El Muro del Apartheid está casi terminado en Jerusalén, estrangulando a las comunidades palestinas y expulsándolas de la ciudad. Los asentamientos se expanden y surgen nuevas colonias sobre las tierras palestinas que quedan aisladas tras el Muro. Un proyecto ferroviario intenta integrar los asentamientos ilegales a la ciudad.En la capital palestina -como en el resto […]
El Muro del Apartheid está casi terminado en Jerusalén, estrangulando a las comunidades palestinas y expulsándolas de la ciudad. Los asentamientos se expanden y surgen nuevas colonias sobre las tierras palestinas que quedan aisladas tras el Muro. Un proyecto ferroviario intenta integrar los asentamientos ilegales a la ciudad.
En la capital palestina -como en el resto de Palestina- la vida y existencia nunca ha sido más asfixiante dentro de los pequeños guetos y la inminente amenaza de expulsión.
Durante más de mil años la ciudad ha sido el centro de actividades culturales, religiosas y sociales. Reflejaba una diversidad de culturas y rica diversidad étnica.
Sin embargo, desde 1948, enormes cambios amenazan no sólo con destruir la originalidad de la ciudad, sino también los derechos de la población palestina que vive en la capital. Jerusalén siempre ha sido una exigencia fundamental para la ideología sionista y para sus líderes, que desean limpiarla de sus residentes palestinos en beneficio de los colonos judíos.
Esta demanda ha comenzado a transformarse en una realidad.
La judaización de Jerusalén desde 1948.
Después de la destrucción de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1948, la ciudad fue testigo de la demolición de 125 casas en el barrio de Maghariba. Mientras tanto, en la primera mitad de 1948, en Jerusalén Occidental se eliminó completamente a los residentes palestinos. Esta judaización se llevó a cabo con la expulsión de aproximadamente 80.000 palestinos de sus casas y propiedades.
38 pueblos palestinos en Jerusalén Oriental fueron destruidos durante la Guerra de 1967. En las ruinas de estas localidades, se construyeron numerosos asentamientos.
La creación del «Barrio Judío» en la Ciudad Vieja, ha sido posible gracias a la transferencia y expulsión de población palestina de sus casas y la confiscación de sus propiedades en beneficio de los judíos. Se han construido aún más asentamientos alrededor de Jerusalén a partir del robo de tierras en las ciudades de Ramallah y Belén. Su presencia deja a los barrios palestinos completamente aislados de Jerusalén, formando un anillo físico que los separa de la ciudad. Esto separa de manera permanente a la población palestina del resto de Palestina.
Se ha llevado a cabo una deliberada y sistemática política discriminatoria contra la población palestina a través de la confiscación de sus propiedades, permisos para proyectos y leyes de construcción. Tal como el Apartheid en Sudáfrica, la Ocupación utiliza un sistema racista de tarjetas de identificación. En Jerusalén, la población palestina tiene «tarjetas de identificación temporales» y está sujeta a leyes e impuestos discriminatorios. Es más, a muchos palestinos les han sido revocadas estas credenciales, lo que refleja una práctica común de tratar de expulsar al pueblo palestino de su capital.
De manera rápida y sistemática, la Ocupación ha construido asentamientos ilegales bajo la venia de la municipalidad de Jerusalén, quebrantando normas de derecho internacional y los derechos del pueblo palestino. Más de la mitad del municipio de Ocupación actual no formaba parte de la ciudad antes de 1967, sino de Belén y de otras 28 localidades de Cisjordania.
Durante el proceso de Oslo se tomaron aún más medidas para expulsar al pueblo palestino de su capital. Se han instaurado puestos de control en las entradas de la ciudad. La población palestina de Cisjordania y Gaza tiene prohibida la entrada a la ciudad. Luego del estallido de la Intifada, la población palestina de Jerusalén tiene prohibida la entrada en Cisjordania, a excepción de la ciudad de Ramallah. Comenzó un continuo éxodo de organizaciones y comercio palestino desde el centro de Jerusalén para ubicarse en áreas como Abu Dis, Ezawiya, Beir Naballa y Al-Ram, sólo con la finalidad de poder continuar funcionando. La Ocupación ha desintegrado la vida social y cultural del pueblo palestino a través de la continua clausura y asfixia de sus áreas.
El Muro del Apartheid
Una vez que el Muro esté terminado completamente a lo largo de Jerusalén, tendrá una extensión de 181 km. Ya en diciembre del 2005, 130 km de estructura sólida han sido concluidos. Este año, cuando las obras hayan acabado, la mayoría de la población palestina de Jerusalén y sus alrededores -cerca de 90.000 personas- tendrán sólo dos opciones. La primera, quedarse en los barrios-guetos de Jerusalén, sujetos a los altos impuestos de la Ocupación, aprisionados por el Muro y con una vida bajo estado de sitio. Por otro lado, tienen la opción de permanecer en lo que queda de los territorios cisjordanos o Gaza, o mudarse al extranjero, pero perdiendo su derecho de vivir en la capital de Palestina.
