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Jordania sigue el modelo marroquí de transición democrática

Fuentes: Rebelión

Tras los acontecimientos que dieron un vuelco a la situación política y social en el mundo árabe, Jordania ha lanzado su plan de reformas con el objeto de canalizar las peticiones de la «primavera árabe». Tal y como sucedió hace un par de meses, con el histórico discurso del 9 de Marzo que pronunció Mohamed […]

Tras los acontecimientos que dieron un vuelco a la situación política y social en el mundo árabe, Jordania ha lanzado su plan de reformas con el objeto de canalizar las peticiones de la «primavera árabe».

Tal y como sucedió hace un par de meses, con el histórico discurso del 9 de Marzo que pronunció Mohamed VI, el rey Abdalá II de Jordania anunció este domingo que un comité designado por él mismo ha adoptado «enmiendas históricas» a la Constitución del país, encaminadas a institucionalizar las reformas políticas anunciadas. En un discurso tras recibir las recomendaciones del comité, dijo que las enmiendas incluyen la creación de un tribunal constitucional, la supervisión de las elecciones general por una comisión independiente y la vía libre para que los ministros puedan ser juzgados ante tribunales civiles. Añadió que la reforma pretende también «un mejor equilibrio» entre los poderes legislativo y ejecutivo, y que esta define estrictamente las leyes que el gobierno puede aprobar por decreto.

«Jordania está en el umbral de una época que hará historia, en la que el país puede dirigirse al futuro con una visión reformista política y social basada en una mayor participación popular y la separación de poderes», dijo el monarca.

Abdalá concedió al Parlamento jordano un mes para finalizar el marco legislativo para las reformas, especialmente la ley electoral y la de partidos políticos, que deberán estar listas antes de final de año.
El monarca jordano estableció el comité para la reforma constitucional hace cuatro meses, en el momento de mayor intensidad de las manifestaciones de la «primavera árabe», inspiradas por las revoluciones de Túnez y Egipto. «Estas enmiendas deberían convertir la movilización popular de los eslóganes en trabajo real, donde los partidos, sindicatos y movimientos juveniles participen en un proceso político que busque asegurar gobiernos parlamentarios a través de elecciones», agregó el monarca.

Los grupos de oposición han protestado en los últimos días al conocer extractos de las enmiendas filtrados a los medios de comunicación. Algunos sectores pro democráticos han reclamado una reducción de los poderes otorgados al rey, principalmente la designación del primer ministro, y que el país vaya hacia una monarquía constitucional. 

En cuanto a las libertades civiles, establece que el gobierno deberá someter a aprobación del Parlamento aquellas normas aprobadas por decreto que afecten a los derechos de la ciudadanía y determina que los delitos de opinión y prensa serán procesados en tribunales civiles, no militares. Estos «tribunales de seguridad» limitarían sus funciones a casos de terrorismo o espionaje. Además, por primera vez los miembros del gobierno deberán ser juzgados en tribunales civiles. «Las enmiendas a la constitución supondrán cambios fundamentales en la separación de poderes y crearán instituciones que asegurarán que la constitución se cumpla según lo estipulado», ha explicado el portavoz del Parlamento, Faisal al Fayez.

Asimismo, los analistas políticos han denunciado el sistema electoral que discrimina a los ciudadanos de origen palestino, una mayoría de la población. «Las reformas no pueden ser completas a menos que aseguren la participación de todos los jordanos en igualdad de condiciones y su trato como individuos y no por su pertenencia a grupos de carácter político o tribal», ha explicado un analista jordano, Labib Kamhawi.Durante las ultimas semanas los jordanos han salido a la calle convocados por grupos de izquierdas e islamistas para pedir que el rey luche contra la corrupción y para demandar libertades políticas.

Dificultades en el proceso democrático:

Hay cuatro cuestiones importantes que son susceptibles de complicar o de poner trabas a la dinámica de las reformas.

– La primera y más antigua es la división vertical en la sociedad entre los transjordanos y los jordanos de origen palestino. Estos últimos, naturalizados en 1948 (como consecuencia de la Nakba), son a menudo víctimas de discriminación política. Representan cerca de la mitad de la población (forman la mayoría de los habitantes de la capital Amman), pero su peso demográfico apenas se refleja en las instituciones políticas. El trono hachemita está inquieto por un proyecto de la derecha israelí de crear en Jordania una «nación alternativa» para los palestinos y desea que una parte de estos últimos vuelvan a Palestina.

– La segunda, es la resistencia a cualquier reforma de una parte del entorno del rey y de ciertos círculos de influencia en el seno de los servicios de información. La oposición presenta esta «resistencia» como un poderoso actor capaz de bloquear los procesos políticos, jugando la carta de la seguridad (como la liberación de decenas de salafistas recientemente) si sus intereses son amenazados.

– La tercera, es la oposición del Frente de Acción Islámica (la mayor fuerza islamista del reino, afín a los Hermanos Musulmanes) a los proyectos de reformas propuestos por el gobierno, y su boicot al comité del diálogo nacional. El Frente justifica su oposición por la falta de seriedad en el contenido de los proyectos.

– En cuanto a la cuarta, particularmente importante, es la agravación de la crisis económica, dado el descenso de las actividades comerciales con Siria y la subida de los precios de determinadas mercancías. 

En definitiva, la credibilidad de las reformas y de las medidas contempladas por el rey y el nuevo gobierno será muy próximamente puesta a prueba. La reacción de los movimientos sociales y su capacidad para movilizar también.

Por último señalar en este mismo contexto que tanto Marruecos como Jordania se han adherido recientemente a la alianza militar, política y económica del golfo, esto es, el Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.