Un día después de que el presidente de EEUU, George Bush, convocase la cita de Annapolis para el 27 de noviembre pocas cosas han cambiado en Palestina. Gaza sigue bloqueada e Ismail Haniyeh reclama, sin éxito, ayuda internacional y la ocupación continúa en Cisjordania. Eso sí, Ehud Olmert prometió desbloquear la entrega de vehículos blindados […]
Un día después de que el presidente de EEUU, George Bush, convocase la cita de Annapolis para el 27 de noviembre pocas cosas han cambiado en Palestina. Gaza sigue bloqueada e Ismail Haniyeh reclama, sin éxito, ayuda internacional y la ocupación continúa en Cisjordania. Eso sí, Ehud Olmert prometió desbloquear la entrega de vehículos blindados a la Autoridad Palestina y permitir la exportación de fresas y flores.
El Ejecutivo de Ismail Haniyeh hizo ayer un llamamiento a la comunidad internacional para que evite el desastre humanitario en el que Gaza corre el riesgo de caer debido al bloqueo del Ejército israelí. Además, Israel cerró el checkpoint de Annab, situado entre Beit Lid y Tulkarem, y fuerzas militares invadieron esta ciudad cisjordana.
Esta es una muestra de que el anuncio de la conferencia de Annapolis convocada por George Bush para el 27 de noviembre no ha cambiado en nada las condiciones de vida de los palestinos, que siguen padeciendo la ocupación sionista.
Así, el Gobierno de Hamas que controla Gaza destaca que las reuniones de Abbas «con americanos y sionistas otorgan cobertura política para los crímenes que el Ejército israelí está llevando a cabo en Gaza y Cisjordania». Es decir, que mientras la atención mediática internacional continúa fijándose en Annapolis, Israel tiene vía libre para seguir oprimiendo al pueblo palestino.
En este sentido, un portavoz de Hamas, Sami Abu Zuhri, alertó de que se está usando la cuestión de los presos -Olmert ha anunciado que liberará a 450 de los 11.000 presos en otro de sus «gestos»- como moneda de cambio para negociar sobre derechos palestinos.
Por ello, Abu Zuhri instó a Abbas a que boicotee la conferencia de Annapolis «porque el pueblo palestino no va a ganar nada en ella» e insistió en que «se bendicen los planes y crímenes de Israel».
Las críticas a la conferencia de Annapolis no se limitan a Hamas. El pasado lunes, Ahmed Saadat, el secretario general del FPLP que permanece encarcelado por Israel, instó, durante un juicio militar, a no participar en Annapolis y llamó a recuperar la unidad nacional. «Los americanos quieren que la conferencia les sirva de cobertura para su política en la región», añadió.
En octubre, cinco formaciones de la izquierda palestina -el Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), el Frente Democrático para la Liberación de Palestina (FDLP), el Partido Popular Palestino (PPP), la Iniciativa Popular Palestina (IPP) y la Unión Democrática Palestina (UDP)- emitieron un comunicado conjunto en el que destacaban que Annapolis «no concluirá con una solución justa y final, sino que dejará el horizonte político en el vicioso círculo de un acuerdo parcial y poco concreto».
Los ministros de Exteriores de la Liga Árabe tienen previsto reunirse próximamente para consensuar una posición común en torno a Annapolis.
Olmert promete blindados
Tras la convocatoria de Annapolis, Olmert anunció que permitirá a los agricultores de Gaza exportar flores y fresas a Europa, al tiempo que suministrará 50 vehículos blindados a la Autoridad Palestina. Además, el Servicio Israelí de Prisiones declaró que los 441 presos cuya liberación prometió Olmert abandonarán la cárcel el domingo. Todas estas medidas fueron presentadas como «gestos de buena voluntad».
Por su parte, la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice, destacó que «el éxito de la conferencia de Annapolis está en el hecho de que comiencen las negociaciones entre israelíes y palestinos para crear un Estado palestino».
La resolución 242 del Consejo de Seguridad de la ONU que exige a Israel la retirada de los territorios ocupados en la guerra de 1967 cumple hoy 40 años sin que el Estado sionista le haya hecho el menor caso. Es más, ha levantado un Muro de separación que, además, se ha anexionado tierras que fueron ocupadas y ha convertido a Jerusalén en su capital.
La 242 fue la respuesta internacional a la ofensiva israelí de junio 1967, la llamada Guerra de los Seis Días, en la que ocupó Cisjordania, Gaza, el este de Jerusalén, los altos del Golán y la península del Sinaí.
Este aniversario coincide con el anuncio de la conferencia de Annapolis, convocada, precisamente, para «buscar una solución» que no pase por el cumplimiento inmediato de Israel de esa resolución de la ONU.
Esa resolución destacaba «la inadmisibilidad de la adquisición de territorios por medio de la guerra y la necesidad de trabajar por una paz justa y duradera».
Sin embargo, 40 años después Israel se ha adueñado de esos territorios que conquistó militarmente y los ha llenado de colonias sionistas .