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Entrevista con el Doctor Sami Aldeeb

Hacia un solo estado en Palestina / Israel

Fuentes: Share International

Traducido para Rebelión por Germán Leyens

Del 23 al 25 de junio pasado, se realizó una conferencia, en la Universidad de Lausana, que reunió a cerca de 150 participantes provenientes de 20 países de los cinco continentes. Muchos eran judíos y palestinos que viven en Palestina / Israel y en otras partes del mundo. Más de cuarenta participantes presentaron su contribución. El conjunto de los participantes adoptó una Declaración Final, en la que se pronuncian a favor de la creación de Un Solo Estado Democrático en Palestina / Israel que garantice derechos iguales a sus habitantes y que reconozca a los refugiados palestinos el derecho de retornar a casa. Esta solución representa, según ellos, «el mejor medio para garantizar a todos los habitantes de Palestina / Israel la plenitud de sus legítimos intereses, tanto políticos, económicos como de seguridad».

Esta conferencia fue organizada por iniciativa del Colectivo por la Paz en Palestina / Israel, una organización ad hoc compuesta de diferentes asociaciones, la principal es la Asociación por Un Estado Democrático Único en Palestina / Israel creada en Suiza el 15 de abril de 2003. Esta asociación tiene en la actualidad más de quinientos adherentes y cada día se le unen nuevos miembros. Después de la conferencia, Share International entrevistó al presidente de esta asociación, el doctor Sami Aldeeb, palestino cristiano, ciudadano suizo, experto en derecho árabe y musulmán:

1) ¿En qué medida estuvieron representados en la conferencia los palestinos y los judíos, y qué representan esos participantes judíos y palestinos en cuanto a la población, tanto palestina como israelí?

R : Los participantes en la conferencia fueron sobre todo intelectuales. No queremos reunir a políticos. Antes de lanzar la idea de solución mediante un Estado Único, conviene ante todo establecer los fundamentos intelectuales y formular las bases racionales. Posteriormente, ese proyecto de Estado debe ser presentado a las personas concernidas, de ambos lados. Una vez obtenido el apoyo de los intelectuales y de las poblaciones, se puede pedir a los políticos que pasen a la realización práctica. Pero no es posible dirigirse a los políticos desde el comienzo. Si no, se perpetúa el dilema del Medio Oriente, donde los intelectuales y la gente común están excluidos de todas las decisiones políticas; éstas son adoptadas por políticos que no escuchan más que sus propios intereses, personales, narcisistas, egoístas.

Algunas personalidades políticas han asistido a nuestra conferencia, pero no siquiera hemos citado sus nombres. Estuvieron sentados en la sala, como todos, sin el menor privilegio en particular ni las más mínimas prerrogativas. Permítame mencionar, a propósito, que el coronel Muammar Qadhafi, que está a favor de una solución de un solo Estado, deseaba dirigirse a la audiencia a través de un enlace satelital. Pero declinamos su proposición.

2) Usted pide un solo Estado democrático en Palestina / Israel. ¿Significa esto que usted aboga por un estado binacional?

R : La creación de un estado democrático único en Palestina / Israel, no es algo que nosotros hayamos inventado. Encontramos esa proposición en los programas políticos de la OLP. Ha sido defendida también por numerosos judíos (como Martin Buber, Judah Magnes y Meron Benvenisti), y numerosos palestinos (como Naim Khader y el añorado Edward Saïd). Algunos de ellos han propuesto un Estado binacional, es decir la creación de una sociedad en la que cada comunidad religiosa / étnica conservaría sus propias leyes y sus propios tribunales, con los privilegios correspondientes. Es el caso en diferentes países árabes, como Egipto, Jordania, Siria, Líbano e Irak e incluso en Israel: en Cisjordania y en la Franja de Gaza. Para nosotros, esa solución no es aceptable, porque significa la perpetuación de las divisiones y de las discriminaciones de carácter religioso. A lo que aspiramos, es a la creación de un Estado unitario, dotado de leyes unificadas, de tribunales unificados, de un ejército unificado, de una policía unificada, de un parlamento unificado y de un gobierno unificado, incluso con cementerios unificados. Por cierto, queremos respetar la libertad religiosa así como la diversidad cultural y lingüística, pero esos elementos no deben en ningún caso convertirse en elementos que permitan atentar a la dignidad humana o que se discrimine a las personas por su religión, su sexo o el idioma que hablan.

