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El precio de actuar con dignidad y manifestar la verdad

¡Hasta Siempre Señora Helen Thomas!

Fuentes: Rebelión

Revisado por Caty R.

«Que se larguen de Palestina», «Recuerden que esta gente [los palestinos] vive bajo ocupación y que se trata de su tierra, que no es Alemania ni Polonia». «Que se vayan a su casa. A Alemania, a Polonia, a América o a otro sitio» (Helen Thomas*, 2010).

En el siguiente link se puede disfrutar de medio minuto de honestidad y dignidad sin cortes, sin censuras ni aprovechamientos de propaganda de corte antisemita-nazi-sionista, que son quienes, tras su deseo de segregar al judío del no judío, en su participación conjunta en el holocausto de la Segunda Guerra Mundial, justifican con total inmoralidad e impunidad la ocupación militar extranjera europea y latina en Palestina histórica o del 48: http://www.youtube.com/watch?v=HarA2mCrqjo&feature=player_embedded

Éstas fueron las afirmaciones de la periodista pionera número uno de la Casa Blanca, quien tras decir la verdad debido a las presiones del fuerte lobby sionista antisemita, fue forzada al retiro de su brillante labor periodística que dura desde hace 57 años.

Helen Thomas, consecuente defensora de la tolerancia y el respeto mutuo para que la paz con justicia sea posible en Oriente Medio, hace una semana interrogó a Robert Gibbs para poner en evidencia el respaldo de la administración de Obama al bloqueo de Gaza. De este modo otras verdades expresadas, acorde con la «libertad de expresión» que gozamos en «democracia», por la periodista Señora Helen Thomas, fueron las de condenar al Estado sionista luego del acto de piratería terrorista en aguas internacionales, universales, contra los humanistas-pacifistas internacionales de la Flotilla de la Libertad, de cometer «una masacre intencionada, un crimen internacional», «si lo hubiese hecho cualquier otro país, nos habríamos levantado en armas».

Helen Thomas, que no ha hecho más que repetir en un lenguaje y tenor coherentes con el año 2010:»Díganles que deberían largarse cagando leches de Palestina», lo ya dicho y señalado antaño por Ghandi sobre la ocupación militar extrajera sionista israelí en 1938:

    «Palestina pertenece a los árabes de la misma manera que Inglaterra pertenece a los ingleses o Francia a los franceses… Lo que está sucediendo en Palestina en la actualidad puede ser justificado por ningún código moral de ninguna especie. Si ellos tienen que considerar a la Palestina geográfica como su hogar nacional, es incorrecto que entren al país bajo la sombra de los fusiles británicos. Un acto religioso no puede realizarse con la ayuda de bayonetas o de bombas. Pueden asentarse en Palestina sólo a través de la buena voluntad de los árabes. En la situación actual son los copartícipes de los británicos en el despojo de un pueblo que no les ha hecho ningún mal. No estoy defendiendo los excesos árabes. Desearía que hubieran escogido el camino de la no violencia en la resistencia contra lo que consideran -con justicia- como una invasión inaceptable de su país. Pero, según los cánones aceptados de lo que es justo o injusto, no se puede decir nada contra la resistencia árabe frente a desventajas abrumadoras».

Este hecho muestra cómo aquellos que defienden a los totalitaristas y a los fanáticos religiosos, encarnados en el único Estado teocrático del mundo, hacen lo que les viene en gana, con total impunidad.

El caso de Helen Thomas demuestra que cuando se expresan las verdades aquéllos que detentan el poder, y conforme a sus intereses, reaccionan negativa y violentamente.

Este precario nivel de conciencia nos quita la esperanza en lo relacionado con el futuro de la libertad, la veracidad y la ecuanimidad en las noticias.

¿Dónde ha quedado la «libertad de expresión»?

Los medios son los responsables, en gran medida, de las tergiversaciones ideológicas, de la consecuente desinformación, así como de las consecuencias políticas que acarrean.

Y es aquí, para prevenir desde ya las malas interpretaciones y tergiversaciones que aprovecharía para manifestar, por enésima vez, que lo normal, como en cualquier otro país, es el restablecimiento de un Estado laico y democrático con el debido respeto de profesión de su respectiva confesión a las tres grandes religiones, conviviendo juntos palestinos cristianos, judíos y musulmanes en total armonía como en 1948, antes de la invasión militar extranjera europea.

Si el mundo marginara a aquellos periodistas que reciben dádivas del capitalismo sionista y a los extremistas y fundamentalistas que manteniéndose en el sionismo quieren retornar al absolutismo hitleriano, finalmente, el mundo reencontraría su natural senda de paz y humanidad.

* Artículo relacionado: http://www.rebelion.org/noticia.php?id=107553

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