Traducido para Rebelión por J. M.
El Secretario de Estado de los EE.UU. ha sido tachado de ‘antisemita’ por haber alertado de un posible boicot económico si Israel no llega a un acuerdo paz con los palestinos
John Kerry, el secretario de Estado de EE.UU., provocó el domingo una reacción airada de los líderes israelíes por advertir que Israel puede enfrentar un boicot económico si no logra llegar a un acuerdo de paz con los palestinos.
El alboroto llegó cuando Kerry sostuvo conversaciones cordiales con su homólogo iraní, Mohammad Javad Zarif en Munich durante las cuales se comprometió a intensificar la diplomacia nuclear.
Los ministros en el gabinete de Benjamin Netanyahu acusaron a Kerry de apoyar efectivamente los esfuerzos de «antisemitas» para imponer sanciones a Israel con la emisión de la advertencia.
«Los riesgos son muy altos para Israel», dijo Kerry en la conferencia. «La gente habla de boicot, que se intensificará en el caso de fracasar las conversaciones.
«¿Es que ellos quieren un fracaso para que luego pueda venir el boicot como respuesta tal por parte de los decepcionados palestinos y la comunidad árabe?»
Mientras que las observaciones del secretario de de los Estado EE.UU. se hicieron en un contexto de nuevas regulaciones de la UE que prohíben acuerdos con empresas israelíes basadas en los asentamientos de Cisjordania, ellas provocaron acusaciones de Kerry amenazaba a Israel en las negociaciones de paz en curso con los palestinos.
Yuval Steinitz, el ministro de inteligencia y asuntos estratégicos además de un estrecho aliado del primer ministro Netanyahu, dijo que el máximo diplomático de Estados Unidos estaba «sosteniendo una pistola en la cabeza [de Israel]».
«Las cosas que Kerry dijo son hirientes, son injustas y son intolerables», dijo el Sr. Steinitz a los periodistas.
«No es esperable que Israel negocie con una pistola en la cabeza cuando hablamos de asuntos que son los más importantes para nuestros intereses nacionales».
Naftali Bennett, el ministro de Industria y líder del partido de extrema derecha Hogar Judío, dijo: «Esperamos que nuestros amigos en el mundo a estén de nuestro lado y en contra de los intentos de imponer un boicot antisemita a Israel, y no para ser su portavoz «.
Sus comentarios fueron repetidos por Adi Mintz, un funcionario de alto nivel en el Consejo del colono, quien acusó a Kerry de «una iniciativa anti-semita».
«Los antisemitas siempre han recurrido a un método muy simple – golpear a los judíos en sus bolsillos», dijo a Canal 10 de televisión de Israel.
Netanyahu fue más comedido, diciendo en la reunión de gabinete del domingo que los esfuerzos para imponer un boicot eran «inmorales e injustos» y condenados al fracaso.
El coro aparentemente coreografiado de crítica provocó una fuerte respuesta del departamento de estado de EE.UU. Negó que el Sr. Kerry – que actualmente está tratando de elaborar un acuerdo marco entre Israel y los palestinos – estuviera abogando por un embargo internacional.
«Su única referencia a un boicot era una descripción de las acciones emprendidas por los demás y a las que siempre se ha opuesto», dijo Jen Psaki, una portavoz del Departamento de Estado.
«[Mr. Kerry] esperaba oposición y difíciles momentos en el proceso, pero también espera que las partes presenten sus registros y declaraciones con precisión».
El altercado eclipsó una reunión el domingo entre Kerry y el Sr. Zarif, Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, para discutir las próximas conversaciones sobre el programa nuclear de Teherán, previstas para reanudar en Viena este mes.
El Sr. Kerry dijo al Sr. Zarif que los embargos internacionales existentes permanecerían en su lugar, a pesar de que el acuerdo provisional concluido en Ginebra el pasado mes de noviembre dio a Irán alivio en las sanciones limitadas a cambio de la suspensión de algunas de sus actividades nucleares. Las próximas conversaciones se orientan a la consecución de un acuerdo definitivo a largo plazo.
El Sr. Zarif dijo en la conferencia de Munich que Irán tiene la voluntad política para alcanzar un acuerdo «equilibrada» a largo plazo con las seis potencias mundiales de América, Gran Bretaña, Francia, Rusia, China y Alemania.
«Creo que la oportunidad está ahí y creo que tenemos que aprovecharla», dijo.