Introducción En la última semana me he visto enfrascado en dos debates simultáneos realizados a través de foros de internet. El tema tratado era la invasión de Gaza por parte de Israel, enmarcada en el contexto más amplio del conflicto árabe-israelí. Reconozco que en ciertos momentos me he sentido realmente afectado, al ver profundas muestras […]
Introducción
En la última semana me he visto enfrascado en dos debates simultáneos realizados a través de foros de internet. El tema tratado era la invasión de Gaza por parte de Israel, enmarcada en el contexto más amplio del conflicto árabe-israelí. Reconozco que en ciertos momentos me he sentido realmente afectado, al ver profundas muestras de inhumanidad en quienes, no atreviéndose a apoyar abiertamente a Israel, trataban al menos de equiparar ambos bandos.
Para ellos, el ataque en sí no tiene nada de reprobable; el único problema es que fue «desproporcionado»; pero Israel se defendía de la agresión de los cohetes caseros lanzados desde territorio palestino. Es más, Israel lleva defendiéndose desde el mismo año 48, fecha en la que, a pesar de haber comprado legalmente sus tierras, fue atacado por todos sus vecinos árabes. ¿A quién apoyar? ¿A Israel, que es una democracia, o a Palestina, que es una dictadura de los fundamentalistas de Hamás?
Evidentemente, todo esto no es más que una antología de groseros prejuicios y falsificaciones de la historia, que ni siquiera la historiografía sionista se atrevería a firmar, por ser sencillamente insostenible. Sin embargo, estos los foros de internet siempre fueron el refugio idóneo para esta clase de hooligans que se desahogan copiando párrafos de webs ultraderechistas como Libertad Digital o sesgadas y sospechosas de sionismo como Wikipedia (véase http://www.rebelion.org/
Por eso se hace necesario combatir estos tópicos, que se ven reforzados en la ambigüedad de la prensa española (nuestro país, en última instancia, es aliado de Israel), a fin de impedir que se propaguen.
Mito 1: Israel no robó sus tierras, sino que las compró y encima fue atacada
Falso. Más allá de tanto desconocimiento, la realidad historiográfica del nacimiento del Estado de Israel, amparada por toda la historiografía seria y solvente sobre el periodo (incluyendo también numerosas fuentes israelíes, como Ilan Pappe, Benny Morris, Meron Benvenisti, etc), es la siguiente: los judíos europeos habían empezado a emigrar a Israel desde finales del siglo XIX, con el movimiento sionista, que se basaba en la Biblia para afirmar que Palestina era «la tierra prometida». Sólo compraron legalmente el 6% del territorio palestino, y esa era la porción de tierra que ocupaban antes de los años 40. Según los censos oficiales del Mandato Británico (pues Inglaterra tenía colonizada entonces palestina), en 1945 los sionistas poseían aún menos del 10% de la tierra palestina y eran una exigua minoría en el país.
La ONU, en plena crisis de conciencia, quería recompensar a los judíos tras el holocausto nazi. Así, a instancias de los EE UU, partió Palestina en dos, otorgándole a la minoría judía el 56’4% de la tierra. Por tanto, había una mitad de Palestina, poblada sobre todo por árabes, que debía pasar a formar parte del recién creado Estado de Israel. El Irgun, el Lehi o la Hanagá, que eran milicias paramilitares judías, se negaron a convivir con la población autóctona, dando comienzo a una limpieza étnica sin precedentes. De los 475 poblados palestinos que había, 385 fueron borrados del mapa a punta de pistola. De 950.000 árabes apenas quedaron 138.000. El resto fueron asesinados o expulsados, todo ello en base a un mito tan talmúdico e integrista como el del «pueblo elegido».
Así pues ¿quiénes son los terroristas? A nuestros amigos del foro es preciso preguntarles: si entran en tu hogar por la fuerza unos extranjeros diciendo que quieren una casa, porque allí vivieron hace 4.000 años sus antepasados según una leyenda mítica; si te defiendes para que te dejen, al menos, un dormitorio y, con suerte, un retrete, tú ¿qué harías? Por supuesto: denunciarías, protestarías etc., pero… si aun dándote la razón la legalidad internacional, los invasores no sólo no cesan, sino que continúan y tus vecinos se quedan mirando e incluso aplaudiendo…¿qué harías? ¿serías un terrorista? Si repasan la historia, nuestros amigos descubrirán muchas cosas.
