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¿Intento de atizar las llamas?

Fuentes: http://972mag.com/

El primer ministro palestino ha ido a visitar la tumba del terrorista del ataque [de la estación del tranvía], y luego ha entrado en una mezquita, a fin de reforzar los lazos entre los palestinos de Jerusalén Este y los árabes de Ramalá». Estas palabras han sido publicadas por NRG, una página web que pertenece […]

El primer ministro palestino ha ido a visitar la tumba del terrorista del ataque [de la estación del tranvía], y luego ha entrado en una mezquita, a fin de reforzar los lazos entre los palestinos de Jerusalén Este y los árabes de Ramalá». Estas palabras han sido publicadas por NRG, una página web que pertenece al ala derecha, al periódico religioso Makor Rishon que ha sido recientemente comprado por Sheldon Adelson /1, a comienzos de esta semana. La pregunta planteada en el título de NRG queda sin respuesta. ¿Quién exactamente ha intentado atizar las llamas? El primer ministro palestino, Rami Hamdallab, ni siquiera ha visitado la tumba del terrorista /2 al que es imputado el ataque /3.

Atizar las llamas se vuelve muy fácil cuando la opinión pública está controlada por la desinformación. El jueves 16 de octubre, Mahmud Abbas declaró que Israel hace exactamente lo que hay que hacer para suscitar la revuelta, mientras los israelíes continúan censurando a los palestinos por «atizar las llamas». Entonces, ¿quién es verdaderamente responsable?

El equilibrio entre el gobierno y la prensa es lo que está en el corazón de la democracia. Cuando hay una brecha en este equilibrio, el lector puede ser influenciado por ciertas agendas políticas. En este caso, no se reciben informaciones que permitan a una persona sacar conclusiones sobre la base de la realidad sobre el terreno. Cuando la desinformación aparece así abiertamente en el titular de un periódico reputado, entonces el lector medio va a verlo como la verdad (hay que decir que muchos lectores piensan que NRG pertenece aún al diario Maariv- lo que no es cierto). Siguiendo los pasos de recientes informes sobre el terreno, no queda duda alguna de que los medios israelíes deben de estar controlados.

Escuchar los medios palestinos

Si en el pasado los palestinos han escuchado y mirado los medios israelíes para saber lo que ocurría allí (en Israel pre 1967), los israelíes deberían escuchar los medios palestinos para saber lo que ocurre aquí. La mayor parte de los israelíes no lo hacen. En realidad, la lectura de reportajes provenientes de fuentes de información palestinas sobre la guerra -y durante la guerra- es considerada por muchos como un acto de traición. Esto a pesar de que hay una gran ventaja en conocer las formas de expresarse del «enemigo», como lo hace en sus propios medios. Esto es particularmente cierto en tiempos de guerra.

Un período de cooperación entre los servicios de seguridad, el establishment político y la prensa, transforma a los medios en una poderosa herramienta para moldear la opinión pública. Y a pesar del hecho de que la era numérica ha hecho posible para la gente tener acceso a cualquier asunto, la mayoría de la población sigue dependiendo de los grandes medios.

La operación «Margen protector» ha marcado una nueva etapa en la forma en que los acontecimientos han sido tratados por las diversas agencias israelíes de información, el estado, los medios y el público -a la vez en Israel y en el mundo. A menudo, simples hechos -piezas de un puzzle que componen la verdad- han desaparecido o han sido deformadas a fin de presentar una imagen que ha servido a la agenda política del gobierno Netanyahu. Por ejemplo, durante la guerra (que ha sido denominada «operación» por razones económicas -pero sobre todo por razones de elaboración de un discurso oficial- a fin de insistir en que emprendemos una operación para eliminar un «problema»), Israel no ha permitido a los periodistas la entrada en Gaza, salvo por un corto período en el curso de un alto el fuego, durante el cual han sido acompañados por el ejército israelí en sesiones de fotos preplanificadas.

El papel de los medios en la exasperación

Hoy asistimos a intensos enfrentamientos entre palestinos y fuerzas de policía israelíes en Jerusalén-Este y en Cisjordania. Esto se produce después de que los medios y la policía hayan intentado impedir la publicación de reportajes sobre las «olas de violencia» que han tenido lugar los últimos meses. Los periódicos israelíes se han abstenido de informar hasta que haya habido muertos en el ataque /4 que costó la vida de un bebé de tres meses y una mujer y otros siete heridos en una estación de tranvía de Jerusalén.

Solo a partir de entonces los periodistas comienzan a contar el número de cócteles Molotov o de lanzadores de piedras. Algunos de ellos han decidido incluso declarar el «comienzo» de la tercera Intifada. Y todo esto cuando los medios palestinos han seguido asegurando artículos y reportajes sobre la violencia contra los palestinos, tanto por las fuerzas de seguridad israelíes como por los colonos. Violencias cometidas de forma regular. Estas «violencias» son presentadas bajo diferentes títulos, que incluyen todos el nombre de «Intifada»: Intifada del preso, Intifada del Ramadán, o Intifada Al-Aqsa. Y ahora tenemos la Intifada de Jerusalén.