3) Su proposición parece totalmente imposible en la situación actual, dominada por los enfrentamientos violentos y el extremismo entre palestinos e israelíes. ¿No es utópica?

R : Nuestra proposición se desprende del fracaso constatado (y futuro) de todas las iniciativas emprendidas, tanto en el ámbito internacional como árabe, un fracaso que resulta del hecho que esas iniciativas se basan en puntos de partida erróneos. Esas iniciativas han considerado que es posible dividir Palestina / Israel en dos Estados, lo que es un disparate total, tanto del punto de vista geográfico como del punto de vista económico. El territorio es demasiado exiguo y los dos pueblos, el pueblo israelí y el pueblo palestino, se necesitan mutuamente, más que nunca. Hasta Sharon necesita trabajadores palestinos para construir su nuevo Muro de Berlín, o para beber su taza de café por la mañana.

Y si se impone una partición del país, ésta sólo creará aún más problemas que los que existen en la actualidad. Una tal partición significaría el desmantelamiento de una gran cantidad de asentamientos, lo que es en sí imposible. Los judíos que viven en esos asentamientos resistirán por todos los medios a su evacuación. Se sentirán traicionados por su propio gobierno, el que, recordémoslo, los ha alentado para que fueran a instalarse. La gran mayoría de ellos está convencida de que la tierra de Palestina / Israel les pertenece y de que no hay, en realidad, ninguna diferencia entre Tel Aviv y cualquiera de sus colonias. Muchos de ellos nacieron en ellas. Una evacuación por la fuerza puede provocar una guerra civil en Israel, con numerosas víctimas inocentes.

Del lado palestino, una partición del país significaría la renuncia de los refugiados palestinos a su derecho legítimo a retornar a su país. Esto está claramente enunciado en la iniciativa de Ginebra, y otros acuerdos precedentes. Los refugiados palestinos sufren enormemente, desde más de medio siglo, y nunca han abandonado la esperanza de retornar a casa. Muchos de ellos conservan incluso hoy en día las llaves de sus casas, que desgraciadamente han sido a menudo destruidas. Se opondrán a toda negación de su derecho al retorno, y manifestarán su negativa mediante operaciones suicidas, como lo constatamos en todo momento, en la actualidad. Y me imagino que en caso de que se cree un Estado palestino, el ejército israelí reocuparía el Estado recién creado, en cuanto ocurra la primera operación palestina en Tel Aviv o Haifa. En tal caso, seríamos devueltos muy rápido caso al punto de partida.

Aunque muchas personas consideran utópica nuestra proposición, cualquier otra solución no puede ser más que una verdadera pesadilla para la región. Además, la situación actual no puede continuar, tal como se ve hoy en día. Si ambos bandos se aferran a la idea de la partición del país, desarrollarán un extremismo que pondrá en peligro todo el Medio Oriente. Los israelíes son más y más represivos hacia los palestinos, y están reforzando su arsenal nuclear. Pero ese arsenal nuclear se convertirá en su propia trampa, contaminando el suelo y el agua. Ahora mismo, los israelíes comienzan a distribuir tratamientos preventivos para el cáncer (píldoras de compuestos yodados) a la población que vive dentro de un radio de cincuenta kilómetros alrededor del reactor nuclear de Dimona (Negev). Este reactor es antiguo: pronto mostrará fisuras, exponiendo a todo el Medio Oriente a radiaciones nucleares, creando un nuevo Chernobil. Existe el riesgo, por otro lado, de que los palestinos recurran a armamentos no convencionales para contrarrestar la supremacía del ejército israelí. Numerosos artículos expresan este temor. Esos desarrollos esperados e inevitables afectarán no sólo a las poblaciones de los dos campos protagonistas, sino a toda la región, así como a la fauna y la flora, y los recursos agrícolas. Toda la región podría convertirse en un desierto, en el que nada sobreviviría.

4) ¡Pero lo que usted describe es el Apocalipsis! ¿Cómo podríamos evitarlo? ¿Acaso se trata de una región maldita, condenada?

