El Raval y Rube, la drag queen que actúa en ‘El Cangrejo’ en Barcelona, son los ejes de la exposición de fotografía de Rober Astorgano que hoy abre sus puertas.
El fotógrafo Rober Astorgano inaugura hoy en Barcelona su exposición Rube, un trabajo que indaga en las dobles identidades, tanto personales como de la ciudad. Una persona existe dentro de una persona al igual que una ciudad habita dentro de sí misma. Rube mezcla fotografías de reportaje documental e imágenes de estudio, además de un vídeo documental, y podrá verse en la librería Veusambveu hasta el 17 de enero.
¿Qué quieres mostrar con la exposición Rube?
Mi intención es abordar las cuestiones del género y la identidad, además de mostrar una parte de la esencia del emblemático barrio del Raval de Barcelona. Para ello me baso en la historia del personaje, relacionándola con la del lugar en el que trabaja. Mediante las fotografías y el vídeo se muestra la historia de Rubén, el artista argentino en la privacidad de su hogar, y de su personaje: Rube, la drag queen que hace más de veinte años atrapa todas las miradas de ‘El Cangrejo’, un local con más de 100 años de historia situado en el barrio del Raval y que mantiene el alma de los cabarets de la época de la llamada ‘Barcelona canalla’.
¿Qué relación estableces entre Rube-Rubén y el barrio del Raval?
Una relación basada en la autenticidad, relacionando la identidad del personaje con la identidad del barrio. Este barrio, entonces conocido como Barrio Chino, fue el epicentro de la ‘Barcelona canalla’. Es aquí donde empezaron a verse los primeros números de transformismo y donde, después de la guerra civil y con la férrea dictadura, todavía, todo era posible. Tanto el barrio y el local, así como el personaje, representan para mi el carácter de la Barcelona de esa época.
¿Podría darse esa historia en otro barrio?
Posiblemente, pero creo que de una manera diferente, ya que lo que marca la diferencia en este barrio es la historia que tiene como barrio chino. Es aquí donde se han gestado los personajes más característicos y singulares, donde ha existido esa picaresca y ese desparpajo que ha definido su identidad y que ha marcado esa diferencia.
¿Qué importancia tiene el Raval para tu trabajo?
El Raval es parte fundamental del trabajo. Es un barrio que ha ido forjando su propia identidad durante la historia y que, a pesar del tiempo y de la sociedad moderna en la que vivimos donde se tiende a globalizar todo, todavía consigue mantener esa esencia de la Barcelona auténtica, que se puede ver representada en estos locales que todavía sobreviven, como es el caso de ‘El Cangrejo’.
¿Qué imagen del barrio pretendes transmitir con esta exposición?
La imagen del barrio que quiero transmitir es la que yo sentí cuando llegue a Barcelona y lo descubrí. La de un barrio con identidad propia, diferente a la Barcelona turística que nos muestran las guías de viaje, donde todavía se puede observar la esencia de ese Barrio chino de la Barcelona canalla, a pesar del gran proceso de gentrificación que se esta llevando a cabo en él. Por tanto, la de un barrio emblemático que lucha por sobrevivir, en el que por cierto, ahora estoy viviendo.
¿De qué modo puede la fotografía romper con los estereotipos instaurados?, ¿es uno de los objetivos de tu trabajo?
Como bien decía Eugene Smith, «la fotografía podría ser esa tenue luz que modestamente nos ayudara a cambiar las cosas», y realmente lo creo. Mediante la fotografía se pueden contar historias que muestren la realidad y que ayuden a cambiar los estereotipos marcados por la sociedad y a romper con los esquemas impuestos. Éste es uno de los objetivos de mi trabajo como fotógrafo, tanto en este proyecto como en otros, además de ser una de las motivaciones por las que seguir fotografiando y contar historias, y por lo que me apasiona tanto esta profesión.
¿Cuáles son tus referentes en fotografía?
Ésta es una pregunta siempre complicada de contestar puesto que hay muchos fotógrafos que me han influido durante mi vida y a la hora de realizar mi trabajo. Joan Colom con sus fotografías del Raval ha sido un gran referente, además de ser el que me descubrió este barrio mediante su trabajo. Siempre me he fijado mucho en los clásicos como Robert Cappa, Cartier-Bresson y la gran Cristina García-Rodero. Otros fotógrafos a los que admiro especialmente son James Nachtwey y Martin Parr, y así podríamos seguir con muchos más…