En la mañana del lunes 29 de junio de 2015, el Club de Prisioneros Palestinos informó de que el detenido palestino en huelga de hambre Jader Adnan había llegado a un acuerdo con el Servicio de Prisiones de Israel. Según el acuerdo, Adnan pondría fin a sus 56 días de huelga de hambre a cambio […]
En la mañana del lunes 29 de junio de 2015, el Club de Prisioneros Palestinos informó de que el detenido palestino en huelga de hambre Jader Adnan había llegado a un acuerdo con el Servicio de Prisiones de Israel. Según el acuerdo, Adnan pondría fin a sus 56 días de huelga de hambre a cambio de que las fuerzas israelíes pusieran fin al régimen de detención administrativa al que estaba sujeto, y de ser liberado el 12 de julio. Su esposa ha declarado que Adnan ha puesto fin a su huelga de hambre esta mañana, que ya ha tomado una cucharada de yogur que le ha dado su madre, quien en compañía de miembros de su familia lo ha podido visitar en el hospital, en Israel, por primera vez desde que se declaró en huelga de hambre el 5 de mayo.
La fuerte voluntad de Jader Adnan se ha impuesto a sus carceleros. Cuando todos los medios políticos habían fracasado, Adnan luchó con las células de su cuerpo para demostrar a todo el mundo que su fortaleza moral y humana están por encima de la tiranía de Israel y de sus medios represivos.
A lo largo de su huelga de hambre indefinida, Adnan ha sido objeto de diferentes formas de tortura. Debido a la negligencia médica de las fuerzas israelíes, su estado de salud se deterioró hasta el punto de poner en peligro su vida. Pasó casi toda su huelga de hambre con una mano y una pierna atadas a la cama del hospital a pesar de que le era imposible moverse, lo que sin duda constituyó una forma de trato degradante. Por otra parte, se impidió que su familia pudiera visitarlo a pesar del peligro inminente al que se enfrentaba. Únicamente permitieron que sus familiares le visitaran un día antes de que pusiera fin a su huelga de hambre; su esposa, hijos y padre y madre venían manteniendo una protesta frente al hospital Assaf Harofeh en el que estaba recibiendo tratamiento médico.
El caso de Adnan ha vuelto a exponer los crímenes y violaciones de Israel contra los detenidos palestinos, entre ellos la política de detención administrativa que a pesar de tener un carácter incidental y temporal, es utilizada por las autoridades israelíes como medida de castigo en violación de la ley y del derecho de los presos a un juicio justo.
El Centro Palestino para los Derechos Humanos (CPDH) subraya el derecho de los presos palestinos a la huelga de hambre como medio de protesta ante las medidas arbitrarias e ilegales que se les aplican. El CPDH también reitera su rechazo a las tentativas de las fuerzas israelíes de legalizar la alimentación forzada con objetivo socavar la voluntad de los presos en huelga de hambre, porque es una medida ilegal que viola los derechos de los presos y pone en peligro sus vidas.
El caso de Adnan y su heroica lucha por la libertad y la dignidad arrojan luz sobre la cuestión de los presos palestinos en las cárceles israelíes, incluidos los 500 detenidos administrativos, un negro expediente al que se debe poner fin de una vez por todas.
Fuente: http://www.pchrgaza.org