¿Cómo afecta al lobby israelí el reciente vuelco electoral en Estados Unidos, en el que el Tea Party ha salido victorioso? En primer lugar, hay que diferenciar entre los judíos de a pie que residen en USA y los intereses de Israel. Es tradicional que la mayoría de judíos americanos voten por el Partido Demócrata, […]
¿Cómo afecta al lobby israelí el reciente vuelco electoral en Estados Unidos, en el que el Tea Party ha salido victorioso?
En primer lugar, hay que diferenciar entre los judíos de a pie que residen en USA y los intereses de Israel. Es tradicional que la mayoría de judíos americanos voten por el Partido Demócrata, ya que suelen tener una ideología cercana a la socialdemocria y se preocupan por una mejora de la educación y la sanidad y los derechos civiles. Sin embargo, no está tan claro que el partido que mejor defiende los intereses de Israel sea el demócrata.
En el caso de Tea Party, su islamofobia lo convierte en un aliado artificial de Israel en su «lucha» contra el Islam. Sin entender que la liberación palestina no tiene nada que ver con la expansión del Islam, los miembros del Tea Party se han mostrado firmes defensores de Israel. De hecho, el Tea Party celebró, el pasado 30 de octubre, un meeting en Tel Aviv, para recaudar fondos y mostrar su rechazo a Obama. El esta reunión, se abogó por una declaración unilateral afirmando la soberanía israelí sobre Cisjordania, extinguiendo definitivamente el territorio palestino.
Y volviendo a Estados Unidos, es conveniente analizar las opiniones de lagunos de los líderes más destacados.
El republicano más poderoso del país, al menos en lo que a poder institucional se refiere, es Eric Cantor, quien será el nuevo líder del grupo republicano en la Cámara de Representantes tras la victoria electoral de su partido. Eric Cantor es un congresista judío por Virginia, que aunque no pertecene al Tea Party y ha tenido algunos encontronazos con ellos, es un firme partidario de eliminar las ayudas estadounidenses a la Autoridad Nacional Palestina y de fortalecer los lazos USA-Israel.
La figura más representantiva del Tea Party es obviamente Sarah Palin. Islamófoba convencida, no duda en alabar a Israel cada vez que sale el tema. Además, Palin tiene en su despacho, pegada a la ventana, una bandera israelí, a pesar de la reducidísima población judía de Alaska. Esto prueba que no es el voto judío lo que busca, sino la financiación. Según argumentan algunos analistas, Palin apoyaría a Israel movida por un deber bíblico, ya que los evangélicos consideran la preservación del estado de Israel como un deber religioso.
Otra de las figuras emergentes del Tea Party, posible presidenciable en 2012, en Marc Rubio, nuevo flamante sensdor por Florida, el 4º estado más poblado del país, con 18 millones de habitantes. Rubio se ha mostrado un firme partidario de Israel, emitiendo opiniones enormemente discutibles y pocos fundadas en favor de la ocupación, como «el bloqueo israelí a Gaza se hace por razones legítimas» o «los activistas del Mavi Marmara no tenían nada de humanitarios».
Tampoco podemos olvidar a Rand Paul, que acaba de ser elegido Senador por Kentucky. Es hijo del influyente congresista republicano y ex-candidato a Presidente del país, Ron Paul. Este líder del Tea Party, es un acérrimo defensor de Israel y uno de los grandes reclamos para el dinero de los financiadores judíos. Las declaraciones de Rand Paul resultan ser calcos milimétricos de los pensamientos del AIPAC, el looby israelí más importante en USA. Al igual que otros miembros del Tea Party, no es partidario, en general, de la ayuda exterior de USA a otros país, pero hace una excepción con Israel por «los especiales vínculos entre ambos países«.
En definitiva, la irrupción del Tea Party en la política norteamericana, supondrá un obstáculo más en el largo camino por lograr el fin de la ocupación israelí y hará más difíciles las tímidas intentonas de Barack Obama de alcanzar un acuerdo justo entre las partes en Oriente Próximo.
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