La inauguró el presidente cubano, Raúl Castro. La ofensiva hegemónica del continente sobre América Latina y el Caribe, la condena al gobierno usurpador instaurado en Honduras, el cambio climático y la crisis económica mundial, entre los principales temas de la reunión
Con un llamado del Presidente cubano, Raúl Castro, a materializar la visión bolivariana y martiana de unidad de Nuestra América, quedó inaugurada este domingo la VIII Cumbre del ALBA-TCP, que discurre en La Habana hasta mañana con la representación de los nueve países miembros de ese esquema integracionista de nuevo tipo.
La reunión, que conmemora los cinco años del nacimiento del ALBA, y el XV aniversario de la primera e histórica visita a Cuba del líder bolivariano Hugo Chávez, arrancó puntualmente con la presencia del Presidente venezolano y de sus colegas Evo Morales y Daniel Ortega, de Bolivia y Nicaragua, respectivamente. Poco después se incorporaría el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves.
Asisten también la canciller del gobierno constitucional de Honduras, Patricia Rodas; su homólogo ecuatoriano, Fander Falconí; Philbert Aaron, embajador de la Mancomunidad de Dominica ante la República Bolivariana de Venezuela y Coordinador Nacional del ALBA; y Bruce Goodwin, embajador de Antigua y Barbuda en La Habana.
A la entrada del lobby del Palacio de las Convenciones que conduce al salón donde tiene lugar el encuentro, Raúl les dio la bienvenida. Chávez fue el penúltimo en llegar y permaneció conversando con el Jefe de Estado cubano en compañía de José Ramón Machado Ventura, Primer vicepresidente de los Consejos de Estado y de Ministros; Esteban Lazo Hernández, vicepresidente del Consejo de Estado, y el canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, mientras aguardaban la llegada de Ortega, quien lo hizo acompañado de su esposa Rosario Murillo, coordinadora del Consejo de Comunicación y Ciudadanía de Nicaragua.
Poco después, a las 9 y 30 de la mañana, quedó inaugurada la cita.
Saludo de Fidel
Anfitrión de la XV Cumbre, Raúl abrió las sesiones. Sus primeras frases fueron para trasladar a los participantes el saludo de Fidel -quien, dijo, «está siguiendo atentamente esta reunión»- y, luego, para manifestar el regocijo por «la contundente victoria» del pueblo boliviano el pasado domingo, al reelegir por amplia mayoría a Evo para un nuevo mandato.
Aunque, como expresó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, «lamentablemente no contamos con la presencia física» del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, la hermana nación centroamericana se encuentra representada por la Canciller de su gobierno constitucional, dijo en alusión a Rodas.
«La historia registrará con merecido reconocimiento la actitud asumida por los países miembros del ALBA-TCP y por la mayoría de los gobiernos latinoamericanos y caribeños, en la condena inequívoca al golpe militar en Honduras», dijo. Quedará constancia también de la actitud de aquellos que, doblegados ante el imperio, terminaron aceptando la maniobra golpista, afirmó Raúl, quien envió «el más caluroso saludo» de esta Cumbre al pueblo hondureño, por medio de la canciller Rodas.
Al comentar la crisis mundial y el «enfrentamiento de dos fuerzas históricas» que tiene lugar hoy en América Latina -el modelo elitista y explotador frente al cual se yerguen las fuerzas progresistas- Raúl patentizó que el ALBA-TCP «no puede ignorar esa realidad», de la que forma parte también el establecimiento de bases militares en la región y la reactivación de la IV Flota, expresiones de la ofensiva hegemónica del imperio norteamericano. Según patentizó, estas estrategias de la doctrina militar estadounidense demuestran que Washington no tendrá límites para dominar el continente que siempre ha considerado su traspatio.
El único límite, precisó, será la resistencia que seamos capaces de ofrecer.
La agenda propuesta, señaló el Presidente cubano, también da la posibilidad de pasar revista a los muchos éxitos de la Alianza en áreas sociales como la salud y la educación. Entre estos, significó la declaración de Territorio Libre de Analfabetismo en Venezuela, Bolivia y Nicaragua, y precisó que se trata solo de un paso para continuar erradicando el flagelo en los demás países miembros.
También resaltó otros resultados sociales importantes que se anota el ALBA-TCP, como los que han propiciado la Operación Milagro, la formación de médicos de la región en la Escuela Latinoamericana de Medicina de La Habana y el desarrollo de estudios genéticos y psicosociales en Venezuela, Ecuador, Nicaragua y Bolivia, que permiten a los gobiernos de estas naciones elaborar políticas encaminadas a garantizar la integración social de las personas discapacitadas.
En el sector económico, el Presidente cubano mencionó como uno de los principales acuerdos de la Alianza, la creación del Sistema Único de Compensación Regional de Pagos (SUCRE), que en 2010 tendrá su estreno, precedido por el nacimiento del Banco del ALBA, cuyos fondos están destinados a financiar proyectos de desarrollo económico y social, así como las empresas grannacionales.
Pero más que los éxitos, la VIII Cumbre del ALBA permitirá dialogar sobre las vías para profundizar en el perfeccionamiento y el impacto de la Alianza, precisó Raúl.
Estamos obligados a plantearnos metas y objetivos audaces, partiendo de las circunstancias y los obstáculos y peligros de la coyuntura internacional, entre los que mencionó a la actual crisis económica mundial y el cambio climático, los cuales, dijo, reclaman nuestra acción.
Muchos de estos asuntos han sido debatidos en los trabajos previos de los expertos, y estarán en la Declaración Final de la cita o serán objeto de pronunciamientos especiales.
Luego de las palabras de inauguración, los asistentes a la VIII Cumbre pasaron a los debates, que tienen lugar todo el día a puertas cerradas. En la tarde está prevista la foto oficial. La clausura será mañana lunes.