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Hoy, más que nunca, soy refugiada palestina

Fuentes: Rebelión

El Derecho de Retorno es el alma y fuego de la causa palestina, es lavarle el rostro a la historia de la humanidad escribiendo la noble historia del regreso de un pueblo a su tierra. Soy hija de refugiados campesinos palestinos, sobrevivientes de Al-Nakba. Al tío de mi madre, Hassan Abdel-Aziz, le encontraron su pierna […]

El Derecho de Retorno es el alma y fuego de la causa palestina, es lavarle el rostro a la historia de la humanidad escribiendo la noble historia del regreso de un pueblo a su tierra.

Soy hija de refugiados campesinos palestinos, sobrevivientes de Al-Nakba. Al tío de mi madre, Hassan Abdel-Aziz, le encontraron su pierna en el tejado de la casa…toda mi familia debió huir de Palestina a raíz del macabro escenario de matanzas de la población originaria, para erigirse así el régimen colonial de Israel en 1948.

El punto específico que quiero abordar referente al Derecho de Retorno de los Refugiados Palestinos (Resolución 194 de la ONU), es que el universo del refugiado palestino no se limita sólo a aquellos palestinos que no poseen dolorosamente nacionalidad alguna. No poseer nacionalidad no es el único requisito para ser refugiado y por ende clasifica en el Derecho de Retorno.

La Resolución 194 de la ONU es bien clara.

Ahora, el hecho es que los países árabes, que en gran parte acogieron a los refugiados palestinos pero sin otorgarles la nacionalidad de la respectiva tierra donde fueron a refugiarse, los mantienen bajo el estatus de refugiados palestinos. Esto, como mecanismo de presión y estrategia para su retorno… como simbología viva de resistencia, como mensaje de esperanza, justicia y de nunca renunciar a su condición de árabes palestinos.

Igualmente algunos dirigentes árabes sostienen, ¿por qué tenemos que pagar nosotros la humillación que cometieron los colonialistas israelíes? La postura árabe no tiene nada que ver con la Resolución 194 de la ONU. Los países árabes pudieron otorgarles la nacionalidad a estos refugiados palestinos, e igualmente, esto no altera en nada la Resolución 194 de la ONU en cuanto a la esencia del Derecho de Retorno.

La razón de puntualizar este hecho se debe a que el régimen colonial de Israel no solo viola este sagrado derecho humano, sino que ha buscado en la ONU abrogar la Resolución 194 y todas las resoluciones pertinentes al auxilio de los refugiados palestinos, como la Resolución 302, para la creación de la UNRWA (en sus siglas en inglés), agencia de asistencia alimentaria, médica, escolar, jurídica, de protección social, etc., para los Refugiados Palestinos.

De la misma manera, el colonialismo israelí se ha valido de la ONU y de gobernantes árabes, para que estos otorguen la nacionalidad a los refugiados palestinos y así dar por cancelado el Derecho de Retorno.

El hecho de que los refugiados palestinos tengan o no tengan nacionalidad, tengan dos, tres o más nacionalidades, no es excusa para violar su Derecho de Retorno a tierra natal, la Palestina Histórica. Los palestinos podrán tener múltiples nacionalidades, pero es el hecho de no permitirles su derecho de retorno a su tierra originaria lo que les convierte en refugiados.

Tengo dos nacionalidades que amo: venezolana y canadiense. Fue en Venezuela donde encontraron refugio mis padres y allí donde empecé la vida. Después emigré a Canadá, pienso en español y algo en francés, no pienso en árabe, pero lo árabe es mi extraño tormento de amor humano y lo manifiesto a través del activismo político. Soy una refugiada palestina, y lo que me da este título es que no se me permite vivir en la tierra de mis padres (que también es la mías) de la que fueron expulsados, independientemente de las otras amadas nacionalidades que tenga.

Imaginemos que los israelíes pierdan su nacionalidad colonial-israelí porque tienen otra nacionalidad. Askenazis (judío-europeo), un fiasco semita que hablan del falso retorno a la tierra ancestral, cuando sus ancestros son indoeuropeos. Nos engañan con su seductora épica, ese guión del «retorno» después de 2.000 años y sin embargo a los palestinos que tienen 64 años de lucha por su retorno, no se les respeta.

Cierta parte de los ciudadanos del mundo ya tiene doble nacionalidad y algunas personas múltiples nacionalidades, y esto no les impide vivir o les restringe su libre derecho internacional de salir y entrar a sus respectivos territorios. Sin embargo se quiere violar el derecho de retorno de los palestinos y palestinas so pretexto de que ya portan una nacionalidad determinada.

La violación de la Resolución 194 de la ONU, por parte del colonialismo israelí referente al Derecho de Retorno, no es más que un complemento de la política de limpieza étnica contra el pueblo palestino.

Los palestinos y palestinas de la diáspora, se han visto en la afortunada necesidad de abrirse al mundo y también ser parte del mundo en el rincón que les toca estar. El escritor y activista palestino Edward Saïd de nacionalidad estadounidense, quien manifestaba su sentimiento de pertenecía neoyorkina, fue un apóstol radical del Derecho de Retorno y no en vano veía que esa diáspora era un pulmón que debía colocar a Palestina en el mundo y colocar el mundo en Palestina…

De acuerdo con la Real Academia Española, el verbo retornar es: regresar al punto inicial. Es volver al lugar o la situación en que se estuvo. Por lo tanto los palestinos y palestinas expulsados en 1948 (Al-Nakba) y posteriormente en 1967 (Al-Naksa), deben volver a sus respectivos territorios iniciales. Además de entrar y salir cuando quieran tal como consta en el Artículo 2 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos: Cualquier persona tiene el derecho de abandonar cualquier país, incluyendo el suyo propio, y retornar a su país.

Además, la Resolución 194 hace uso del término «inalienable», esto coloca al Derecho de Retorno como un derecho no negociable, por lo tanto ningún Estado o la Autoridad Palestina tienen la potestad de negociar dicho Derecho de Retorno.

La Resolución 194 literalmente estipula: Se debe permitir retornar a los refugiados palestinos que lo deseen…

Por lo tanto, el inalienable Derecho de Retorno de los refugiados palestinos, es propiedad del universo particular, individual, íntimo y privado de cada palestino y palestina. Nadie puede prohibir a un palestino que retorne, como tampoco le pueden obligar a que lo haga. Retornar o no retornar es potestad de cada palestino y palestina, no de ningún Estado, Autoridad Palestina u organización.

En otro orden de ideas, el mundo árabe plagado de dictadores traidores al servicio de los intereses imperiales, y por lo tanto al colonial Israel como garantía para perpetuarse en el poder. Y las figuras de la Autoridad Palestina no serán excepción, tal como el ilegitimo presidente Abu Mazen, cuyo periodo de mandato venció hace años y prácticamente esa Autoridad se ha convertido en una representación de la ocupación colonial israelí.

Las humillantes y criminales declaraciones del ilegitimo presidente pero oficial traidor palestino Abu- Mazen, en las que con eufemismo estrangula el legitimo Derecho de Retorno, hace urgente reeditar la fecunda inteligencia que se ha construido en la sociedad palestina en cuanto al sagrado e inalienable Derecho de Retorno. Y por otra parte, creo que los palestinos sabemos que estamos ante una crisis interna de carácter moral y de vacío político con Abu Mazen a la cabeza de la reaccionaria Autoridad Palestina.

Desde la Palestina errante Al-Awda: [email protected]

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

rCR