Traducción para Rebelión de Loles Oliván.
Está meridianamente claro que Israel ha estado involucrado en todas las guerras civiles y guerras entre Estados árabes (y varias no árabes) a lo largo de los años. Difícilmente puede hallarse una guerra civil en la que Israel no estuviera implicado criminalmente en el lado de la parte más reaccionaria. Desde Yemen a Líbano, Jordania, Sudán, Sahara Occidental, Omán e Iraq, Israel ha participado, generalmente al lado de un régimen represor, o de un ejército o milicia represores. Israel ha estado involucrado en los asuntos de Líbano al menos desde 1950.
Israel también ha estado implicado en los asuntos sirios desde hace décadas. La historia de Elie Cohen ha sido contada muchas veces; pero su fracaso -rara vez se menciona en su heroica representación occidental que, después de todo, fue capturado, lo que no constituye en ningún modo el mejor final para un espía- se ha ocultado en todas esas películas y libros pro-israelíes. Cohen, básicamente, abrió un burdel en Damasco en nombre del Mosad con la esperanza de que oficiales ebrios y funcionarios gubernamentales de bajo rango se fueran de la lengua a altas horas de la madrugada. Nunca se ha demostrado que Cohen obtuviera realmente secretos cruciales como se afirmó. Los enemigos árabes de Amin Hafiz [dirigente sirio del golpe de 1963 que llevó al partido Baaz al poder en Siria y su posterior presidente] y los propagandistas israelíes promovieron la historia falsa acerca de los vínculos entre Hafiz y Cohen.
Israel, claro está, considera la erupción de la guerra civil en un país árabe como una oportunidad de oro para entrar en escena, por lo general con la ayuda de uno de las dos partes en conflicto. Siria no ha sido tan segura como Líbano en lo que al espionaje israelí se refiere pero esto puede cambiar pronto. Ya existen informes de medios occidentales sobre la llegada de terroristas del Mosad a Siria a través de los accesos que controlan Turquía y su cliente, el Ejército Sirio Libre. Los Hermanos Musulmanes sirios han mantenido relaciones directas e indirectas con Israel desde hace años. Fueron aliados del rey Husein de Jordania (según admitió él mismo en un célebre discurso televisado que Hafez al-Assad le obligó a hacer) y de las milicias derechistas pro-israelíes de Líbano durante la guerra civil. Las armas israelíes llegaban a las milicias de los Hermanos Musulmanes a través de las Falanges a finales de los años 70 y principios de los 80.
Es demasiado pronto para escribir acerca del papel de Israel en el conflicto sirio, pero los responsables estadounidenses -estrictamente por razones internas- son bastante transparentes al respecto de que se consulta a Israel sobre cada una de las decisiones occidentales sobre Siria. De hecho, puede que el factor israelí esté detrás de la preferencia estadounidense de mantener el régimen sirio pero sin Bashar al-Assad. Israel sigue sin tener claro si quiere un cambio de régimen o no, a pesar de que la proliferación de grupos islamistas extremistas en Siria podría haber inquietado a Israel, y de que Israel pudiera haber presionado a Estados Unidos para que se abstuviera de entregar envíos de armas a Siria. Israel, no obstante, puede que esté apoyando a ciertos elementos de los grupos armados de la oposición con el fin de hacerse un hueco entre ellos.
El reciente ataque israelí contra Siria no es el primero y se produce justo después de los bombardeos israelíes de Sudán, y de Gaza y Cisjordania en Palestina. El objetivo del bombardeo israelí no está claro y el régimen sirio está siendo típicamente circunspecto sobre el objetivo o los objetivos israelíes. El régimen sirio ha recurrido a su clásico lenguaje de esperar para determinar el «tiempo y lugar» de Siria y ha afirmado -una vez más- que se reserva el derecho de responder a la agresión israelí. Por parte de la oposición siria en el exilio no se ha producido más que una escasa condena a pesar de los murmullos aquí y allá y de algunas palabras forzadas de escasos individuos que han afirmado que no están contentos con el bombardeo israelí (el flaco servicio que el Movimiento sirio 14 de Marzo hace a la causa de la enemistad hacia Israel es una réplica de la versión del Movimiento 14 de Marzo libanés).
Y a pesar de su patética falta de respuesta ante los actos de agresión israelí contra Siria en el pasado, el régimen sirio se encuentra en la actualidad en una posición más difícil. Si no actúa en respuesta a la agresión israelí, será muy embarazoso para el régimen justificar que se estén utilizando aviones y helicópteros de combate en su conflicto interno (con fines de preservar el régimen) y no para defender el territorio sirio contra los ataques israelíes. El ejército sirio, que en general ha permanecido leal al régimen, podría hacer frente a importantes deserciones en señal de protesta contra esta renuencia del régimen. Pero si el régimen responde a los ataques israelíes, Israel puede causar graves daños al poder militar del régimen, que resulta necesario para proteger al régimen. En todo caso, el régimen podría sufrir, si bien, el contorno del conflicto cambiaría si se tratara de responder contra Israel de manera decidida.
Israel debe estar nervioso viendo como a su alrededor la tierra se sacude vigorosamente. Hoy en día, la región es muy diferente del ambiente tranquilo al que Israel estaba acostumbrado desde que Estados Unidos y Sadat apartaron al ejército egipcio del conflicto árabe-israelí. Pero los cambios en la región no se han completado y la tierra se seguirá sacudiendo hasta que algún tipo de transformación política, o quizá revolucionaria, tome forma. No es fácil predecir el resultado final pero si se puede predecir que la región será cada vez más insegura para la ocupación y la agresión israelíes. Eso en sí mismo ya es una buena noticia.
Fuente original: http://english.al-akhbar.com/blogs/angry-corner/israel-syria