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Israel y los derechos humanos intermitentes

Fuentes: France Palestine

Traducido por Jorge Aldao y revisado por Caty R.

¿Universales los derechos humanos? ¡Piénselo bien! Se detienen a las puertas de Israel.

¡Aquí tenemos las contorsiones de Occidente y los derechos humanos a geometría variable! (1). Realmente, el Presidente iraní Mahmoud Ahmedineyad, ha cometido el «crimen de lesa israelidad». Tuvo el valor de denunciar el racismo del Estado de Israel. ¡Cómo se le ocurre, señor Presidente!

¿Racista Rafael Eytan, ex jefe del Estado Mayor del ejército de Israel, que compara a los palestinos con «cucarachas en un tarro»?

¿Racista Avigdor Lieberman, ministro de Asuntos Exteriores del gobierno israelí, quien propone aplicar en la franja de Gaza «lo que hizo Estados Unidos en Japón al final de la segunda guerra mundial», es decir lanzar una bomba atómica?

¿Racista David Ben Gurion, quien declaró en 1937: «debemos expulsar a los árabes y ocupar su lugar»?

¿Racista Heilbrun, presidente del comité para la reelección del general Shlomo Lehat, alcalde de Tel Aviv, que afirmó en octubre de 1987: «debemos matar a todos los palestinos, a menos que se resignen a vivir como esclavos»?

¿Racista Israel Koenig, principal autor del famoso informe Koenig, que describe detalladamente las formas de discriminación que hay que utilizar contra los ciudadanos israelíes palestinos, cuya humanidad puede evaluarse a partir de esta cita: «debemos utilizar el terror, el asesinato, la intimidación, la confiscación de las tierras y la suspensión de todos los programas sociales con el fin de liberar a Galilea de su población árabe»?

¿Racista Joseph Weitz, director del Fondo Nacional Judío, quien escribió en 1973: «la única solución es el Eretz Israel (Gran Israel) o, por lo menos, el Eretz Israel Occidental (todas las tierras al oeste del Jordán) sin árabes. No hay lugar para un compromiso sobre este punto. No debemos dejar ni un sola aldea, ni una sola tribu»?

¿Racista Golda Meir, quien declaró, el 8 de marzo de 1969: «¿cómo podríamos devolver los territorios ocupados, si no hay nadie a quien devolvérselos»?

¿Racista Isaac Shamir, Primer Ministro israelí, quien prometió el 1 de abril de 1988: a los palestinos «los aplastaremos como a insectos y reventaremos sus cabezas contra las rocas y las paredes»?

¿Racista el rabino israelí Isaac Ginsburg, quien afirmó en el Jerusalem Post el 19 de junio de 1989, que «la sangre judía y la sangre de los ‘goys’ (no judíos) no son iguales» y concluía que «matar no es un crimen si las víctimas no son judías»?

¿Racista Théodor Herzl, fundador de la Organización Sionista Mundial, que proponía, el 12 de junio de 1895, «expulsar a la población pobre (los árabes) fuera de las fronteras, negándole el trabajo»? (2).

¿Racista Ehud Barak, quien en el año 2000 (Jerusalem Post, 30 de abril de 2000), hizo la siguiente comparación: «los palestinos son como los cocodrilos, cuanta más carne se es da, más quieren»?

¿Racista Menahem Begin quién, en un discurso ante el Parlamento israelí, equiparó a los palestinos con «bestias que caminan sobre dos piernas «? (Amnon Kapeliouk, Begin and the beast [Begin y las bestias], New Statesman, 25 de junio de 1982).

¿Racista Moshe Katsav, ex presidente israelí que declaró al Jerusalem Post, el 10 de mayo de 2001: «hay una diferencia enorme entre nosotros (los judíos), y nuestros enemigos. No sólo en la capacidad, sino en la moral, la cultura, el carácter sagrado de la vida y la conciencia. Son nuestros vecinos, pero es como si a unos cientos de metros hubiera un pueblo que no pertenece a nuestro continente, a nuestro mundo, que perteneciera, en realidad, a otra galaxia «? (Este gran moralista tiene algunos problemas con la justicia de su país, donde está acusado de violación).

¿Racista Netanyahu, actual Primer ministro de Israel quien expresaba así su lamento en noviembre de 1989: «Israel debería de haber aprovechado la represión de las manifestaciones en China, cuando la atención del mundo se centró en ese país, para llevar a cabo expulsiones masivas de los territorios»? (Periódico israelí Hotam, 24 de noviembre de 1989).

¿Racistas los miles de jóvenes soldados israelíes que pasean por Tel Aviv con camisetas que muestran la imagen de una mujer palestina embarazada en el centro de una diana y la leyenda «One shot, two kills» (dos pájaros de un tiro)?

Sí, el racismo es consustancial con el Estado de Israel. Lo acompaña desde su nacimiento. ¿Denunciar esto es caer en el antisemitismo? Escuchemos voces distinguidas, como las de Laurent Schwarz, Stanislaw Tomkiewicz, Daniel Barenboim, Edgar Morin o Harold Pinter; voces judías, sí, judías, que no han dejado de condenar la política israelí en nombre de una moral universal.

