Traducción de Susana Merino
Cada vez hay más muros en el mundo, pero comienzan a escasear los nombres con qué bautizarlos. El que ha comenzado a construir ayer Israel en el límite con Egipto, por ejemplo ha sido llamado en los documentos oficiales israelíes «barrera anti-infiltración»
Los infiltrados son migrantes que huyen de Sudán, Etiopía, Somalia y Eritrea. El proyecto aprobado en marzo por el parlamento israelí, comenzó a construirse ayer. Se prevé una inversión de alrededor de los 270 millones de euros, aunque para la oposición israelí costará mucho más. Se construirá un verdadero muro de 110 km en parte de los 240 km que limitan a Egipto con Israel. El resto será dotado de alta tecnología, incluidos sensores y cámaras de video, además de ser monitoreado por gran cantidad de policías y de militares.
El objetivo es impedir la entrada a los miles de inmigrantes, procedentes de Africa que atraviesan los límites cada semana. Tales son los datos de Ytzhak Ahakonovic, ministro israelí de Seguridad Interna, mientras que la autoridad israelí que se ocupa de los inmigrantes los calcula en cerca de setecientos semanales. Mientras se discuten los números, no sucede lo mismo con la política del ejecutivo de Tel Aviv. El premier Benjamin Netanyahu definió, en el pasado, a los inmigrantes ilegales como «una grave amenaza para la esencia hebrea y democrática de Israel»
La única amenaza cierta para la democracia, son por ahora, solamente los guardias fronterizos israelíes y egipcios.. En 2009 fueron 30 los inmigrantes muertos a sangre fría, en el 2008, 40. La policía egipcia se defiende diciendo que solo abren fuego cuando los inmigrantes no acatan las intimaciones de la policía de El Cairo, pero las organizaciones internacionales que luchan por la defensa de los derechos humanos han denunciado siempre los brutales métodos de los guardias fronterizos egipcios.
El muro en realidad, completará el sistema integrado de seguridad entre Israel y Egipto. El Cairo construyó una barrera subterránea, en el desierto de Sinai, para sellar los túneles que pasaban bajo el límite con Gaza. La parte septentrional del muro israelí se juntará con la barrera egipcia.
Los ingresos ilegales, según el gobierno israelí, aumentaron 300 veces durante el último año, llegando a más de diez mil en un año. Según el Instituto de Estadística de Tel Aviv, son ilegales más del 40% de los trabajadores inmigrantes en Israel. El campeón de la cruzada contra ellos es Eli Yishai, ministro del Interior israelí. Es el inventor de la Brigada Oz,cuerpo de policía de excelencia cuyo preciso objeto es apresar a los invisibles indocumentados.
Además Yishai había propuesto incluso la expulsión de los menores, hijos de indocumentados. Según el último proyecto de Yishai, por lo menos unos 800 serán expulsados cuando cumplan 21 años de edad. Se trata de miles de chicos, que por el momento son defendidos por organizaciones no gubernamentales y por un grupo de diputados, pero no se sabe por cuanto tiempo más.
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