Julio Robaina es el protagonista del último de los escándalo de estos personajes de la fauna anticubana de Miami, bueno, el último por ahora». Así fue como terminé el comentario que envié a Juventud Rebelde a finales de la semana pasada, en el que comentaba el escándalo en el que el ex alcalde de la […]
Julio Robaina es el protagonista del último de los escándalo de estos personajes de la fauna anticubana de Miami, bueno, el último por ahora». Así fue como terminé el comentario que envié a Juventud Rebelde a finales de la semana pasada, en el que comentaba el escándalo en el que el ex alcalde de la ciudad de Hialeah era su protagonista. Pues bien, no había pasado media hora del envío del mismo, cuando saltó la noticia de que el jefe de despacho del nuevo congresista federal por el distrito 26 de la Florida, Joe García, había renunciado al destaparse un escándalo de marca mayor relacionado con la solicitud de boletas ausentes para las elecciones primarias del partido Demócrata, en las que el congresista salió vencedor. Por supuesto que el «por ahora» de mi comentario no era una mera suposición mía, sino que estaba basado en la triste realidad que estos personajes de la fauna anticubana de Miami han implantado en este país. Historias de escándalos y corrupciones que, como las aguas de un río, no paran de correr. Son los mismos escándalos que se repiten una y otra vez y en los que solo cambian los nombres de los personajes.
Joe García, que derrotó al corrupto de David Rivera en las elecciones congresionales de noviembre, ahora se baja con la absurda explicación de que él no estaba enterado de lo que hizo su jefe de despacho y que, por lo tanto, lo despidió. Con el poco respeto que me merece el congresista, me es sumamente difícil el creer que él desconociera los hechos. En primer lugar, el jefe de despacho también de apellido García, es amigo íntimo del representante a la Cámara con el cual compartía, no solamente los problemas relacionados con su trabajo, sino sus problemas personales, tal y como es común entre dos amigos íntimos y segundo, Joe García no es ningún aparecido en las campañas electorales del sur de la Florida, por lo tanto, sabe muy bien todos los manejos sucios que se llevan a cabo en todas y cada una de las campañas electorales en este condado de Miami Dade. Como de tonto no tiene un pelo, hubiese sido extremadamente raro que él no estuviera al tanto de lo que su personal estaba haciendo en relación con su campaña.
Lo que sí es increíble es que, en medio de un enorme escándalo sobre la recogida ilegal de boletas ausentes, escándalo que tiene bajo investigación a un sin número de personas y en el que ha habido encausamientos de varios de ellos, esta gente se haya lanzado en una acción de este tipo. Según la investigación en curso por parte de la fiscalía del sur de la Florida, miembros de la campaña electoral del congresista solicitaron al Departamento de Elecciones más de dos mil boletas para votos ausentes. Según la ley electoral del Estado, esto es un delito penal de fraude ya que es ilegal que alguien que no sea el votante o algún familiar del mismo solicite tales boletas. Además, para solicitar este tipo de boletas hay que utilizar informaciones personales del votante, tales como fecha de nacimiento, número de la licencia de manejar, etc., etc., y eso es considerado un delito penal de primer grado.
Dicen que el hombre es el único animal que choca dos veces con la misma piedra. En el caso de esta fauna anticubana, el dicho es completamente cierto. Esta gente no escarmienta o mejor dicho, no les importan los escándalos, se creen que están por encima de la ley. En realidad, se ríen olímpicamente de las leyes, las cuales, en muchas ocasiones, obvian mientras miran para el otro lado para no molestar, ni con el pétalo de una rosa, a estos elementos.
Lo mejor del caso es que estas son las personas que se pasan la mayor parte del tiempo hablando de democracia y de respeto a las leyes establecidas. Así, por ejemplo, no hay que olvidar que el congresista Joe García, que ahora se ve envuelto en este último cuplé, es miembro de la junta de directores de la nefasta Fundación Nacional Cubano Americana, de la cual fue su director ejecutivo durante largo tiempo , apoyó fervientemente las leyes anticubanas Torricelli y Helms- Burton , recientemente firmó una carta junto a otros legisladores de la fauna anti-cubana pidiendo al gobierno que mantenga a Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo , y además, hace solo unos días tuvo varias reuniones con algunos de los apátridas que andan de vacaciones por estos lares, para darles instrucciones de cómo deben hacer las cosas para ser aún más lacayos de EEUU.
Bueno, en definitiva no se sabe a dónde va a parar este nuevo escándalo, el cual, aunque es el nuevo, por supuesto que no será el ultimo. Los anticubanos de Miami, parodiando a Randy Alonso, afirman: «seguiremos en combate».
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