Escuchemos lo que dijo Albert Einstein expresando la «estima» que tenía por Begin y Shamir: «entre los fenómenos políticos más inquietantes de nuestro tiempo está la aparición, en el recientemente creado Estado de Israel, del Partido de la Libertad (Herut), un partido político que en su organización, sus métodos, su filosofía política y sus llamamientos a la sociedad está muy próximo a los nazis y a los partidos fascistas. Begin e Isaac Shamir, que eran miembros de este partido, llegaron a primeros ministros» (de Israel).

La gran filósofa judía Hanna Arendt, junto con otras personalidades judías de Estados Unidos, en una edición del New York Times de diciembre de 1948, promovió una enérgica protesta contra la visita de Begin a Estados Unidos.

Citemos, para finalizar, la inequívoca declaración, en diciembre de 1983, de Israel Shahak, superviviente del campo de concentración de Bergen Belsen y presidente de la Liga Israelí para los Derechos Humanos y los Derechos Civiles, al comentar las leyes urgentes del ejército israelí en respuesta a la guerra de 1967: «el poder legal de Hitler estuvo basado en la ‘Ley Habilitante’, que se votó de forma totalmente legal en el Reichstag y permitía al Fuhrer y a sus representantes, en lenguaje simple, hacer lo que se les antojara o, en lenguaje jurídico, aprobar decretos que tenían fuerza de ley. La Knesset (el Parlamento israelí) aprobó exactamente el mismo tipo de ley inmediatamente después de la conquista de 1967, otorgando al gobierno de Israel y a sus representantes un poder comparable al de Hitler, que ejercen con un estilo hitleriano».

Entonces, ¡qué miserable aparece esta indigna salida (3) de los representantes de Europa, esta falsa indignación, esta auténtica hipocresía! ¿Universales los derechos humanos? ¡Piénselo bien! Se detienen ante las puertas de Israel, Estado ético por naturaleza o por unción divina. A propósito de esa unción, las cadenas de televisión occidentales han recurrido muchas veces a una especie de «estatua del Comendador» (4), un auténtico Premio Nobel de la Paz llamado Elie Wiesel. A título anecdótico, este hombre teóricamente apacible hizo un llamamiento para torturar a Madoff, el famoso estafador, que se tragó el dinero de la fundación para la Memoria de la Shoah que preside Wiesel. Ese dinero procede de donaciones y el Premio Nobel de la Paz no dudó en utilizarlo con fines especulativos. Menos anecdótica es su famosa declaración acerca de que «No se puede juzgar a Israel según las leyes normales». En este sentido, podemos afirmar que se le ha escuchado.

Notas del traductor

(1) El autor usa la metáfora de la «geometría variable» como se utiliza en algunos glosarios. Por ejemplo, Europa «de geometría variable» designa la idea de un método de integración diferenciado que reconoce la existencia de diferencias irreconciliables en la estructura de la integración y permite una separación permanente entre un grupo de Estados miembros y unidades de integración menos desarrolladas (Portal de la Unión Europea). En síntesis el, autor señala que Israel se adjudica la aplicación de unos derechos humanos diferentes de los derechos humanos universales.

(2) Probablemente, el autor hace referencia a la frase «Cuando ocupemos la tierra… expropiaremos poco a poco la propiedad privada en los Estados que se nos asignen. Trataremos de desanimar a la población pobre alejándola más allá de la frontera, procurando empleo para ella en los países intermedios y negándole cualquier empleo en nuestro país… Tanto el proceso de expropiación como de eliminación de los pobres deberá llevarse adelante discretamente y con circunspección.», («The Complete Diaries of Theodor Herzl«), Vol. 1, pág. 88.

(3) En referencia a los 23 delegados de países europeos que abandonaron la sala de la Conferencia sobre el Racismo en Ginebra, cuando el presidente iraní Mahmoud Ahmadineyad  acusó a Israel de Estado racista. A los delegados que se retiraron habría que añadir los países que boicotearon dicha Conferencia: Estados Unidos, Canadá, Israel, Holanda y Australia, que no enviaron representantes a la misma.

(4) La «Ley Habilitante» (Ermächtigungsgesetz, en alemán), aprobada por el parlamento de Alemania (el Reichstag) el 23 de marzo de 1933. Fue el segundo paso importante, luego del Decreto del Incendio del Reichstag, mediante el cual los nazis obtuvieron poderes dictatoriales de manera esencialmente legal. La ley habilitaba al Canciller Adolf Hitler y a su gabinete para aprobar leyes sin la participación del Parlamento.

(5) Probablemente el autor se refiere a la metáfora de la Estatua del Comendador en la obra de Prosper de Mérimée, «Les Âmes du purgatoire», donde retoma el mito español de Don Juan Tenorio.

Texto original en francés: http://www.france-palestine.org/article11696.html