Debido a que la población palestina depende de Jerusalén para sus empleos, servicios básicos y educación, el Muro ha comenzado a despoblar sus aldeas, además de separar a familias y comunidades.
En los últimos meses, el 80% de la población de Ezawiya Oeste ha abandonado sus casas con la intención de quedarse en Jerusalén. Con una población de 5.000 personas, sólo cerca de 1.000 han permanecido en el pueblo, y con la construcción del Muro, estarán impedidos en el futuro de poder acceder a Jerusalén.
El Muro alrededor de Jerusalén asegura la anexión a la ciudad de los bloques de asentamientos (hecho conocido como envoltura de Jerusalén) y su expansión sobre las tierras palestinas usurpadas por el Muro.
Una cadena de 181 km de muro de hormigón forma una serie de barrios palestinos transformados en guetos. Existen 4 guetos palestinos principales debido al Muro y a las carreteras para colonos:
Noroeste: Beit Duqqu, Beit Ijzam, Qibia, Beit Sourik y Beit Anaan serán tranformados en un solo gueto. Las Fuerzas de Ocupación han confiscado y aislado 14.699 dunums(*) de tierra desde estas aldeas. El gueto noroeste ya cuenta con 5 mártires en manifestaciones contra el Muro del Apartheid.
Norte: Beit Hanina, Qalandiya, Beir Nabala, al-Jeeb y Jodaira forman un sólo gueto. Entre ellos, han perdido cerca de 10.635 dunums de tierra debido a la construcción del Muro.
Este: donde Ar-Ram, Jaba’, Hizma, Anata y Shoffat forman un gueto, aislados de 6.600 dunums de sus tierras.
Sudeste: en el gueto de Abu Dis, Anata y Eizarya, un Muro de hormigón de 8 metros de alto, atraviesa un jardín de niños, apropiándose de 13.000 dunums de tierra en beneficio del asentamiento de Maale Adumin.
Dos nuevas carreteras exclusivas para colonos han sido planificadas en Jerusalén, sumándose a las redes ya existentes en la ciudad y conectando las carreteras para colonos desde el sudeste de Belén hasta las rutas ubicadas al noroeste. Tendrán una longitud de 45 km, para lo cual ya han sido confiscados 1.070 dunums de tierra. Para la construcción de esta carretera, ya han sido demolidas 38 casas en Sawahra, Tour y Abu Dis. La segunda carretera (Nº 16) conectará los asentamientos de Ramot Eshkol y Maale Adumin con otros asentamientos en Jerusalén Este. La longitud de la carretera será de 2.8 km.
(*) 1 dunum = 1.000 m2
En la capital palestina -como en el resto de Palestina- la vida y existencia nunca ha sido más asfixiante dentro de los pequeños guetos y la inminente amenaza de expulsión.
Durante más de mil años la ciudad ha sido el centro de actividades culturales, religiosas y sociales. Reflejaba una diversidad de culturas y rica diversidad étnica.
Sin embargo, desde 1948, enormes cambios amenazan no sólo con destruir la originalidad de la ciudad, sino también los derechos de la población palestina que vive en la capital. Jerusalén siempre ha sido una exigencia fundamental para la ideología sionista y para sus líderes, que desean limpiarla de sus residentes palestinos en beneficio de los colonos judíos.
Esta demanda ha comenzado a transformarse en una realidad.
La judaización de Jerusalén desde 1948.
Después de la destrucción de la Ciudad Vieja de Jerusalén en 1948, la ciudad fue testigo de la demolición de 125 casas en el barrio de Maghariba. Mientras tanto, en la primera mitad de 1948, en Jerusalén Occidental se eliminó completamente a los residentes palestinos. Esta judaización se llevó a cabo con la expulsión de aproximadamente 80.000 palestinos de sus casas y propiedades.
38 pueblos palestinos en Jerusalén Oriental fueron destruidos durante la Guerra de 1967. En las ruinas de estas localidades, se construyeron numerosos asentamientos.
La creación del «Barrio Judío» en la Ciudad Vieja, ha sido posible gracias a la transferencia y expulsión de población palestina de sus casas y la confiscación de sus propiedades en beneficio de los judíos. Se han construido aún más asentamientos alrededor de Jerusalén a partir del robo de tierras en las ciudades de Ramallah y Belén. Su presencia deja a los barrios palestinos completamente aislados de Jerusalén, formando un anillo físico que los separa de la ciudad. Esto separa de manera permanente a la población palestina del resto de Palestina.
Se ha llevado a cabo una deliberada y sistemática política discriminatoria contra la población palestina a través de la confiscación de sus propiedades, permisos para proyectos y leyes de construcción. Tal como el Apartheid en Sudáfrica, la Ocupación utiliza un sistema racista de tarjetas de identificación. En Jerusalén, la población palestina tiene «tarjetas de identificación temporales» y está sujeta a leyes e impuestos discriminatorios. Es más, a muchos palestinos les han sido revocadas estas credenciales, lo que refleja una práctica común de tratar de expulsar al pueblo palestino de su capital.
