Traducido del inglés para Rebelión por J. M.
El magnate de Hollywood Harvey Weinstein utilizó a exagentes del Mossad como parte de su esfuerzo por silenciar a la actriz Rose McGowan y otras mujeres que lo acusaron de agresión sexual. Chirag Wakaskar Pacific Press / SIPA EE. UU.
El magnate de Hollywood caído en desgracia, Harvey Weinstein, empleó a exagentes israelíes como parte de un elaborado y agresivo esfuerzo por espiar y reprimir las acusaciones de mujeres que lo acusaron de agresión sexual y violación.
En una exposición para The New Yorker, Ronan Farrow revela que entre la red de investigadores privados y firmas que Weinstein reclutó estaba Black Cube «una empresa dirigida principalmente por exoficiales del Mossad y otras agencias de inteligencia israelíes».
De acuerdo con la presentación de su compañía, Black Cube dice que sus operarios son «altamente experimentados y entrenados en las unidades militares y de inteligencia gubernamentales de Israel».
Su consejo asesor está repleto de figuras militares y de inteligencia israelíes en y fuera de servicio, incluyendo «el difunto Meir Dagan», exjefe del Mossad, y Giora Eiland, un general israelí que habitualmente utiliza los medios para amenazar de muerte y destrucción a palestinos y libaneses.
Tuiteando su reacción al hecho, Asia Argento preguntó retóricamente por qué ella y otras actrices prominentes no hablaron antes. Ella respondió a su propia pregunta: «Nos siguieron exagentes del Mossad. ¿No es aterrador?».
Argento ha acusado a Weinstein de violación.
Métodos del Mossad
La misión de Black Cube era evitar que la actriz Rose McGowan -quien también acusó a Weinstein de violación- y otras personas sacaran a la luz sus historias.
Según The New Yorker, dos operarios de Black Cube se reunieron con McGowan. «Uno de los investigadores fingió ser un defensor de los derechos de las mujeres y grabó secretamente al menos cuatro reuniones con McGowan».
El mismo agente, utilizando una identidad falsa diferente, se puso en contacto con reporteros pretendiendo ser una víctima de Weinstein.
El contrato escrito con Black Cube consistía en una bonificación de cientos de miles de dólares si la empresa proporcionaba la «inteligencia» suficiente para detener la publicación de historias que exponían las acciones de Weinstein.
En mayo, una tal «Diana Filip» contactó a McGowan y afirmó ser una defensora de los derechos de las mujeres que trabajaba para una firma de inversión con sede en Londres llamada Reuben Capital Partners. Le ofreció a McGowan una tarifa de 60.000 dólares para hablar en una gala en Londres y en el transcurso de varias reuniones sugirió que invertiría en la compañía de producción de McGowan.
«En una reunión en septiembre Filip se unió a otro operador de Black Cube que usó el nombre de Paul y afirmó ser un colega en Reuben Capital Partners«, informa The New Yorker. Su objetivo «era pasar a McGowan a otro operativo para extraer más información».
Resultó, sin embargo, que «Diana Filip» era un «alias de una exoficial del ejército de Israel que originalmente provenía de Europa del Este y estaba trabajando para Black Cube«, según The New Yorker .
Y Reuben Capital Partners resultó ser una empresa de fachada; la creación de empresas falsas es un truco bien conocido del Mossad para crear identidades plausibles para sus agentes.
«Filip» reapareció como «Anna», una mujer que se puso en contacto con los periodistas y afirmó tener acusaciones contra Weinstein. Esto equivalía a un pérfido esfuerzo por ganarse su confianza al afirmar falsamente ser una víctima.
Uno de esos periodistas espiado dijo a The New Yorker que cuando «Anna» relató sus supuestas experiencias con Weinstein, «parecía actuar como en una telenovela».
Tácticas sucias
Aunque Weinstein no usó solo agentes o compañías israelíes en su esquema, la conexión con el Mossad es notable.
Weinstein tiene un historial de apoyo y recaudación de fondos para organizaciones pro-israelíes. Dijo en uno de esos eventos de recaudación de fondos el año pasado que es «israelí de corazón y mente».
Su uso de exagentes del Mossad es otro ejemplo de la supuesta destreza de Israel, desarrollada a través de décadas de ocupación militar y violaciones de los derechos palestinos, comercializada y desplegada con fines nefastos en todo el mundo.
A principios de este año, se descubrió que este método israelí vendido a México se ha utilizado en otros intentos de espiar a periodistas y activistas de derechos humanos de ese país.
Evidentemente Israel y sus sustitutos también están usando métodos clandestinos para espiar a defensores de los derechos humanos en un esfuerzo por prevenir la justicia para el pueblo palestino.
Violencia sexual
También es notable que la violencia sexual haya sido una parte rutinaria de los métodos que las agencias de inteligencia israelíes han usado contra los palestinos.
En uno de los casos más destacados, Rasmea Odeh describió en el curso de su juicio por fraude de inmigración a los Estados Unidos la violación y la tortura sexual a la que los agentes israelíes la sometieron después de su arresto en 1969.
Los grupos de derechos humanos también han documentado a los interrogadores israelíes utilizando rutinariamente amenazas de violencia sexual y violación contra los niños palestinos detenidos.
También hay una larga lista de altos funcionarios israelíes, incluidos miembros del círculo íntimo del primer ministro Benjamin Netanyahu, que han sido investigados, y en algunos casos condenados, por delitos sexuales contra mujeres y niñas, en medio de una serie de escándalos de delitos sexuales que involucran a los niveles más altos de la sociedad israelí.
Pero como ha escrito David Sheen los políticos israelíes han intentado desviarse de esto haciendo falsas acusaciones racistas acerca de una epidemia de crímenes sexuales cometidos por palestinos y otras personas no judías.
La influencia global de Israel se comercializa invariablemente en términos positivos, como traer «innovación», tecnologías «verdes», arte y cultura.
Pero las revelaciones de The New Yorker sobre el empleo de Weinstein de agentes del Mossad para atacar a las víctimas de agresión sexual, probablemente despertarán a muchos de lo que ya saben los palestinos: donde se está haciendo el trabajo más sucio la mano de Israel no está muy lejos.
Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la traducción.