Observando los medios palestinos, se aprende sobre una Intifada que es continua y que cambia en su intensidad y su frecuencia desde hace algún tiempo. En Israel, sin embargo, estos acontecimientos no son «contados» como una verdadera tercera Intifada. Recordemos que Intifada significa levantamiento. Desde las manifestaciones en Al-Aqsa hace dos semanas, los medios israelíes han hecho reportajes sobre los acontecimientos en Jerusalén. Sin embargo, estos informes son a menudo sesgados, con vacíos y desinformaciones que «excitan» al público.

El artículo de Assaf Gabor en NRG, que declara falsamente que el primer ministro palestino ha visitado la tumba de Abdel Rahman al-Shaludi, implicado en el ataque de la estación del tranvía de Jerusalén, constituye un excelente ejemplo de un informe que puede provocar la escalada en la opinión pública israelí.

Hay que decir que todos los palestinos, incluso las personalidades palestinas, están obligados a pasar por puntos de control cuando van a zonas controladas por la AP (Autoridad Palestina) en Israel. Por consiguiente, es evidente que la visita del primer ministro palestino a Jerusalén ha sido coordinada con los israelíes [la policía de la AP trabaja con la policía israelí en los territorios ocupados]. Pero cuando el israelí medio, que no está informado sobre lo que ocurre en los puntos de control, oye hablar de la visita a la tumba del agresor -una visita que no ha tenido lugar- da la impresión de que los palestinos son libres para gestionar sus propios asuntos, sin previa coordinación con los israelíes.

La publicación de estas mentiras conduce al arrebato contra el primer ministro palestino [Rami Hamdallah que a comienzos de junio se reunía con un alto responsable israelí para la pretendida rehabilitación de Gaza] que es transformado así en alguien que apoya al terrorismo y esto, a su vez, conduce a que todos los palestinos sean percibidos como partidarios del terrorismo lo que es una agresión contra personas inocentes.

* Yael Arava es un periodista y realizador de documentales. Escribía para NRG-Maariv en Londres

Notas de la redacción de A l’ encontre

1/ Sheldon Adelson, nacido en 1933, es un magnate americano con negocios en Las Vegas, Macao,Singapur, etc. Fue el impulsor de la fracasada, por ahora, idea del Eurovegas Madrid. Intentó apoderarse del diario Maariv en 2007 pero fracasó. Desde entonces, ha lanzado un diario gratuito, Israel Ha Yom, tras haber abandonado Israelí, otro diario gratuito cofundado en 2006. El número de lectores de esta hoja es muy grande, superior al Yedioth Ahronoth semanal, y superado por este último el viernes-sábado. En marzo de 2014, recibió la luz verde del tribunal de justicia de Jerusalén para comprar Maariv y el periódico religioso conservador (por decir algo) Makor Rishon. Su influencia entre las élites de la derecha sionista más dura es grande.

Sheldon Adelson utiliza una fundación supuestamente de beneficencia, Adelson Foundation para diversas operaciones. En julio de 2014, Forbes valoraba su fortuna en 36,4 millardos de dólares. Es también uno de los financiadores del Partido Republicano en los Estados Unidos.

2/ Las fuerzas especiales israelíes, llamadas fuerzas «antiterroristas», con el pretexto de que habían recibido disparos del sospechoso de haber herido de bala al rabino Yeuda Glick (ver nota 3), Muatnaz Hijazi, de 32 años, le han matado. Esto según el relato dado por el portavoz de estas fuerzas: Micky Rosenfeld. El relato de la mujer de Muatnaz Hijazi, que había conocido las cárceles israelíes, difiere de forma notable; describe de hecho, una verdadera masacre, que no será, evidentemente, investigada.

3/ El martes 28 de octubre por la noche, el rabino Yehuda Glick, de la ultraderecha sionista, inmigrado a Israel desde los Estados Unidos, fue alcanzado por varias balas. Acababa de participar en una concentración para el acceso de peregrinos judíos a la Explanada de las Mezquitas. Esta provocación se inscribe en su campaña por la Reconstrucción del Tercer Templo de Jerusalén, sobre el llamado Monte del Templo, sobre la Explanada de las Mezquitas donde se encuentra la Mezquita al-Aqsa (llamada a veces, lo que está puesto en cuestión en el plano historiográfico, mezquita de Omar). Este proyecto es también sostenido, por razones particulares, por evangelistas y otros cristianos sionistas.

4/ El miércoles 22 de octubre, un coche se ha lanzado contra personas que esperaban en una estación de tranvía. El gobierno israelí habla de un ataque terrorista. Ha acusado al conductor, un palestino de Jerusalén Este de ser miembro de Hamas. El hombre ha muerto a causa de las heridas, según una portavoz del hospital Shaarei Tsedek de Jerusalén.

Fuente original: http://972mag.com/