El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha rechazado la petición del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, para suavizar el bloqueo aéreo y marítimo sobre El Líbano tras su reunión de esta mañana en Jerusalén. Esta decisión se impuso al comienzo de la guerra entre las tropas israelíes y Hizbulá hace casi siete semanas. […]
El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ha rechazado la petición del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, para suavizar el bloqueo aéreo y marítimo sobre El Líbano tras su reunión de esta mañana en Jerusalén.
Esta decisión se impuso al comienzo de la guerra entre las tropas israelíes y Hizbulá hace casi siete semanas.
Tras el encuentro, de poco más de una hora en Jerusalén, Olmert ha asegurado que cualquier medida orientada a aliviar el bloqueo contra el Gobierno de Beirut depende del «completo cumplimiento de la resolución 1.701«.
Este texto del Consejo de Seguridad de la ONU ordenó que se declarara un alto el fuego e hizo un llamamiento al despliegue de 15.000 cascos azules previsto para el 4 de noviembre.
De todos modos, Olmert mostró su disposición para el inicio de «contactos directos» entre los Ejecutivos de Israel y El Líbano. «El pueblo israelí no tiene un conflicto con el Gobierno de Beirut, por lo que confío en que las condiciones cambien rápidamente y se logre un acuerdo positivo entre los dos países», subrayó.
La reunión de Olmert con Annan se produce en la segunda jornada de visita del secretario general de la ONU en Israel. El martes, tras entrevistarse con el titular israelí de Defensa, Amir Peretz, anunció que espera que de aquí al viernes las tropas de la fuerza multilateral desplegadas en el Líbano se habrán doblado, hasta sumar 5.000 soldados, la tercera parte de lo previsto por la resolución de la ONU.
El ministro, por su parte, expresó la disposición de Tel Aviv a levantar el bloqueo al país vecino, pero evitó entrar en detalles sobre el plazo o las condiciones. Hasta ahora, Israel ha insistido en que no puede levantar el cerco aéreo y marítimo hasta que la fuerza multinacional controle todas las fronteras libanesas para evitar la entrada de armas destinadas al grupo chií Hizbulá.
Durante la mañana del martes, Annan visitó el sur del país bombardeado por las fuerzas aéreas israelíes, donde ha insistido en la necesidad de aplicar, «de manera total», la resolución 1701 del Consejo de Seguridad. «Todavía queda mucho por hacer, pero si las intenciones son buenas podemos avanzar con rapidez».
Rehenes y prisioneros
En el Líbano, el secretario general de la ONU se entrevistó con el comandante de la fuerza multinacional, el general francés Alain Pellegrini, así como con varios oficiales, e insistió en la necesidad de que se respete el cese de las hostilidades y la Línea Azul, límite impuesto por Naciones Unidas entre el Líbano e Israel para certificar la retirada de las tropas controladas por Beirut del país vecino en 2000.
Tras el encuentro, el responsable hizo hincapié en la importancia de crear en el sur del país una «zona sin armas». Declaró también que había que encontrar una solución rápida para la liberación de los dos soldados israelíes capturados por Hizbulá el pasado 12 de julio y discutir sobre los prisioneros libaneses en Israel.
Annan insistió en que era primordial suprimir el bloqueo impuesto por Israel debido a que los libaneses se sienten humillados y la medida atenta contra su soberanía. Asimismo, hizo hincapié en que desde Naciones Unidas se está tratando de reforzar las fuerzas multinacionales. Por su parte, Pelligrini dijo que actuará como árbitro para supervisar el alto el fuego y que Annan hará lo mismo en la ONU, en caso de que aparezcan acusaciones de cualquiera de estos dos países.
Annan asistió además a una ceremonia en honor de las víctimas de la FINUL de la reciente ofensiva israelí y puso una corona de flores durante una ceremonia en honor de los muertos. En esta ocasión, el secretario general de la ONU agradeció los servicios prestados por esta fuerza, que llegó al Líbano en 1978 tras la primera invasión israelí del Líbano.