De manera rápida y sistemática, la Ocupación ha construido asentamientos ilegales bajo la venia de la municipalidad de Jerusalén, quebrantando normas de derecho internacional y los derechos del pueblo palestino. Más de la mitad del municipio de Ocupación actual no formaba parte de la ciudad antes de 1967, sino de Belén y de otras 28 localidades de Cisjordania.
Durante el proceso de Oslo se tomaron aún más medidas para expulsar al pueblo palestino de su capital. Se han instaurado puestos de control en las entradas de la ciudad. La población palestina de Cisjordania y Gaza tiene prohibida la entrada a la ciudad. Luego del estallido de la Intifada, la población palestina de Jerusalén tiene prohibida la entrada en Cisjordania, a excepción de la ciudad de Ramallah. Comenzó un continuo éxodo de organizaciones y comercio palestino desde el centro de Jerusalén para ubicarse en áreas como Abu Dis, Ezawiya, Beir Naballa y Al-Ram, sólo con la finalidad de poder continuar funcionando. La Ocupación ha desintegrado la vida social y cultural del pueblo palestino a través de la continua clausura y asfixia de sus áreas.
El Muro del Apartheid
Una vez que el Muro esté terminado completamente a lo largo de Jerusalén, tendrá una extensión de 181 km. Ya en diciembre del 2005, 130 km de estructura sólida han sido concluidos. Este año, cuando las obras hayan acabado, la mayoría de la población palestina de Jerusalén y sus alrededores -cerca de 90.000 personas- tendrán sólo dos opciones. La primera, quedarse en los barrios-guetos de Jerusalén, sujetos a los altos impuestos de la Ocupación, aprisionados por el Muro y con una vida bajo estado de sitio. Por otro lado, tienen la opción de permanecer en lo que queda de los territorios cisjordanos o Gaza, o mudarse al extranjero, pero perdiendo su derecho de vivir en la capital de Palestina.
Debido a que la población palestina depende de Jerusalén para sus empleos, servicios básicos y educación, el Muro ha comenzado a despoblar sus aldeas, además de separar a familias y comunidades.
En los últimos meses, el 80% de la población de Ezawiya Oeste ha abandonado sus casas con la intención de quedarse en Jerusalén. Con una población de 5.000 personas, sólo cerca de 1.000 han permanecido en el pueblo, y con la construcción del Muro, estarán impedidos en el futuro de poder acceder a Jerusalén.
El Muro alrededor de Jerusalén asegura la anexión a la ciudad de los bloques de asentamientos (hecho conocido como envoltura de Jerusalén) y su expansión sobre las tierras palestinas usurpadas por el Muro.
Una cadena de 181 km de muro de hormigón forma una serie de barrios palestinos transformados en guetos. Existen 4 guetos palestinos principales debido al Muro y a las carreteras para colonos:
Noroeste: Beit Duqqu, Beit Ijzam, Qibia, Beit Sourik y Beit Anaan serán tranformados en un solo gueto. Las Fuerzas de Ocupación han confiscado y aislado 14.699 dunums(*) de tierra desde estas aldeas. El gueto noroeste ya cuenta con 5 mártires en manifestaciones contra el Muro del Apartheid.
Norte: Beit Hanina, Qalandiya, Beir Nabala, al-Jeeb y Jodaira forman un sólo gueto. Entre ellos, han perdido cerca de 10.635 dunums de tierra debido a la construcción del Muro.
Este: donde Ar-Ram, Jaba’, Hizma, Anata y Shoffat forman un gueto, aislados de 6.600 dunums de sus tierras.
Sudeste: en el gueto de Abu Dis, Anata y Eizarya, un Muro de hormigón de 8 metros de alto, atraviesa un jardín de niños, apropiándose de 13.000 dunums de tierra en beneficio del asentamiento de Maale Adumin.
Dos nuevas carreteras exclusivas para colonos han sido planificadas en Jerusalén, sumándose a las redes ya existentes en la ciudad y conectando las carreteras para colonos desde el sudeste de Belén hasta las rutas ubicadas al noroeste. Tendrán una longitud de 45 km, para lo cual ya han sido confiscados 1.070 dunums de tierra. Para la construcción de esta carretera, ya han sido demolidas 38 casas en Sawahra, Tour y Abu Dis. La segunda carretera (Nº 16) conectará los asentamientos de Ramot Eshkol y Maale Adumin con otros asentamientos en Jerusalén Este. La longitud de la carretera será de 2.8 km.
(*) 1 dunum = 1.000 m2
Arriba: Mapa realizado por el equipo de StoptheWall.org y traducido al castellano por el CSCA. Para bajar el mapa en tamaño más grande, entrar aquí. |
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