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Israel está tratando de hacerte enojar. Y está funcionando

Fuentes: Haaretz

Traducido del inglés para Rebelión por J. M.

Netanyahu no te quiere aquí. No quiere tu tipo de apoyo a Israel, donde quiera que estés. Quiere que La Familia y Kahana se queden y que tú te vayas.

 

 Ilustración de Eran Wolkowski

Benjamin Netanyahu no te quiere. No te necesita.

Y si eress una persona que cree que Israel debe afrontar de manera honesta, creativa y enérgicamente con las necesidades angustiantes de la vida real de los israelíes y los palestinos, puedes irte ahora, muchas gracias.

Estás solo en el camino.

Si no puedes ver a Israel como víctima y milagro económico valiente, sin reservas, si no puedes encontrar en tu corazón el reconocimiento en grado de adoración al Estado judío como una democracia pura, una isla solitaria estable de los derechos humanos universales y el respeto a la libertad en medio de un agitado océano de fanatismo, despotismo e intolerancia, el lugar que le corresponde es, como se dice en hebreo, no es aquí.

Márchate, te está diciendo Netanyahu. Haz mi día.

No hace ninguna diferencia quién eres, dónde estás, lo mucho que te preocupes por Israel o el judaísmo. Si vives aquí,  te está diciendo mejor que aceptes que tus hijos -si quieren tener una oportunidad decente a una vida digna- tendrán que elegir entre uno u otro exilio. Puede ser el exilio en Berlín o Christchurch, o el exilio en los asentamientos de Ariel o Talmon.

Si vives en el extranjero y todavía apoyas los derechos de los israelíes y los palestinos a la libre determinación, la seguridad, la libertad de oportunidades, Netanyahu te está diciendo, puedes bajarte del autobús en la siguiente parada.

Él tiene tiempo para sus donantes, como el magnate de las telecomunicaciones con sede en Nueva Jersey Howard Jonas, la fuerza impulsora detrás de un supuesto proyecto de fracking que fue afortunadamente evitado por grupos ambientalistas y el ministerio de Protección del Medio Ambiente (un ministerio en manos de la oposición del país) antes de que el proceso de extracción del petróleo enquistado destruya una de las más hermosas zonas rurales de Israel.

Él no tiene tiempo para ti.

Si quieres ser un amante de Israel, te está diciendo, tienes que arreglarte con mis amigos. Tienes que agacharte, dar vuelta todos tus valores, hasta que puedas aceptar que cuando Israel realmente hace algo que parece correcto y justo, los amigos de Bibi lo enviarán al traste y repudiarán y trabajarán para evitarlo hasta que consigan lo que quieren.

Si el Tribunal Supremo defiende los derechos de los solicitantes de asilo africanos que buscan trabajo para evitar el regreso a las letales condiciones de sus países de origen, Netanyahu -con un guiño a sus votantes racistas y kahanistas, que conforman el mínimo común denominador de los votantes israelíes- hará sus mejores esfuerzos para despachar a todos los refugiados africanos calificándolos como oportunistas que buscan bienestar. Y luego, su ministro del Interior, Gideon Saar suspenderá su anunciada salida de la vida pública con la promesa de luchar contra el Tribunal Superior, movimiento apoyado por un exdiputado kahanista que llama a la Corte un peligro mayor a la existencia de Israel que el Estado islámico.

Netanyahu no te quiere aquí. No quiere tu cándido apoyo a Israel. Quiere que La Familia y Kahana se queden, y que te vayas.

Incluso si eres un principal aliado como los Estados Unidos o Gran Bretaña, cuyos gobiernos han cooperado con Israel para causar las terribles bajas de la reciente guerra de Gaza, Netanyahu te permitirá estar, una y otra vez y otra vez.

El humo de la batalla de este verano aún no se había disipado, cuando se anunciaron nuevos asentamientos en Cisjordania y Jerusalén oriental, y la versión diplomática de Israel de proyectiles de artillería callejeros aterrizaba de lleno en la Casa Blanca y en el 10 de Downing St.

Después de desgastar a John Kerry y cabrear lo bastante al presidente como para seis significativas conversaciones de pa , la próxima misión de Netanyahu es la reelección. Con ese fin, ha trabajado para mantener su actual mandato el mayor tiempo posible, es decir, hasta noviembre de 2017. Y su mejor apuesta, en este sentido, puede ser un electorado muy abatido y desesperanzado como para molestarse incluso en ir a votar.

En caso de que eso fracase, sin embargo, otra posible línea de ataque como defensa salió a la luz la semana pasada, la noción de que la gente que se quejaba de las dificultades de la vida cotidiana en Israel no son más que antipatriotas llorones y/o sinvergüenzas.

En un notable artículo de opinión en Israel Hayom, el diario de gran tirada diaria pro-Netanyahu, el columnista Emily Amrusi argumentó que no hay hambre en Israel y que la pobreza es en gran medida una ficción promulgada y explotada por las ONG cazadoras de donaciones.

El artículo viene a raíz de las cifras de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo que muestran que Israel tiene el mayor índice de pobreza en el mundo desarrollado, con más de uno de cada cinco israelíes viviendo en la pobreza y con el crecimiento de esa misma población en mayor grado que en cualquier otra nación de la OCD.

El artículo también se refiere a un estudio publicado este año, que demuestra que de los sobrevivientes del Holocausto que viven hoy cerca de 190.000 en Israel, unos 50.000 viven en la pobreza, con uno de cada cinco obligado a elegir entre comprar alimentos o medicamentos durante los últimos dos años.

Sin embargo, escribe Amrusi, ex portavoz de la YESHA [Consejo para los asentamientos de Judea y Samaria en Cisjordania], «Así como las organizaciones de ‘derechos humanos’ evitó los cabezazos contra Israel que venían del exterior y les hizo la guerra, así hacen la guerra interna las organizaciones no gubernamentales de caridad con alimentos».

En un anuncio durante una campaña publicitaria refiriéndose a un veterano poblador («YESHA is Right Here») – juego de palabras en inglés con la palabra right, N. del T.-, continúa la periodista, «Para fines de relaciones públicas, ellos incitan a los ciudadanos de Israel a creer que el infierno está aquí».

No obstante, Amrusi concluye, «Israel es uno de los mejores lugares del mundo para vivir».

Ahí está: el modelo de la nueva línea del partido de Netanyahu: «No hay pobres, no hay problema».

Como así «No hay Palestina, no hay problema».

Como en: «¿Gaza en ruinas problema? Es el problema de otro».

Fuente: http://www.haaretz.com/blogs/a-special-place-in-hell/.premium-1.620870