La marina israelí bombardeó por primera vez la madrugada de este miércoles objetivos de Hezbollah en el campo de refugiados palestinos de Ain Helue, el más grande de Líbano, horas después de que ataques aéreos israelíes en el sur del castigado país causaron la muerte de 14 pobladores, al tiempo que se intensificaron los combates […]
La marina israelí bombardeó por primera vez la madrugada de este miércoles objetivos de Hezbollah en el campo de refugiados palestinos de Ain Helue, el más grande de Líbano, horas después de que ataques aéreos israelíes en el sur del castigado país causaron la muerte de 14 pobladores, al tiempo que se intensificaron los combates en esa zona y la milicia chiíta lanzó unos 140 cohetes Katiusha contra Israel.
En el ataque de esta madrugada al menos dos personas perdieron la vida, después que dos obuses fueron lanzados por fuerzas israelíes en dirección al campo, según fuentes palestinas.
Durante la jornada del martes, los ataques aéreos de Tel Aviv causaron la muerte de 14 personas y 23 heridos en la aldea sureña de Ghaziyeh, indicaron brigadistas y funcionarios de un hospital. Las bombas fueron lanzadas cuando los habitantes de la aldea sepultaban a las 15 personas que fallecieron el lunes tras una incursión aérea.
Una vocera del ejército israelí dijo que el edificio impactado pertenecía a un dirigente de Hezbollah y que no se encontraba cerca de donde se realizaba el funeral. Agregó que anteriormente se les había pedido a todos los residentes que abandonaran el área.
Cuatro soldados israelíes perdieron la vida en enfrentamientos con Hezbollah, lo que elevó el número de soldados y civiles israelíes fallecidos a 101, en un conflicto originado por la captura de dos soldados el 12 de julio.
Además, 140 cohetes de Hezbollah cayeron sobre el norte de Israel y no hubo víctimas.
Los ataques israelíes a Líbano han causado al menos mil 64 muertos y 3 mil 493 heridos, según un balance de Afp con base en fuentes oficiales.
En el plano diplomático, el gobierno libanés, que reclama un alto el fuego inmediato seguido de la retirada israelí del sur del país, anunció que desplegará 15 mil soldados en su región fronteriza en cuanto Israel retire sus tropas.
Israel reaccionó con prudencia a la propuesta. «Es un paso interesante que debemos examinar. Tenemos que verificar todos los aspectos y en qué medida es aplicable en un tiempo razonable», declaró el primer ministro israelí, Ehud Olmert.
Diplomáticos en la sede de la ONU en Nueva York dijeron que la votación sobre la resolución para detener los enfrentamientos tendrá lugar hasta el jueves.