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Entrevista a Francisco Báez Baquet sobre la industria criminal del amianto

«La acción preventiva eficaz exige que el desamiantado se produzca antes del deterioro y al término de la vida útil del amianto-cemento instalado»

Fuentes: Rebelión

Francisco Báez, extrabajador de Uralita en Sevilla, autor de Amianto: un genocidio impune, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra esta industria de la muerte desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 45 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, ha reseñado […]

Francisco Báez, extrabajador de Uralita en Sevilla, autor de Amianto: un genocidio impune, inició en los años 70 del pasado siglo la lucha contra esta industria de la muerte desde las filas del sindicato de CCOO. Ha dedicado más de 45 años a la investigación sobre el amianto. Paco Puche, otro luchador imprescindible, ha reseñado y destacado su obra.

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La otra buena noticia a la que me refería en la anterior entrevista: http://www.elconfidencial.com/ultima-hora-en-vivo/2017-03-08/el-congreso-acuerda-sustituir-tuberias-de-fibrocemento-por-contener-amianto_1159247/  ¿Bien no? ¿De quién ha partido la iniciativa? ¿Qué grupos parlamentarios la apoyaron?

No recuerdo en estos momentos de quién ha partido la iniciativa parlamentaria, pero creo que ha sido de Izquierda Unida. En un orden de prioridades, el desamiantado del fibrocemento instalado en cubiertas debe de ser lo prioritario, y dentro de ese contexto, las de las escuelas. Es algo en lo que coincidimos, por ejemplo, con Paco Puche. Las tuberías de amianto-cemento se han utilizado para abastecimiento de agua potable, para alcantarillado, para regadíos, para conducción de gas ciudad, y hasta en las pistas de rodadura de los aeropuertos, para desagües, por su resistencia a los esfuerzos mecánicos exteriores, originados por el paso de los aviones, por encima de la superficie de la pista. Amianto, pues, «hasta en la sopa». Muy caro deshacerse de todo él, cuando, además, la solución definitiva no sería acumularlo en unos vertederos autorizados, sino inertizarlo mediante tratamiento térmico a muy altas temperaturas, dada la condición de ignífugo del susodicho mineral fibroso.

También de su parte: «Tres patologías en un mismo paciente expuesto a amianto, si se toman en cuenta también a las placas pleurales. Publicado «Resumen» en «PubMed»: Bianchi C, Bianchi T. Non-Hodgkin Lymphoma and Pleural Mesothelioma in a Person Exposed to Asbestos. Turk Patoloji Derg. 2017 Feb 4. doi: 10.5146/tjpath.2015.01332. [Epub ahead of print]. Incide en lo mismo que lo abordado en mi trabajo: Polimorbilidad en afectados por patologías asbesto-relacionadas. «Rebelión», 20/08/2015 http://www.rebelion.org/noticia.php?id=202278  con coincidencia de patologías involucradas». ¿Nos lo recuerda? ¿Nos hace un breve resumen?

El artículo hacía un recorrido por las diversas concurrencias, en un mismo paciente, de varias patologías asbesto-relacionadas, desde las más frecuentes, hasta las más o menos insólitas. Se trata de una circunstancia de agravamiento, que habitualmente no es tomada en consideración por los jueces, a la hora de valorar una indemnización, o incluso sin que tal circunstancia de agravamiento venga a favorecer una resolución favorable al demandante.

Me ha hablado también de un libro de Altopiedy y Penelli… La lectura de las 111 páginas de la versión en español del texto de Altopiedy y Penelli, contenido en el e-book: http://www.asbestosdiseaseawareness.org/wp-content/uploads/2016/02/The-Great-Trial.pdf me ha permitido un mejor conocimiento de su contenido. Supone una valiosa aportación, para los lectores hispanohablantes, al conocimiento de la responsabilidad patronal respecto de los daños causados por el amianto, algo que debemos agradecer a Paco Puche, promotor de la iniciativa. ¡Bien por Paco Puche!

Adolece de un pequeño defecto, consistente en la omisión de la nota nº 37; no es un simple salto de numeración: la nota falta realmente.

La propia finalidad y estrategia informativa del texto, dejan fuera de enfoque importantes componentes de la «conspiración de silencio», derivados de las actuaciones u omisiones de otros protagonistas empresariales, como es el caso de «John Manville», «Turner & Newall», o «Uralita», que si bien es cierto que son mencionadas, sin embargo, no se hace con toda la extensión que el peso de las evidencias permitirían.

Incluso acudiendo a la misma fuente, esto es, la documentación aflorada con ocasión del macroproceso de Casale, por lo que a mí respecta, y gracias a la ayuda de Alessandro Pugno, tuve oportunidad de acceder al contenido de aquellas partes de las actas de SAIAC que concernían a Uralita y a su antecesora, Roviralta y Cia., con cosecha de «munición artillera», que dejé reflejada en algunos de mis escritos. En cualquier caso, por mi parte, yo sí que he tirado de otras muchas fuentes, como es el caso, incluso, de los documentos desclasificados, del servicio secreto norteamericano.

