Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández
La financiación de la Unión Europea (UE) destinada a las organizaciones palestinas de derechos humanos no está exenta de advertencias. En línea con sus supuestas iniciativas de construcción del Estado, la UE lleva mucho tiempo imponiendo restricciones a las organizaciones palestinas y sus esfuerzos a cambio de ayuda financiera, sofocando así una parte importante de la movilización de base que lucha por preservar la resistencia y la cultura palestina.
A medida que las restricciones de la UE sobre las organizaciones palestinas aumentaban hasta el punto de interferir con la política palestina, la recién lanzada Campaña Nacional Palestina para Rechazar la Financiación Condicionada ha pedido a las organizaciones palestinas e internacionales que adopten una postura clara contra las pretendidas «cláusulas antiterroristas» de la UE.
En una carta abierta , el Centro de Recursos BADIL para la Defensa de los Derechos de los Refugiados Palestinos y de sus Derechos de Residencia describía cómo, para poder acceder a la financiación de la UE, se espera que las organizaciones palestinas actúen como informantes contra las personas involucradas en la resistencia. El requisito de la UE es otro proceso que facilita la fragmentación de la sociedad palestina en un momento en que Estados Unidos está aislando rápidamente a Palestina en términos de diplomacia e historia.
La carta de BADIL afirma que debido a las campañas israelíes contra la financiación de la UE a las organizaciones palestinas: «Las restricciones de financiación de varios donantes se han intensificado, incluyendo condiciones ante las que nos resistimos, como evitar la participación en la Campaña palestina por el Boicot, la Desinversión y las Sanciones (BDS), en la promoción del derecho al retorno y de programas y proyectos en áreas como la Franja de Gaza o Palestina 1948 (Israel)».
El ministro de Seguridad de Israel, GiladErdan, en una carta dirigida al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, le instaba a rechazar las demandas de las organizaciones palestinas, reiterando la insistencia de la UE en que los fondos «solo lleguen a organizaciones sin vínculos con grupos terroristas», con una referencia específica al Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP).
Sin embargo, el FPLP no es la única entidad política objeto de ataque bajo las recientes estipulaciones. También se mencionan las organizaciones políticas involucradas en la resistencia, incluidas Hamas, la Yihad Islámica y las Brigadas Al-Aqsa. BADIL señala : «Esta escalada no puede separarse de todas las políticas y enfoques destinados a destruir los derechos nacionales palestinos».
Con esas restricciones relativas al importante vínculo existente entre la sociedad civil palestina y la resistencia palestina, la UE sabe que está poniendo otro obstáculo más en el reconocimiento de la lucha legítima de los palestinos. Las condiciones previas exigidas respecto a la ayuda financiera a las organizaciones palestinas están ampliando la brecha entre las instituciones políticas diplomáticamente aceptables en Palestina y las facciones palestinas cuyo compromiso de promover la lucha por la liberación les valió la etiqueta de terroristas. Sin embargo, como BADIL manifestaba en su carta, el estatus de las facciones palestinas «no lo determina un documento europeo». Por otra parte, la colonización sionista de Palestina, que viola todos los aspectos de los derechos humanos y la legitimidad política, se ha salvado de la etiqueta de terrorista a causa de la complicidad internacional en el proceso.
La UE podría representarse a sí misma como una entidad que promueve los derechos palestinos, sin embargo, está más preocupada por encontrar entidades palestinas dispuestas a promover su parcial diplomacia ante el pueblo palestino en detrimento de ellas mismas, por supuesto. A la luz de todas las restricciones a las que se enfrentan los palestinos, incluidos los crímenes de guerra adicionales en forma de expansión de asentamientos, lo menos que puede hacer la UE es abstenerse de emular las políticas estadounidenses cuando se trata de Palestina y de sus perspectivas de liberación e independencia.
Ramona Wadi es investigadora, periodista independiente, crítica de libros y bloguera. Sus trabajos cubren toda una variedad de temas en relación con Palestina, Chile y América Latina.
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