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Incrementa las restricciones para viajar de los gazíes, que ya padecen el bloqueo israelí y el egipcio

Jordania aumenta el sufrimiento de los palestinos de Gaza

Fuentes: Middle East Eye

Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos.

En los últimos años los palestinos de Gaza han padecido una larga lista de restricciones, incluida la restricción del movimiento fuera de los 365 kilómetros cuadrados de la Franja gobernada por Hamas durante casi 10 años. El principal ejecutor de estas restricciones es Israel, que controla el movimiento de personas y artículos a través de sus fronteras con Gaza, además del espacio aéreo y marítimo de Gaza. Israel exige a los gazíes que soliciten un permiso especial para salir del territorio a través del paso de Erez cada vez que viajen al extranjero o a visitar a sus familiares y amigos en Cisjordania.

Este permiso es difícil de obtener, incluso en situaciones de urgencia. Por ejemplo, un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud concluía que se habían denegado o dejado sin respuesta más del 28 % de las solicitudes de personas que necesitaban permisos por motivos médicos. Estas restricciones para acceder a aquellos servicios médicos que no existen en Gaza han tenido graves consecuencias en el índice de supervivencia de las gazíes con cáncer de mama, entre otros problemas médicos.

El bloqueo se endurece

No obstante, Israel no es el único ejecutor del bloqueo a Gaza. Desde mediados de 2013 Egipto restringe el movimiento de las y los palestinos a través del paso de Rafah que, ante la existencia del bloqueo israelí, es un importante punto fronterizo para los palestinos que viajan el extranjero. El paso de Rafah permanece cerrado casi siempre y durante algunos meses no se abre nunca, lo que agrava la crisis humanitaria en Gaza, un territorio que según las Naciones Unidas no será habitable para 2020 debido a las repercusiones humanitarias y económicas que tiene el bloqueo.

Las restricciones a las que se enfrentan los gazíes no se limitan a Israel y Egipto. Entre los últimos tres y seis meses Jordania ha endurecido las restricciones que existían para que viajaran los gazíes. Estas restricciones formaban parte del sistema fronterizo jordano que diferencia entre la población originaria de Cisjordania y otros palestinos, como los gazíes.

No está claro el motivo de esta diferenciación, que podría ser que Jordania se siente especialmente responsable de los palestinos de Cisjordania ya que este territorio estuvo bajo su control antes de la ocupación israelí que empezó en 1967. Otra posible razón de esta diferenciación es el temor de Jordania a la emigración ilegal de los gazíes.

Puede que en parte se deba también a motivos seguridad debido a la presencia de un grupo afiliado el Estado Islámico en el Sinaí y a la sospecha de que en Gaza haya simpatizantes del EI. Con todo, no parece que ninguna de esas razones hagan necesarias las restricciones de viaje colectivas impuestas a todas las personas palestinas originarias de Gaza. Jordania tampoco ofrece razones claras del reciente incremente de las restricciones para viajar impuestas a los titulares de un carné azul, según las cuales permitió viajar a unas 390 personas con carné azul desde principios de 2016, frente a 11.000 personas el año anterior.

El blues del carné azul

Según el sistema jordano, a cualquier persona nacida en Gaza o cuyo padre sea nacido en Gaza se le concede un carné azul para viajar. A diferencia de su equivalente, el carné verde que se concede a las personas originarias de Cisjordania, este carné azul requiere un permiso especial (llamado ‘Adam Mumana’a ) antes de entrar en Jordania. Este permiso de seguridad se requiere incluso cuando la persona en cuestión está en tránsito hacia otro país a través de Jordania. Se necesitan semanas e incluso meses para obtenerlo, y a veces se deniega sin un motivo claro.

Las cosas se complican debido a que esta clasificación de los palestinos que hace Jordania no se corresponde con la clasificación que hace Israel de los palestinos. Por consiguiente, un ciudadano palestino que sea residente permanente y tenga un carné de identidad de Cisjordania (con el que solo se permita viajar a Gaza tras haber obtenido un permiso especial de Israel) puede ser clasificado por Jordania como «originario de Gaza» si su padre es nacido en Gaza. De hecho, algunas personas palestinas de Cisjordania clasificadas por Jordania como «originarias de Gaza» nunca han estado en Gaza.

La Autoridad Palestina generalmente se abstiene de comentar este problema, probablemente para evitar problemas con Jordania por no respetar su soberanía. Puede que también influyan en esta postura las tensiones entre los gobiernos de ambos países, en particular las relaciones especiales que mantiene Jordania con Mohamad Dahlan, el principal rival del presidente Mahmoud Abbas en la Autoridad Palestina.

Ante la ausencia de esfuerzos nacionales visibles por reducir las restricciones a los viajes, la sociedad civil palestina ha tomado la iniciativa. Varias iniciativas de la sociedad civil palestina referentes a las restricciones para viajar han tratado de hacer frente a las recientes medidas adoptadas por Jordania. Por ejemplo, un grupo llamado Gisha ayuda a las personas que residen en Gaza a solicitar el permiso israelí para viajar y desde agosto de 2015 reciben solicitudes de ayuda de personas a las que Jordania ha denegado el permiso de tránsito. Otra iniciativa llamada Haraka defiende la libertad de movimiento y critica las políticas jordanas desde una perspectiva de los derechos humanos.

Recientemente Human Rights Watch publicó una carta dirigida al primer ministro jordano Abdullah Ensour en la que hacía hincapié en el impacto que estas medidas jordanas tienen en las oportunidades profesionales y educativas de las personas que viven en Gaza.

Al imponer aún más restricciones al movimiento de los y las gazíes, Jordania contribuye a aumentar su sufrimiento humano y su subdesarrollo.

Aunque Jordania tiene derecho a ejercer su soberanía, se le debe hacer responsable de su violación potencial de los derechos humanos con esta política, especialmente de violación de la libertad de movimientos tal como lo expresa el Artículo 13 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Al continuar con este sistema de clasificación [de los palestinos] y con las restricciones para viajar Jordania se suma a los sistemas de castigo colectivo institucionalizado a los que se enfrentan las personas residentes en Gaza simplemente debido a su lugar de nacimiento o a su origen. 

Samar Batrawi es una analista política residente en Londres que colabora con la web Al-Shabaka , un think-tank independiente palestino. También es doctorando y profesora del King’s College de Londres. Anteriormente trabajó para el Women’s Centre for Legal Aid and Counselling (Centro de la Mujer para Asesoramiento Legal) de Ramala y para el Clingendael Institute for International Relations (Instituto Clingendael para Relaciones Internacionales) de La Haya. Se la puede seguir en Twitter @SamarBatrawi

Fuente: http://www.middleeasteye.net/columns/jordan-adding-suffering-palestinians-gaza-58472352

Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar a la autora, a la traductora y a Rebelion.org como fuente de la misma.