«Los medios no respetan las leyes de la información sino que se manejan con las leyes del mercado, oferta y demanda. En apariencia la información por internet o televisión o radio es gratuita porque no es la información lo que se vende; sino que venden ciudadanos a los anunciantes. El periodismo ha cambiado parámetros fundamentales: […]
«Los medios no respetan las leyes de la información sino que se manejan con las leyes del mercado, oferta y demanda. En apariencia la información por internet o televisión o radio es gratuita porque no es la información lo que se vende; sino que venden ciudadanos a los anunciantes. El periodismo ha cambiado parámetros fundamentales: el ritmo, que es instantáneo y lo instantáneo es difícil de verificar, se multiplican los errores, se vive un estado de inseguridad informativa; la espectacularidad, se privilegia el horror, la fascinación macabra con la violencia; lo visual, se basa en la falsa ecuación «ver es comprender», en realidad lo que se ve no es forzadamente lo que ha ocurrido. Se ha creado una tremenda simplificación, una lectura infantilizada.»1 Ignacio Ramonet
Lo que está aconteciendo en Japón, cuyo desastre nuclear puede ensombrecer el dantesco terremoto y maremoto recuerda como nos fueron comunicando progresivamente la «crisis mundial» que vivimos y viviremos.
En 2008 el presidente del gobierno español, José Luis Rodriguez Zapatero, obstinado, indicaba que el reino de españa no sufría una crisis, sino una «desaceleración transitoria» o bien «debilidades económicas» o «situación temporal de impass o de relajación en el crecimiento económico» etc.2, además se mostraba orgulloso del sistema financiero español, el cual no precisaba ni intervención ni inyección económica3, aunque posteriormente se produjo la intervención de caja castilla la mancha y caja sur, se proporcionó avales del Estado a operaciones financieras hasta un máximo de 100.000 millones de euros y se realizó la reforma de las cajas. De igual manera sucedió con la reforma de pensiones. En europa mas de lo mismo, recordemos como Sarkozy hablaba de «refundar el capitalismo»4, las consiguientes reuniones del denominado G-20 en repetidas cumbres en Washington, Londres, Pittsburgh, Toronto, Seúl, con las ya conocidas y sufridas respuestas para la población asalariada.
De igual manera ocurre en Japón con la central nuclear de Fukushima,con sus reactores, bombas de refrigeración y niveles de radiación. El día 12 de marzo la NISA ( Agencia Japonesa de Seguridad Nuclear) hablaba de un «nivel 4 en la Escala Internacional de Eventos Nucleares por sus consecuencias locales»5, dejando muy claro que nada tenía que ver con el desastre de Chernobil. Y no solo desde Japón sino desde España se minimizaba las consecuencias de lo que estaba e iba a ocurrir. En La tarde de 24h, el Catedrático en Tecnología Nuclear, Agustín Alonso subrayó que en un área de 10 km es muy remoto el posible efecto que pueda tener sobre las personas y el medio ambiente, la nube de gases tóxica que haya liberado la central de Fukushima. No creyendo que la explosión en la central nuclear de Fukushima sea comparable con lo que sucedió en Chernobil y afirmando que los «japoneses son muy cuidadosos» y «están haciendo las cosas bien»6. La entrevista es memorable y da vigencia a la puesta en marcha del lobby pronuclear, pues varias voces como las del Catedrático en Tecnología Nuclear se están escuchando estos días mientras el comisario de Energía de la Unión Europea, Günther Öttinger, respondía hablando de «apocalipsis» e indicaba «Todo está prácticamente fuera de control. No excluyo lo peor en horas y días venideros.»7
Ante el tema de las nucleares, lo que habría de explicar y dejar bien claro,como dice Jesús Marañas, es que «la nuclear es la energía más barata, eso sí, siempre que el Estado subvencione los costes de construcción y desmantelamiento y se haga cargo de los seguros.»8. Por otro lado están los accidentes nucleares, que parece que son excepcionales, que en la historia solo ha habido dos casos, dos errores, uno sovietico y otro por un terremoto. Pero cuando buscamos información sobre accidentes nucleares, la Wikipedia9, nos proporciona datos que van desde 1950 hasta la actualidad y en ella encontramos varios casos acontecidos en suelo japonés. En 1981 en la la central nuclear de Tsurunga más de 100 trabajadores fueron expuestos a dosis de hasta 155 milirems de radiación diaria durante las reparaciones de la central,violando el límite impuesto por la propia compañía de 100 milirems (1 mSv) diarios. La central nuclear de Tōkai ha sufrido dos accidentes nucleares, 1997 y 1999, este última fue considerado el peor accidente nuclear de Japón,con una magnitud 4 y sin riesgo significativo fuera del emplazamiento, aunque sí hubo personal irradiado en el interior. En 2002 dos trabajadores fueron expuestos a una cantidad pequeña de radiación y sufrieron quemaduras leves cuando se declaró un incendio en la central nuclear de Onagawa.
El último accidente es muy esclarecedor e indica que no se puede aprender de los errores cuando hay dinero de por medio. En 2007 un terremoto de magnitud 6,8 causó daños en la mayor central atómica del mundo, la de Niigata , en ella como dice Salvador López Arnal en una estupenda entrevista a Eduard rodriguez Farre10, «Nueve personas fallecieron, un millar fueron heridas, a causa del terremoto. Se destruyeron o dañaron unas 800 casas. Vías y puentes quedaron impracticables, se cortó el suministro de agua, gas y electricidad, se averiaron instalaciones industriales de la zona. Pero la secuela más grave tuvo que ver con la industria nuclear. El accidente, según el mismísimo The New York Times, generó preocupación sobre la seguridad de ‘lo nuclear’. La planta, propiedad de la TEPCO, Tokyo Electric Power Company, posiblemente esté situada encima de la línea de una falla sísmica. Los informes elaborados en aquellos momentos hablaban de fugas radiactivas, de conductos obsoletos, de tuberías quemadas, aparte de los incendios. Varios centenares de barriles de residuos radioactivos se vinieron abajo. Marina Forti, una informada periodista especializada en problemas ecológicos y medioambientales que colabora regularmente en el admirable diario comunista italiano Il Manifesto, escribió un magnífico artículo que tituló así: «Japón: el desastre en la central nuclear más grande del mundo acaba con uno de los últimos mitos de la industria nuclear11«.
A mi entender ya estábamos avisados y nada se hizo.
¿Haremos algo ahora?
1Intervención de Ignacio Ramonet en CIESPAL, Quito (Ecuador) http://www.rebelion.org/
2http://www.elpais.com/
3http://www.elpais.com/
4http://www.kaosenlared.net/
5http://www.publico.es/
6http://www.rtve.es/alacarta/
7http://www.elpais.com/
8http://blogs.publico.es/
9http://es.wikipedia.org/wiki/
10Capítulo XI de E. Rodríguez Farré y S. López Arnal, Casi todo lo que usted desea saber sobre los efectos de la energía nuclear en la salud y en el medio ambiente, Barcelona, El Viejo Topo, 2008, pp. 179-194. http://www.rebelion.org/
11http://www.sinpermiso.info/
Fuente: http://www.lamanchaobrera.es/
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