Israel calculó el número mínimo de calorías que los palestinos de Gaza necesitarían para mantenerse con vida, con el fin de diseñar el bloqueo al que somete a la Franja. En la práctica el bloqueo ha rebasado esa «línea roja» y echa por tierra la justificación de la seguridad. Israel calculó el número de calorías […]
Israel calculó el número mínimo de calorías que los palestinos de Gaza necesitarían para mantenerse con vida, con el fin de diseñar el bloqueo al que somete a la Franja. En la práctica el bloqueo ha rebasado esa «línea roja» y echa por tierra la justificación de la seguridad.
Israel calculó el número de calorías que los palestinos necesitarían para evitar la desnutrición bajo el bloqueo sobre la Franja de Gaza, según un estudio que el Tribunal Supremo ha obligado al Gobierno hebreo a publicar. «Formaba parte de un documento de investigación que se presentó en dos discusiones y que nunca usamos», se justificó ayer Guy Inbar, del Ministerio de Defensa israelí después de que el documento fuera publicado por Gisha, un grupo de defensa de los Derechos Humanos israelí que lo había solicitado.
El documento, presentado en enero de 2008, aporta nueva luz sobre los planteamientos que ayudaron a organizar el bloqueo que Israel endureció sobre la Franja de Gaza a partir de 2007, después de que el grupo islamista Hamas se hiciera con el control. Los palestinos describieron las restricciones como un castigo colectivo que asfixiaba a su economía.
2.279 calorías diarias
El estudio, «Consumo de alimentos en la Franja de Gaza- Las líneas rojas», estimaba que cada palestino debía ingerir como media diaria 2.279 calorías. Según el documento, «para mantener la estructura básica de vida» en la zona, Israel permitiría la entrada de 106 camiones con bienes esenciales al día. Según Gisha, unos 400 camiones llegaban a Gaza cada día antes del bloqueo y en el momento en el que se elaboró el documento solo lo hacían unos 67. La semana pasada, Israel permitió la entrada de 935 camiones con bienes básicos y material de construcción a este territorio de 1,6 millones de habitantes. Según el Servicio Sanitario Británico, un hombre necesita de media 2.500 calorías para mantener su peso y una mujer 2.000.
La ONG ha denunciado que el estudio contradice los argumentos del Gobierno israelí de que el bloqueo es necesario por motivos de seguridad. «¿Cómo puede Israel afirmar que no es responsable de la vida de los civiles en Gaza cuando controla incluso el tipo y la cantidad de alimentos que los residentes palestinos de Gaza tienen permitido consumir?», se pregunta su director, Sari Bashi, en un comunicado recogido por la BBC.
Por su parte, el director de operaciones en Gaza de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos, Robert Turner, consideró que «esto refleja una auténtica política para limitar las importaciones de alimentos». «Este documento con `líneas rojas’ es contrario a los principios humanitarios», advirtió. Según Turner, «los hechos sobre el terreno indican que las importaciones de alimentos cayeron por debajo de las líneas rojas», y recuerda que el bloqueo «es un castigo colectivo de la población y es ilegal bajo el Derecho Internacional».
Netanyahu quiere quitar trabas a la colonización
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, quiere dar legalidad -según la normativa israelí- a las colonias en Palestina y levantar cualquier traba a la extensión de los asentamientos en Cisjordania. Según la radio pública israelí, Netanyahu quiere adoptar algunos de los principios de un informe de tres juristas que sostienen que Israel «no es una potencia militar ocupante» y que el derecho internacional no prohibe la creación y la extensión de las colonias. La comunidad internacional considera ilegales todas las colonias israelíes, incluidas las aprobadas por el Gobierno.
Netanyahu quiere que su Ejecutivo vote la nueva legislación antes de las elecciones anticipadas del 22 de enero. El ministro de Transportes, Israel Katz, se felicitó de la decisión que constituiría «un mensaje que subraya claramente el derecho de los judíos a instalarse en Judea-Samaria (nombre con el que denominan a Cisjordania)». Según la emisora, Netanyahu dejó de lado el informe durante los últimos meses para evitar la críticas de la comunidad internacional, pero el deseo de obtener el apoyo del ala más derechista de su partido ante las elecciones le ha animado a adoptarlo.
Fuente original: http://www.gara.net/