Pero los israelíes tampoco se conformaron con esto. Bien pronto, en el año 49, aumentaron sus fronteras en las primeras guerras, y en el año 56 lanzaron nuevas campañas militares. En 1967 lanzaron una guerra preventiva (la Guerra de los Seis Días) contra todos sus países vecinos, ocupando ilegalmente Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (pertenecientes a Palestina), la Península del Sinaí (perteneciente a Egipto) y los Altos del Golán (pertenecientes a Siria). Con ello Israel pasó de tener 21.000 km2 a tener 67.000 km2. Todo ello pese a los esfuerzos de Egipto y Jordania por evitar el conflicto, sin olvidar que Israel hizo continuas provocaciones a Siria. Hasta el general sionista Moshe Dayan reconoció que los enfrentamientos fueron provocados por Israel. Y es que la idea de los israelíes había sido desde el principio hacerse con el control de toda Palestina e incluso más allá, como reconoció siempre públicamente el propio fundador de este Estado, David Ben Gurion. A día de hoy, siguen ocupando todos esos territorios, salvo la Península del Sinaí. Con respecto a Gaza y Cisjordania, en 2005 Israel inició su «plan de desconexión», retirándose parcialmente, a pesar de lo cual siguen manteniendo en esta zona más de 500 humillantes check-points militares, en los que tienes que identificarte a soldados extranjeros perdiendo tu tiempo para pasar de un barrio a otro; y cientos de colonias, con más de 400.000 colonos.
Ese es el origen del territorio actual del Estado de Israel, y no otro. Así pues, la ONU otorgó injustamente a Israel el 56’4% de Palestina, pero, no contentos con eso, robaron a punta de pistola todo lo demás, mediante guerras de anexión. Actualmente los Palestinos viven en un 12% de lo que fuera su tierra natal, e incluso dentro de ese 12% están ocupados por un ejército extranjero.
Pero lo que es aún peor: la colonización prosigue su avance hoy, ahora mismo, cada día. Según la ONG israelí Peace Now, sólo en 2008 Israel ha establecido 1.257 construcciones ilegales en Cisjordania, con lo que acelera el ritmo de colonización con respecto al año anterior. Las tierras palestinas son conquistadas, estableciéndose el consiguiente perímetro de seguridad militar israelí. Esto constituye una provocación para la población nativa, que, por ejemplo en Hebrón, sufre el acoso de los colonos, armados hasta las cejas y protegidos por el ejército (véanse las imágenes de esta agresión de colonos judíos a pastores palestinos: http://ie.youtube.com/watch?v=
Para colmo está el Muro de Cisjordania, auténtico éxtasis de segregacionismo, que, como veremos, roba de paso algunos territorios ocupados más. Según Amnistía Internacional, «La Corte Internacional de Justicia dictaminó el 9 de julio de 2004 que la construcción de la valla/muro israelí en Cisjordania es ilegal según el derecho internacional y pidió su derribo. Esta construcción, además, contribuye a producir graves violaciones de los derechos humanos […] Aproximadamente el 90 por ciento del trazado que sigue está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades y pueblos palestinos y aislando entre sí a comunidades y familias y separando a los campesinos de sus tierras y a los palestinos de sus lugares de trabajo, centros educativos y de salud y otros servicios esenciales […] La valla/muro rodea más de 50 asentamientos civiles israelíes en los Territorios Ocupados, donde viven la mayoría de los colonos israelíes y que son ilegales conforme a la legislación internacional». (http://www.es.amnesty.org/
Mito 2: Israel se ha defendido de la agresión de Hamás, que rompió la tregua
Falso. Israel no respetó ni un solo día la tregua, ya que entre los términos de la misma estaba permitir la entrada de ayuda humanitaria a la franja de Gaza. Además, siguió realizando incursiones, como la del 4 de noviembre, en la que mató al menos a 10 palestinos.
El lanzamiento de cohetes caseros hacia Israel (triste pretexto no mucho mejor que el de las «armas de destrucción masiva» en Irak, ya que el ataque a Gaza venía planificándose desde hace 6 meses, según la propia prensa israelí) es explicable dentro de un contexto en el que Gaza se ha convertido en una verdadera cárcel, en un guetto en el sentido literal, como el de Varsovia: un territorio del que no está permitido salir y en el que no se permite introducir alimentos, medicinas ni agua.
Es lógico que la población, muriendo literalmente de hambre, fabrique cohetes caseros y responda, por desesperación, ante esta barbarie. Desde la decencia, desde la dignidad, desde la consideración de los palestinos de Gaza como seres humanos y no como inferiores a nosotros, sólo cabe pensar que eran ellos quienes se defendían al lanzar sus cohetes.
