En estos días el pueblo Judío celebra el Hanuka, la fiesta de las luces. Tristemente esta celebración empezó iluminada por un fuego no intencionado que asoló el norte del país, cobrándose varias vidas. La reacción de la comunidad internacional no tardó en producirse. Países tachados en repetidas ocasiones de antisemitas por Israel, como Turquía, Jordania, […]
En estos días el pueblo Judío celebra el Hanuka, la fiesta de las luces. Tristemente esta celebración empezó iluminada por un fuego no intencionado que asoló el norte del país, cobrándose varias vidas. La reacción de la comunidad internacional no tardó en producirse. Países tachados en repetidas ocasiones de antisemitas por Israel, como Turquía, Jordania, Egipto y la también antisemita Europa, con España al frente, prestaron enseguida su ayuda enviando los recursos de los que Israel carece.
Da la impresión de que Israel cada vez tiene más asumido el papel de niño mimado; critica, se queja, insulta en ocasiones a sus mayores, sus soportes, para observar luego como éstos se desviven por demostrarle que le siguen queriendo en cuanto tiene problemas.
Una situación que desafortunadamente no es tan extraña en otros países del mediterráneo ha sobrepasado la capacidad de reacción del Gobierno de Netanyahu. El niño Israel no tiene o no ha gastado sus ahorros en un cuerpo de bomberos apropiado, los gastó todos en tecnología militar que quema, no apaga. Torres de vigilancia con armas dirigidas por control remoto en un muro de unos 70 km de longitud encerrando a un millón y medio de habitantes, por poner un ejemplo, Una tecnología que esta semana se ha cobrado 12 heridos en la Buffer Zone.
La Buffer zone, podría ser vista incluso por un extraterrestre que acabase de llegar como un gran cortafuegos preparado por los bulldozer Israelíes a lo largo de estos 70 km de muro. La ausencia de árboles, el bosque de cemento de la ciudad de Gaza que empieza más allá de este «cortafuegos», las armas automáticas, los tanques protegiendo a los bulldozer cuando entran a «limpiar» la zona nos dan la imagen real de esta Buffer Zone, la del clásico Foso Medieval, con tecnología del siglo XXI. Un foso de un kilómetro de ancho de media, alcanzando el kilómetro y medio en varias zonas, en total, el 17% de la Franja de Gaza, el 35% de la tierra cultivable se ha convertido en perímetro de «seguridad» según los israelíes.
Cualquiera que lo traspase es considerado inmediatamente objetivo militar, amenaza terrorista. Diariamente son muchos los «terroristas» que se adentran en la que era su tierra montados en sus carros de combate tirados por un burro, armados de cubos y algunos picos, para recoger restos de escombros de las casas que allí había, que luego serán molidos para reutilizar ese cemento como material de construcción.
En la Franja hay bastante que reconstruir, pero no mucho con lo que hacerlo. Si les preguntas por qué lo hacen, la respuesta mayoritaria no es heroica, es resignada; no hay trabajo y aquí se la juegan por cuatro euros al día. De los 17 heridos de la semana pasada, balas de diferente calibre en piernas y brazos la mayor parte de las veces, son varios los reincidentes, y cuando sanen volverán a jugársela, a esperar que les de tiempo a retirarse de donde recogen escombros después del primer disparo Israelí, a esperar que ese día no disparen.
No hay reglas, un día pueden acercarse a 500 metros, y al día siguiente les disparan a un kilómetro. Si hay intenciones. Entrevistando a un soldado de la marina Israelí, encargado del otro extremo de la Franja, el mar, explicaba que desde la retirada de Israel del interior de la Gaza en el 2005, momento en el que la ocupación empezó a ejercerse desde fuera, son menos visibles aunque igual de presentes, y tienen que recordar con acciones militares de bajo perfil quien manda en la Franja. De éste fuego intencionado no hemos oído nada durante esa semana. Síntoma de que hemos normalizado ya ésta situación.
Normalizar y consentir abusos en cualquier teoría pedagógica es considerado como un error frecuente en padres mal criadores. Este niño lo que ahora necesita son límites.
Fuente: http://www.diagonalperiodico.net/Israel-Arde-Israel-quema.html