Los Palestinos de Beit Hanoun en la Franja de Gaza del norte comenzaron a contar el costo de una invasión israelí de un mes de duración cuando las tropas finalmente se retiraron ayer, dejando un rastro de cólera, desesperación y devastación detrás de ellas. Más de 42,000 aceitunas, cítricos y palmeras datileras habían sido arrancados […]
Los Palestinos de Beit Hanoun en la Franja de Gaza del norte comenzaron a contar el costo de una invasión israelí de un mes de duración cuando las tropas finalmente se retiraron ayer, dejando un rastro de cólera, desesperación y devastación detrás de ellas.
Más de 42,000 aceitunas, cítricos y palmeras datileras habían sido arrancados de raíz, según el consejo local. En total, 4,405 acres de huertos, viñedos y campos de hortalizas fueron arrasados.
Los funcionarios acusaron el ejército de demoler 21 casas y dañar otras 314. Cinco fábricas y 19 pozos también fueron destruidos. Ellos dijeron que la pérdida podría alcanzar tanto como £ 70m.
Los israelíes dijeron que ellos entraron para parar a los militantes de Hamas que tiran cohetes en Sderot, una ciudad de 24,000 al otro lado de la frontera dentro de Israel. Una salva mató allí a un niño de tres años y un hombre de mediana edad hace cinco semanas. Una casa fue dañada antes esta semana, y dos cohetes más cayeron sobre en campo abierto ayer.
Antes de salir, el ejército distribuyó prospectos con una historieta mostrando a cohetes despedidos atrás en Beit Hanoun. «El terror», se leía, » le matará. «
Hace dos semanas los pistoleros de Hamas mataron a tiros a un joven cuya familia trató de detenerlos cuando disparaban cohetes cohetes desde su patio trasero por miedo a las represalias, pero el bloqueo aún puede rebotar sobre Israel.
Babel Al-Mari, un agricultor que perdió un acre y medio de viñedos de uvas, dijo: » Cada uno aquí está de acuerdo que los militantes no deberían disparar desde un área densamente poblada. Pero después de esta destrucción masiva, la gente de Bei Anón les dirá vengan y disparen cohetes de las terrazas de nuestras casas. «
Abdullah Musleh estimó que le costaría 400,000 dólares (£ 220,000) reconstruir su fábrica de baldosas para piso. » Ellos no tienen ninguna justificación para hacer esto, » dijo él.
» Esto es la destrucción deliberada de nuestra economía. Ellos han destruido todo, tres máquinas automáticas de planchado, las oficinas, los contenedores de cemento, aún los pisos de mármol bajo las máquinas. Mis 15 trabajadores quedarán sin trabajo».
Abdel Kareem Abu Jarad y su familia ampliada de 26 tenían su casa de dos pisos confiscada para ser usada como base del ejército. Cuando oyeron que los soldados se habían ido ellos volvieron, sólo para observar una excavadora que derribando el edificio.
El sr. Abu Jarad dijo: » Ningún cohete fue disparado cerca de nuestra casa. No hay ninguna justificación para toda esta brutalidad. «
Todos sus ahorros, 7,000 dólares y 25,000 chekels (£ 6,500 totalmente) en dinero efectivo, se habían ido. El sr. Abu Jarad dijo que él sospechó a los soldados por el robo.
El capitán Jacob Dallal, un portavoz militar, dijo los huertos y los edificios fueron usados como refugio para los militantes. » No queremos estar allí, » añadió él. » Solamente no queremos que[misiles] sean disparados desde allí. Si los grupos terroristas funcionan entre la población civil y usan la propiedad privada para lanzar ataques, ellos también tienen que ser responsables.»