La nota hecha pública por el Gobierno israelí es escueta: «En una operación de las fuerzas de seguridad, el Ejército ha llevado a cabo un ataque aéreo contra un vehículo en el que viajaba Mohamed Dahduh, un terrorista dirigente de la Yihad Islámica buscado por su implicación en el lanzamiento de cohetes, incluyendo katiushas, contra […]
Es la de los daños colaterales de las «operaciones antiterroristas» israelís una historia repetida y frecuente en los territorios ocupados, pero la de Handi –28 años, miembro de Fuerza 17, la guardia del presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbás– es especialmente trágica. El sábado, tres horas antes de que algún militar israelí apretara el botón que lanzó una bomba contra el coche de Dahduh, Handi recibió las llaves de su flamante coche nuevo, un Mitsubishi Lancer, un motivo de gran alegría para toda la familia. Tanta euforia que a media tarde la familia casi al completo no pudo resistir la tentación de subirse al coche para visitar a las hermanas de Handi y mostrarles el nuevo vehículo.
Niños en el regazo
Conducía un tío de Handi, y a su lado viajaban el propio Handi y su hijo pequeño de dos años y medio, Momen. Detrás, iban de izquierda a derecha la madre, Naima, la esposa, Hanan, y un cuñado, Nahed. Las dos mujeres llevaban en su regazo a Mohaned, de cinco años y medio, y a la pequeña Mariyah, de tres y medio. Cerca de las seis y media de la tarde, el coche del activista de la Yihad Islámica voló por los aires justo cuando el Mitsubishi de los Amán circulaba detrás suyo en una calle repleta de tráfico. «Los que estaban en la parte izquierda de mi coche murieron o resultaron gravemente heridos», explicaba ayer Handi, con lágrimas en los ojos, en el velatorio que se ofició en frente de su casa en Gaza, muy cercana al lugar de la tragedia.
Una investigación El ministro de Defensa israelí y responsable político de la muerte de parte de la familia Amán, Amir Peretz, habló sin que nadie se lo pidiera de la tragedia de Handi y anunció la apertura de la consabida investigación, un proceso que no debe de ser demasiado eficaz porque la muerte de inocentes en los asesinatos selectivos israelís no cesa, pese a lo cual el Estado hebreo no renuncia a esta táctica. Peretz también dijo que durante su mandato «la vida de los niños será una prioridad». Pero no se refería a las vidas de Mohaned y de Mariyah, sino a la de los niños israelís después de que ayer un cohete artesanal Qasam disparado desde Gaza impactara en un escuela de Sderot sin causar víctimas.