Los enfrentamientos entre partidarios de Hamas y Al fatah continuaron en la calles de Gaza, ignorando los llamamientos al cese de las hostilidades y coincidiendo con las advertencias de organismos de Naciones Unidas sobre una inminente crisis humaniaria. Partidarios de Hamas y seguidores de Al Fatah reanudaron ayer sus enfrentamientos, ignorando los repetidos acuerdos de […]
Los enfrentamientos entre partidarios de Hamas y Al fatah continuaron en la calles de Gaza, ignorando los llamamientos al cese de las hostilidades y coincidiendo con las advertencias de organismos de Naciones Unidas sobre una inminente crisis humaniaria.
El líder de Hamas en el exilio, Jaled Meshal, instó a los milicianos de ambas organizaciones al cese «inmediato» de las hostilidades y a «afrontar su responsabilidad» para evitar el derramamiento de sangre. Subrayó que la sangre palestina sólo debe derramarse en la lucha contra la ocupación israelí, la defensa de los santuarios de Jerusalén, la libertad de los presos palestinos y el regreso de los refugiados. Respecto a la reunión del martes en La Meca con el presidente palestino, Mahmud Abbas, afirmó que «está prohibido fracasar».
Milicianos de Hamas atacaron ayer varias bases de efectivos de Al fatah, acción en la que murió una persona. Dos agentes de los servicios de seguridad de Presidencia, heridos tres días antes, también fallecieron.
Por otro lado, en la noche del sábado fue secuestrado Ashraf Dahlan, sobrino del ministro para la Seguridad y miembro de Al Fatah, Mohamed Dahlan, en una acción que se atribuyó a Hamas. En reiteradas ocasiones, seguidores de Hamas han acusado a Mohamed Dahlan de colaborar con Israel y de ser uno de los principales instigadores de los enfrentamientos.
Alto riesgo humanitario
Ante esta situación, diversas agencias humanitarias de Naciones Unidas han advertido de que los enfrentamientos interpalestinos impiden la llegada de equipo humanitario vital para el bienestar de la vulnerable población de Gaza.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en Oriente Próximo (UNRWA), se ha visto obligada a cerrar algunas de sus escuelas, dejando a 35.000 niños sin enseñanza de forma temporal, además de suspender el envío de alimentos a su almacén en Ciudad de Gaza. La UNRWA distribuye comida a más de un millón de personas en la franja de Gaza, que cuenta con cerca de 1.400.000 habitantes. También escasean las provisiones de sangre y las ambulancias tienen dificultades para transportar a los heridos.
Por otro lado, el diario israelí «Haaretz» informó de que el Ejército hebreo estudia lanzar una operación militar de envergadura en la franja de Gaza ante el temor de que la violencia entre movimientos palestinos pueda degenerar en nuevos ataques contra Israel.