R.: Sí, es una región maldita, para todo el mundo. El conflicto entre palestinos e israelíes tiene consecuencias mundiales, todos los días, a través del terrorismo y el fundamentalismo religioso.

La única manera de salvarse de este Apocalipsis, es volver al sentido común, a la racionalidad. Ya que tanto palestinos como israelíes afirman que la tierra les pertenece, hay que entregar la tierra a los residentes de ambos pueblos. Hay que dejar las colonias donde han sido construidas y permitir a los refugiados palestinos que retornen a casa. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las aldeas palestinas destruidas por Israel (o sea, más de cuatrocientas), siguen desiertas de habitantes y sin reconstruir. Han sido recubiertas de bosques, plantados para disimular los vestigios. El retorno de los refugiados palestinos a su país no creará ningún problema. Tome el ejemplo de la aldea Emmáus: esa aldea fue totalmente destruida por Israel en 1967, y sus habitantes fueron todos expulsados. Sobre sus ruinas, aplanadas por los bulldozers, Israel ha plantado un parque arbolado, convertido en una instalación para picnics, llamado Canada Park (¡porque costó cerca de quince millones de dólares a generosos donantes de la comunidad judía canadiense!)

El retorno de los refugiados palestinos a su país, a sus tierras, y el mantenimiento de los colonos en sus asentamientos, deberían ser acompañados de la creación de un Estado único, con derechos y deberes iguales para todos, y la abolición de todas las leyes discriminatorias, de ambos lados. Es la única solución posible, a fin de garantizar la paz y la prosperidad, en la propia región, por cierto, pero también en todo el mundo.

5) Su proposición está en contradicción con numerosas declaraciones de las autoridades palestinas, incluyendo a Arafat, según las cuales los palestinos aceptan la creación de un Estado palestino que viva en paz con Israel…

R: La OLP ha estado siempre a favor de una solución de un solo Estado. Sin embargo, no ha elaborado suficientemente ese concepto, creando confusión y temor entre los israelíes, que temen volverse la minoría. Nuestra asociación ha creado un marco legal claro – el primero que haya sido elaborado hasta ahora – definiendo un Estado igualitario, en el que los orígenes religiosos o étnicos no constituirán un privilegio ni un criterio para ningún tipo de discriminación. En un Estado como el que proponemos, no habrá minoría ni mayoría. No habrá más que individuos, ciudadanos iguales los unos con los otros.

A propósito de las declaraciones palestinas sobre la creación de un Estado palestino, hay que tomar en cuenta de que surgieron por la fuerza de la necesidad y en el contexto de una relación de fuerzas desfavorable. Los palestinos no pueden hacer otra cosa. Desde el punto de vista legal y moral, semejantes declaraciones no obligan a nada, y nadie, entre los palestinos, piensa que se trate de declaraciones concluyentes y definitivas. Las consideran, simplemente, como declaraciones transitorias, a la espera de que los vientos tomen una dirección más favorable. Presente la pregunta a los israelíes: verá que no creen ni una palabra de las grandes declaraciones palestinas. ¡Y en esto tienen toda la razón!

Ante una situación semejante, ¿por qué deberíamos obligar a los palestinos a aceptar lo inaceptable, y a los israelíes a tragarse declaraciones que son antes que nada coyunturales e inverosímiles? Debemos ser honrados con nosotros mismos y con nuestros vecinos, y decir claramente que la única solución para el conjunto de nuestros problemas reside en la creación de un Estado Único y Democrático en Palestina / Israel, en el que todos los ciudadanos gocen de los mismos derechos.

Considere los precedentes históricos. ¿Quién, hoy en día, propondría dividir Sudáfrica entre negros y blancos? ¿Quién aceptaría dividir Alemania entre este y oeste? ¿Quién consideraría la división de Suiza entre católicos y protestantes? ¿entonces, por qué deberíamos aceptar la división de Palestina / Israel entre judíos y no-judíos, creando una solución explosiva que constituiría una amenaza para todo el mundo?

6) Aun cuando su proposición parece racional y optimista, ¿cómo quiere aplicarla, concretamente, sobre el terreno?

