Luego de ocho años de guerra, el gobierno y la oposición se reúnen en Ginebra, Suiza, con el fin de redactar una nueva constitución para Siria, pero con la exclusión de la administración kurda del norte del país. Si bien no se logre afirmar que la guerra siria esté finalizada, se puede contemplar que se […]
Luego de ocho años de guerra, el gobierno y la oposición se reúnen en Ginebra, Suiza, con el fin de redactar una nueva constitución para Siria, pero con la exclusión de la administración kurda del norte del país.
Si bien no se logre afirmar que la guerra siria esté finalizada, se puede contemplar que se encuentra en una etapa donde el gobierno, liderado por Bashar al-Assad, tomó control nuevamente de la mayoría del territorio del país y el terrorismo radical del Estado Islámico (ISIS) perdió casi toda su fuerza militar. De esta manera, y luego de casi dos años de discusión sobre la conformación de los miembros que llevarán a cabo el Comité Constituyente, al-Assad buscará la legitimidad de su población y una paz definitiva mediante la redacción de una nueva constitución nacional.
Luego del Congreso de Diálogo Nacional Sirio, celebrado en la ciudad rusa de Sochi en enero del pasado año, quedó plasmada la necesidad de confeccionar una nueva constitución para el país. Esto llevó a un largo proceso de discusión con la intermediación de actores internacionales como Arabia Saudí, los Estados Unidos y la Organización de las Naciones Unidas (ONU), para lograr la conformación del órgano que se encargará de dicha tarea.
Finalmente, se estableció que el organismo a cargo será constituido por 150 miembros. La distribución muestra que 50 participantes serán del oficialismo, 50 de la oposición y el otro tercio serán representantes de la población civil. De esta manera, las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), mayor alianza político-militar que representa la oposición, participará en el Comité Constitucional.
Es necesario recordar que las FDS se formaron en el 2015 y que es una alianza que consta de milicias árabes de la rama sunní del islam (opuestas al gobierno sirio), milicias kurdas conocidas como Unidades de Protección del Pueblo Kurdo (YPG) y brigadas cristianas, dando forma a la mayor coalición que se constituyó como oposición en todo el transcurso de la guerra desde el 2011, la cual supo llevar a cabo grandes victorias sobre el terrorismo radical del Estado Islámico (ISIS).
La particularidad de esto radica en que las FDS participarán, pero las milicias kurdas fueron excluidas de la conferencia de Ginebra. Es ineludible contemplar que las milicias kurdas tomaron y declararon una zona autónoma el norte del país desde el 2012, llamada Rojava, la cual no es reconocida por el gobierno sirio y representa cerca del 30% del territorio del país. Al ser excluidas del Comité Constituyente, queda lejana la posibilidad de ser reconocida la autonomía kurda en dicha zona.
En contrapartida, representantes kurdos individuales participarán como parte de la oposición, pero no se permitió la presencia de la administración kurda que gobierna en Rojava, decisión que fue garantizada por la ONU.
¿Qué se pretende modificar? Ante todo, es preciso saber que en el año 2012 Bashar al-Assad llevó a cabo un cambió constitucional, el cual fue aprobado mediante un plebiscito con un 90% de votos a favor, pero con un intento de boicot por la oposición sumado a denuncias de fraude. En aquella oportunidad se introdujo un sistema multipartidista y elecciones presidenciales con múltiples candidatos. Si bien estos cambios son parte de los reclamos del pueblo, nada de esto sucedió y al-Assad mantuvo el poder como lo ostenta su familia desde 1971, cuestión que volverá a tratarse en esta oportunidad.
También se discutirá si el presidente mantendrá el control de las agencias de inteligencias, si será el jefe de las Fuerzas Armadas y si continuará el control presidencial sobre el poder judicial, como hasta ahora sucede.
Se espera que la discusión por la nueva constitución dure seis meses, para luego llamar a elecciones legislativas y presidenciales, dando por finalizado el proceso. Es necesario que el 75% del Comité Constituyente apruebe los cambios que serán propuestos, para luego tener que ser aceptados por la población civil mediante un plebiscito.
Por otro lado, se declaró que no se permitirá la injerencia de potencias extranjeras en la discusión de la nueva constitución, aunque se espera que Rusia, principal aliado político y militar del gobierno sirio, de un aval final cuando la misma quede confeccionada.
El conflicto sirio, comenzado en el año 2011, dejó mas de 500 mil fallecidos y millones de desplazados, llevando a la intervención de potencias extranjeras como Estados Unidos, Rusia e Irán, sin encontrar un genuino proceso de paz por el momento.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.