Israel mantiene los ataques contra la franja de Gaza a pesar de la declaración oficial de alto el fuego. Ayer, según informaron fuentes médicas y testigos, siete estudiantes y un policía de Hamas resultaron heridos en Khan Yunis, al sur de Gaza, tras el lanzamiento de un proyectil. Un portavoz del Ejército israelí dijo que […]
Israel mantiene los ataques contra la franja de Gaza a pesar de la declaración oficial de alto el fuego. Ayer, según informaron fuentes médicas y testigos, siete estudiantes y un policía de Hamas resultaron heridos en Khan Yunis, al sur de Gaza, tras el lanzamiento de un proyectil. Un portavoz del Ejército israelí dijo que el objetivo era un miliciano, al que identificó como Mohamed Uda Chamdam Samiri, de 25 años. Al parecer, viajaba en motocicleta cerca del hospital Naser, en el centro de la ciudad. El jefe de los servicios de emergencia de la franja, Moawiya Hasanein, indicó que su estado era de extrema gravedad, mientras que los menores, que volvían del colegio, presentaban heridas de distinta consideración.
El Ejército acusó a Samiri de estar involucrado en el ataque con explosivos que el martes mató a un oficial del Ejército e hirió a tres soldados.
Horas antes, aviones israelíes bombardearon una fundición en Rafah, en la frontera con Egipto. Un portavoz militar dijo a France Presse que «estaba siendo empleada para fabricar armas».
El miércoles, atacaron vía aérea los túneles que comunican Gaza con Egipto. Ese mismo día por la noche, milicias palestinas reanudaron el lanzamiento de cohetes, los primeros desde la declaración de alto el fuego el pasado día 18. Uno de ellos impactó contra una comuna agrícola en Reim, al sur de la región de Ashkol. Las Brigadas de los Mártires de al-Aqsa, brazo armado de al-Fatah, reivindicó la autoría del ataque «en respuesta a la violación diaria del alto el fuego por Israel». Otro cohete cayó en las cercanías de Sderot.
Estos ataques coinciden con la presencia del enviado especial de EEUU a Oriente Medio, George Mitchell, que ayer se entrevistó con el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas. Mitchell, que no se reunirá con Hamas, pidió la reapertura de los pasos fronterizos de Gaza porque para «impedir el tráfico ilícito de armas, debe haber un mecanismo que permita el flujo legal de productos y esa tarea deberá contar con la participación de la Autoridad Palestina».
Ayer un buque iraní cargado con toneladas de ayuda humanitaria para Gaza atracó en el puerto de Beirut después de que las autoridades de Egipto le negaran la entrada en la costa palestina tras recibir una alerta de Israel, que denunció que el barco transportaba armas para Hamas.
Ante la imputación por parte de la Audiencia Nacional española del ex ministro de Defensa israelí Benjamín Ben-Elizer y seis militares por un ataque «desproporcionado» en la franja en julio de 2002, en el que murieron un líder de Hamas y 14 civiles, el titular de Defensa, Ehud Barak, afirmó que «hará todo» lo necesario para anular la querella, que tildó de «delirante». «Quien califique de crímenes contra la humanidad la liquidación de un terrorista vive en un mundo al revés», dijo en un comunicado.
El juez Fernando Andreu admitió a trámite la demanda del Centro Palestino para los Derechos Humanos.
Un cirujano argelino constata el uso de uranio y fósforo blanco
Amnistía Internacional denunció la utilización durante la operación «Plomo Fundido» de diminutos dardos de metal encapsulados en el interior de proyectiles de 120 milímetros. Generalmente, éstos se disparan desde carros de combate, explosionan en el aire y esparcen entre 5.000 y 8.000 dardos o flechillas, que tienen unos cuatro centímetros de largo, punta afilada y cuatro aletas en la parte posterior. Aseguró que Israel lleva varios años usándolas en Gaza. Las denuncias contra Israel por emplear armas prohibidas se van acumulando. Ayer el cirujano argelino Mohamed Khouidmi, que trabajó en el servicio de urgencias del hospital de Shifa durante la ofensiva, afirmó que «el Ejército lanzó misiles antipersona que explotaban a unos 50 centímetros de la superficie, lo que provoca la amputación de los miembros inferiores de las personas que están en el perímetro de la deflagración».
Los heridos, añadió, tras varias horas de operación y una vez realizada la amputación y cerrada la herida, eran ingresados en el servicio de reanimación. «Al cabo de dos o tres horas, la herida volvía a abrirse y la hemorragia mataba al paciente», afirmó. «Lo que constaté en Gaza era extraño, nada que ver con lo que pude ver en otros conflictos», insistió. Resaltó que los cuerpos que examinó en el depósito tenían «los intestinos quemados y exhalaban un olor ajo», por lo que dijo no albergar «ninguna duda» el Ejército también empleó fósforo blanco en sus bombardeos.
Khouidmi está considerado como uno de los mejores especialistas en medicina de urgencias del norte de África.