En la actualidad, y atendiendo a un ruego de François Iselin, estoy haciendo una selección de párrafos dispersos de mis múltiples escritos, todos ellos concernientes a las alegaciones de supuesta «ignorancia» patronal, en su día, de los mortales efectos del amianto, y en consecuencia, sobre la «conspiración de silencio» realmente habida, para ocultarlos. Esta actividad, en proceso de realización actualmente, me permite apreciar hasta qué punto es cierta esa limitación del librito de Altopiedi y Panelli, que da la sensación de que en esto el único villano de la historia ha sido Schmidheiny, cuando lo cierto es que, con mayor o menor intensidad, sudafricanos, canadienses, norteamericanos, australianos, ingleses, rusos, chinos, brasileños, italianos, españoles, etc., etc., ha sido igualmente partícipes de lo mismo.

Me ha llegado también este comentario de Alessandro Pugno sobre su reflexión: «Hola Paco, yo también estoy muy contento que se haya traducido al español este texto. Entiendo tu punto de vista, sin embargo no hay que perder de vista que este texto es la «vulgarización» de las investigaciones utilizadas por la fiscalía italiana en contra de S. Schmidheiny y no un libro genérico sobre la historia criminal de las empresas del amianto. En todo caso es interesante tu punto de vista, leyendo el texto yo nunca llegué a la conclusión de que SS fuera el sólo responsable, pero quizás, al conocer tan de cerca los hechos narrados, he perdido perspectiva».

Posiblemente, para cuando esta entrevista esté ya publicada, esté ya ultimado mi último libro electrónico antes aludido, y en condiciones de poder salir a la luz pública. Vaya ya aquí mi agradecimiento a cuantos hayan colaborado en que eso sea posible

La última, esta vez sí. La información que utilizo es de Jessica Mouzo. Apareció en El País a finales de marzo. Se la resumo: «Al menos 291 colegios catalanes tienen amianto en sus instalaciones. El Departamento de Enseñanza ha revelado este viernes en una respuesta parlamentaria el mapa de centros educativos que cuentan con este material cancerígeno en su estructura. Se trata del 12% de los centros públicos catalanes y la zona de Lleida es la peor parada… Precisamente en el Vallès Occidental se encuentra, según los neumólogos, el municipio de España con mayor incidencia de mesoteliomas: Cerdanyola del Vallès. En esa localidad, donde se ubicaba una de las fábricas más grande de amianto propiedad de Uralita, se detectó en 2011 que el patio de una escuela estaba construido sobre placas de amianto… Sin embargo, los datos arrojados por Enseñanza, se quedan cortos, a juicio del neumólogo especialista en amianto, Josep Tarrés. «Me parece un censo incompleto, muy bajo. La mayoría de los colegios están construidos antes de 2002, cuando se prohibió el amianto; muchos, de hecho, se hicieron hace 30 o 40 años», critica. Tarrès alerta de la peligrosidad. «Hay estudios ingleses que demuestran problemas cancerígenos en profesores, por ejemplo, tumores de pleura», apunta, pues no siempre es preciso una exposición prolongada a este material para desarrollar una enfermedad. Mientras la asbestosis (fibrosis pulmonar) sí requiere una exposición intensa al amianto, para padecer el mesotelioma basta con entrar en contacto una sola vez. El Departamento ha asegurado hoy que trabajan «de forma intensiva» para retirar el fibrocemento. «Cuando hay un deterioro, intervenimos», ha dicho una portavoz. Lo que no se ha detallado son los criterios de priorización de unas escuelas respecto a otras y cuántas obras están en marcha. Enseñanza también ha explicado que ha reservado una partida dentro del presupuesto del Departamento de 2017 para retirar el amianto de los colegios, aunque no ha concretado el montante… Tarrés avisa: «Hay un peligro cierto. Los niños son más susceptibles porque respiran más a nivel del suelo, que es donde se acumulan las fibras, y además, su sistema inmunológico está en formación» ( http://ccaa.elpais.com/ccaa/2017/03/31/catalunya/1490975717_266791.html Como ve el doctor Tarrès, creo que se conocen personalmente, no está de acuerdo con los datos oficiales e insiste en la urgencia de la intervención. ¿Qué nos puede decir de esta información?

Suscribo íntegramente las palabras del doctor Tarrés, respecto a que para desencadenar un mesotelioma puede bastar una exposición única, de intensidad débil. Así lo llevo manifestando reiteradamente a través de mis propios escritos, aduciendo, en favor de esa tesis, la evidencia epidemiológica aportada, entre otros muchos investigadores, por el propio doctor Tarrés, y a mayor abundamiento, precisamente en el mismo entorno geográfico al que la información alude, con ocasión y oportunidad del amianto instalado en las escuelas de la zona.

Siendo todo esto así, es evidente que manifestar que «cuando hay un deterioro, intervenimos», es tanto como reconocer que sólo se actúa cuando ya se puede tener la certeza de que la situación de riesgo ya se ha generado, puesto que ese deterioro advertido no ha podido producirse sin que, como obligada consecuencia del mismo, se haya producido un desprendimiento de fibras de asbesto, y consiguiente liberación y dispersión de las mismas a la atmósfera circundante, en dosis que, como ya se dijo, basta para determinar el afloramiento, décadas después de habida la exposición, de mesoteliomas.

La acción preventiva eficaz, demanda la necesidad de que el desamiantado se produzca antes de que el deterioro esté ya presente, y al término de la vida útil del amianto-cemento instalado. Esa situación de término, no es algo sobrevenido de forma brusca, sino todo un proceso de progresiva instauración. Por el tiempo transcurrido desde que esa vida util comenzó, podemos tener la certeza de que, en buena medida, ese término ya se produjo, si no es que incluso ya quedó sobradamente rebasado.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.