R.: Hay que tomar varias medidas. La primera consiste en enterrar, de una vez por todas, las iniciativas precedentes, que llevan a dividir el país. La existencia de tales iniciativas tiene el efecto de crear confusión en los espíritus. Llevan a perder tiempo, energía y dinero. Si usted desea tomar un tren para ir a una ciudad que está en el norte, ¡olvídese de los trenes que van al sur, y tome uno que vaya hacia el norte!

A continuación, habrá que convencer a la gente de que para obtener la paz, la única solución posible es la creación de un Estado único que garantice derechos iguales a todos sus ciudadanos, sin considerar su religión. Hay que informarlos de que los derechos humanos serán igualmente respetados, si se quiere evitar la revuelta o la desesperación. En su preámbulo, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre enuncia que es: «esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión».

Una vez que se haya convencido a la población, habrá que obligar a los políticos a aceptar la decisión soberana del pueblo. Los palestinos y los israelíes comprenderán lentamente, cada cual a su ritmo, que deben elegir entre la exterminación y una coexistencia pacífica dentro de un Estado único, democrático. Todo lo que podemos hacer como asociación, es mostrarles el camino que lleva a la paz, en lugar del que conduce al exterminio.

Ahora bien, esta decisión, no la podemos tomar en el lugar de los habitantes.

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[Sitio de la Asociación por Un Estado Democrático en Palestina / Israel: http://lwww.one-democratic-state.org
Los escritos del doctor Sami Aldeeb se encuentran en los siguientes sitios en la red: http://www.go.to/samipage,
http://groups.yahoo.com/group/sami]
Entrevista con el doctor Aldeeb: [email protected], por Andrea Bistrich: [email protected], para el sitio de Share International: http://www.shareintl.org


Iniciativa para crear un Estado Democrático en Palestina/Israel

La Conferencia que promueve la Iniciativa para crear un Estado Democrático en Palestina/Israel tuvo lugar en la Universidad de Lausana, Suiza, los días 23-25 de junio de 2004. Los participantes, pertenecientes a diferentes nacionalidades y religiones de dentro y fuera de Palestina/Israel, adoptaron la siguiente Declaración:

La Iniciativa para crear un Estado Democrático en Palestina/Israel pretende remediar las trágicas consecuencias de la forzada división del territorio en 1948 que condujo a desposeimiento, posterior ocupación y a un conflicto que se ha tornado crónico en la región y más allá de ella.

La Iniciativa para crear un Estado Democrático en Palestina/Israel pretende cambiar la organización política del territorio entre el río Jordán y el Mediterráneo, basada en la soberanía plena e igualdad para todos los habitantes, como así también para los palestinos refugiados desde 1948 y sus herederos. Esto se hará en base a: una persona-un voto, y de acuerdo con la

Declaración Universal de Derechos Humanos y normas de las leyes internacionales. Se ha

propuesto implementar todas las medidas que conduzcan a permitir a los refugiados palestinos retornar a su tierra natal y recibir restitución legal, así como compensación. Todos los habitantes deberán disponer del derecho de adquirir, alquilar y arrendar tierras y de vivir en todo el territorio Palestina/Israel.

Reconociendo las dificultades a vencer para implementar la solución de un-estado en las circunstancias presentes, la iniciativa pretende:

1) apoyar todos los esfuerzos que conduzcan a terminar con la ocupación israelí de tierra palestina.

2) promover la idea de un-estado entre las comunidades israelí y palestina.

La conferencia trata de que la comunidad internacional apoye estos esfuerzos.

Creemos que un estado democrático es la mejor alternativa para cumplir plenamente con los intereses políticos, económicos y de seguridad de todos los habitantes del nuevo Estado.

La Asociación para crear un Estado Democrático en Palestina/Israel, asistida por representantes de los grupos que son miembros de la Colectiva para la paz en Palestina/Israel, asegurará la continuidad de relevantes actividades a nivel mundial, incluyendo Palentina/Israel y tratará de obtener apoyo internacional para estas actividades. Se prevé una reunión en el futuro próximo.

Lausana, 25 de junio de 2004.

Contactos: e-mail: [email protected]
website: http://www.one-democratic-state.org