaria organizada, una catástrofe decidida en las más altas instancias.
La «comunidad internacional«, a la que pertenecemos todos y cada uno de nosotros, debe responder del «crimen de indiferencia» por el abandono de este pueblo amenazado por los incesantes crímenes de guerra del ejército israelí.
Esta catástrofe la han hecho posible los medios de comunicación y puede perdurar gracias a su complicidad, ya que no nos están mostrando el alcance de la opresión israelí en Gaza. Y en este sentido la cadena de televisión pública de mi país, la Suiza francófona, resulta aún más cómplice que otras de estos abominables castigos colectivos.
La situación es gravísima. No data de ahora, pero la vida de estas personas se ha vuelto aún más terrible desde septiembre de 2007, cuando Israel cerró todas las entradas y salidas de Gaza, y prohibió el paso a los pocos camiones que todavía podrían transportar un poco de harina, de arroz y algunas medicinas.
¿Por qué nunca oímos a los «French Doctors»* y a nuestros cargos electos protestar, obligar a Israel a aflojar el torno que estrangula y mata de hambre a un millón y medio de personas?
Cada día que pasa hace más grave una situación que ya es catastrófica.
Esto es lo que ya en noviembre de 2007 nos decía una madre palestina:
– ¡No sé hasta dónde llegaremos! Los israelíes nos matan de hambre, impiden que salgan los productos de nuestros agricultores. Estamos encerrados. Todo es muy caro. La mayoría de las personas están en paro y no tiene dinero. Esto es una desgracia. Ya no queda nada, algunos productos han desaparecido de las tiendas. Y ahora los israelíes hacen entrar su fruta, sus verduras y productos lácteos que nos venden a precios exorbitantes.
– ¿Y los países árabes no viene en su ayuda?, le pregunté
-Los países árabes colaboran con Abu Mazen (Mahmoud Abbas) e Israel. Mazen no nos da nada. Sólo da a los miembros de su partido. Anima a Israel a mantenernos encerrados para matarnos de hambre. Espera que nos pongamos de rodillas. Los israelíes han anunciado que preparan una gran operación militar contra Gaza. Lo peor llegará en los próximos días.
– ¿Qué sienten ustedes cuando ven a Bush y Sarkozy movilizar a la comunidad internacional a propósito de Darfour?
-Siento un dolor inmenso, sobre todo pensando en los niños y en los enfermos que mueren aquí por falta de suficiente atención médica. Cuando oí a Moussa [presidente de la Liga Árabe, ndt] decir que va a enviar 250.000 dólares de ayuda a Darfour, lloré. ¿Por qué a nosotros, que somos sus hermanos y hermanas,nos ignora cuando la situación aquí es verdaderamente espantosa? Aquí no entra ni sale nada. Los pobres no pueden alimentarse normalmente. Todos los precios se han triplicado y son muy pocas las personas que tienen un sueldo. La UNWRA distribuye cupones cada dos meses. Las raciones del mes pasado no se han distribuido.
-¿No les ayuda el movimiento Hamas?
-No tienen nada. Creo que aunque las autoridades de Hamas se dieran por vencidas, aunque sacaran la bandera blanca y suplicaran al mundo que nos ayudaran, incluso en ese caso nada cambiaría: Israel nunca dejará de martirizarnos.
No bastará con sacar la bandera blanca. Los israelíes continuarán una y otra vez exigiéndonos otra cosa. El gobierno de Hamas carece de toda ayuda. No pueden hacer nada, ellos también están encerrados como nosotros.
Incluso la ayuda financiera entregada por Irán en 2006 por razones humanitarias [1] y por otros países para aliviar nuestros sufrimientos ha sido secuestrada por Egipto a petición de Israel. ¡Israel nos tiene sujetos con una cuerda!
Bastaría con que las grandes potencias exigieran a Israel que aflojara la cuerda de la que esta tirando para que Gaza pueda respirar. ¡Bastaría con cortar esta cuerda!
Notas:
* Se refiere a los Bernard Kouchner, ex-director de Médicos sin Fronteras y actual ministro de Asuntos Exteriores francés, que con la excusa de la defensa de los derechos humanos empujan a hacer las guerras «humanitarias», la primera de las cuales fue la de Yugoslavia (n. de la t.).
[1] En abril de 2006, tras la decisión europeo-estadounidense de suspender toda ayuda a las autoridades democráticamente elegidas de Hamas, Irán entregó 50 millones de dólares.
Enlace con el original: http://www.silviacattori.net/article362.html