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Israel desgarra familias

Fuentes: The Electronic Intifada,

Traducido para Rebelión y Tlaxcala por Nadia Hasan y revisado por Caty R.

Probablemente ya has oído hablar de casos en los que el ejército de ocupación israelí y la policía de frontera han denegado la entrada o el retorno a los territorios palestinos a portadores de pasaportes extranjeros. Ahora este hecho está adquiriendo dimensiones siniestras.

Hay miles de palestinos, sus cónyuges u otros miembros de sus familias, que poseen pasaportes extranjeros. Las autoridades israelíes, por supuesto, conocen el número exacto. A muchos se les denegó la obtención de la credencial de identidad (CI) palestina, documento que emiten las autoridades de ocupación israelíes.

La CI controla los nacimientos, muertes, matrimonios, visitas, visados, permisos y todos los asuntos personales y civiles en los territorios ocupados, incluso en Gaza después de la «desconexión». Desde el gobierno de Netanyahu, a finales de los noventa, no se han emitido nuevas CI palestinas a nadie que las haya solicitado a pesar de los acuerdos formales con los palestinos. No es sólo una ocupación militar sobre la tierra, sino también sobre las personas.

Esta política de denegación sistemática de visados, visitas y retorno se ha acelerado considerablemente durante las últimas semanas y afecta a esposas, hijas, hijos, esposos, nietos… En resumen: separa a las familias. También afecta a profesores en las universidades, estudiantes, investigadores y activistas; y algunas veces a simples turistas.

Mi esposa es europea y tiene pasaporte europeo. Debería viajar al extranjero el viernes para ver a sus hijos y a su madre de 91 años y para renovar su visado pero tiene mucho miedo a que no le permitan regresar. Está indecisa entre permanecer aquí conmigo y sobrepasar su visado o marcharse y que le obliguen a quedarse fuera. Todo el tiempo oye historias de esposas extranjeras que han vivido aquí con sus esposos e hijos y que ahora están fuera de aquí, separadas de sus familias. En el momento en que llegan al aeropuerto de Tel Aviv se les obliga a regresar y pagar la tarifa de vuelta desde el lugar de procedencia.

Esta política afecta a aquellas personas de origen palestino que poseen pasaportes extranjeros y también a los cónyuges de poseedores de CI palestinas. Esto está destruyendo muchas familias. La familia palestina es, probablemente, uno de los pilares fundamentales de la resistencia frente a la ocupación.

A una amiga nuestra alemana, casada con un palestino y con dos hijos jóvenes, que estaba detrás de su esposo, un oficial en el aeropuerto le dijo: «Usted ha vivido 8 años con su esposo. Es suficiente. Ahora tiene que regresar a su país.» Y estampó en su pasaporte «entrada denegada».

Muchas personas en esa situación, miembros de familias separadas por esta política israelí, han formado recientemente un comité para estudiar qué pueden hacer al respecto. Los contactos con las embajadas extranjeras y consulados han resultado infructuosos, por lo que están planteándose visitar abogados, escribir a los medios de comunicación, realizar huelgas de hambre y toda clase de acciones para lograr la reunificación familiar y tener la posibilidad de poder ver a sus familias y amigos o, simplemente, poder visitar este espacio desolado.

No tengo ninguna intención de vivir separado de mi esposa después de 27 años de matrimonio porque lo decida un soldado en Beit El. Este asentamiento, que aloja la oficina central de la «Administración Civil» -un eufemismo para las autoridades de ocupación militar en Cisjordania-, está ubicado en la carretera donde yo vivo, al borde de Al-Bireh, la ciudad gemela de Ramallah. Es extraño que esté tan cerca y a la vez, de alguna forma, tan lejos.

Este problema es obviamente menos dramático que otros actos perpetrados contra los palestinos por la ocupación militar israelí; Es uno más. Otro para añadir a la larga lista de lo que significa vivir bajo el yugo de la ocupación.

Ahmed Zaid es un seudónimo de un profesor palestino que vive y enseña en la Cisjordania ocupada.

Texto original en http://electronicintifada.net/v2/article4841.shtml

Nadia Hasan y Caty R. son miembros de los colectivos de Rebelión y Tlaxcala (www.tlaxcala.es), la red de traductores por la diversidad lingüística.