En todo 2008, esos cohetes sólo mataron a 4 israelíes. Pero la nueva Ley del Talión es cien ojos por cada ojo: en sólo dos semanas, Israel ha asesinado a 1.300 palestinos, la mayoría civiles, y 400 de ellos niños… Nuestros sionistas foreros, que no son fácilmente impresionables, afirman que eso es también culpa de Hamás, por usar a la población civil como escudos humanos. Repiten así una excusa oficial israelí bastante pobre. Al estar encarcelada, Gaza es una de las zonas más densamente pobladas del planeta. ¿Dónde podrían vivir los militantes de Hamás para no estar usando a sus vecinos como escudos humanos? Israel ha bombardeado desde el aire, con F-16 fabricados en Estados Unidos, acabando con 4.000 edificios palestinos y dejando sin hogar a 50.000 personas, según datos de la ONU. Además, ha bombardeado dos escuelas de la propia ONU, matando a 40 personas. Ha bombardeado la Universidad, en la que estudian 20.000 jóvenes. ¿Son esos los escudos humanos? Paradójicamente, es Israel quien siempre ha utilizado como escudos humanos a los palestinos, como han denunciado numerosas organizaciones de Derechos Humanos como Amnistía Internacional o Human Rights Watch (véase en esta foto cómo los soldados sionistas han amarrado a un niño palestino de 13 años a su tanque para que nadie les dispare: http://www.escolar.net/MT/
Calificar este ataque israelí de «desproporcionado» (como hacen nuestros foreros, Moratinos, el PSOE y la UE) implica decir que en otra proporción habría estado bien. Y yo les pregunto: ¿cuál habría sido la proporción adecuada de niños muertos? ¿Tal vez 100, 50, en lugar de 400? Los foreros contestan que habría estado proporcionado si hubieran muerto sólo quienes lanzaron cohetes. Esto es cuestionable, porque una guerra sólo es justificable en caso de una invasión territorial directa. Pero además ponen una condición sencillamente imposible de cumplir. Nadie puede saber quién lanzó los cohetes caseros, ni mucho menos dónde vive. Sencillamente, no había manera de «proporcionar» este ataque, porque desde el principio estaba planteado como un puro genocidio.
Mito 3: Israel es la única democracia de Oriente Medio y Palestina una dictadura fundamentalista de Hamás
Falso. Para empezar, Hamás o Al-Fatah no son más fundamentalistas que el Likud o la Kadima. Contamos con numerosas declaraciones de importantes gobernantes israelíes (por ejemplo, Ben Gurion, Golda Meir, Moshe Yallon o Ariel Sharon) en las cuales niegan a los palestinos incluso el derecho a existir. En cambio, hasta Haniya, primer ministro de Hamás, ha reconocido al Estado de Israel, siempre que vuelva a las fronteras anteriores a la guerra del 67 (es decir, a las que reconoce la ONU).
Para continuar, Haniya, al igual que anteriormente Yasser Arafat, gobierna Palestina por haber ganado las elecciones de dicho país democráticamente. De hecho, Hamás las ganó en 2006 con mayoría absoluta, y fue Al-Fatah, al no acatar los resultados electorales, quien estaba dando un golpe de Estado de facto. ¿Por qué es más democrático Israel? Elecciones, pluripartidismo y parlamentarismo hay en ambos países. Israel es un Estado que reconoce la tortura en su propio Código Penal (o que ordena a sus militares que le partan los huesos a los adolescentes que atrapan tirándoles piedras, como ocurrió durante la Primera Intifada y está registrado en video: http://ie.youtube.com/watch?v=
Nuestros amigos foreros, viéndose derrotados, recurrieron al último cartucho que les quedaba: tratar de sembrar confusión, equiparando a Hamás con Al-Qaeda y agitando así las conciencias de los lectores con el recuerdo del 11-M. Es lamentable leer tanta demagogia. Para empezar, hay que recordar que el conflicto árabe-israelí no comienza en 2006, cuando gana las elecciones Hamás. Anteriormente gobernaba un partido laico y progresista como Al-Fatah, y el comportamiento genocida de Israel fue entonces el mismo, como lo ha venido siendo desde hace 60 años.
Estos foreros llegaron a decir que Hamás apoyó el 11-M, y que reivindica la reconquista de Al-Andalus. Para lo primero (por supuesto, pura invención) no pudieron aportar la menor apoyatura documental. Para lo segundo lograron encontrar en cambio este link: http://www.abc.es/hemeroteca/
Al analizar, observamos varias cosas. En primer lugar la noticia no afirma que Hamás reivindique Al-Andalus, sino que lo hace su «brazo juvenil». El problema es que Hamás no tiene Juventudes. Investigando, descubrimos que quien ha hablado de Al-Andalus no es Hamás, sino una publicación llamada «Al Fateh» -el Conquistador-. Para empezar, no es un diario juvenil, sino una revista virtual infantil, como cualquiera puede comprobar entrando en su web: http://www.al-fateh.net/ . He encontrado una traducción del texto, y se trata de un cuentecito infantil que comienza diciendo: «Yo soy Sevilla, la novia de Al-Andalus» y que, al final del todo, afirma: «por favor, llamadme para volver con las demás al paraíso perdido, a manos musulmanas». Estas palabras que aparecen en una revista infantil, arbitrariamente relacionada con Hamás, son para este desconocido periodista una llamada a «la conquista de España». ¿No se ha molestado en investigar, como yo, 5 minutos o sencillamente miente a propósito con el fin de generar alarma social y odio? Que la publicación sea el diario de las «Juventudes de Hamás» (serían algo pueriles, ¿no?), como afirma el ABC, es por tanto incierto; que esta revista-web para niños tenga alguna relación con Hamás, más que dudoso, y en principio parece ser una completa falacia. Aunque hubiera sido cierto, en el Estado español las Nuevas Generaciones o las Juventudes Socialistas dicen barbaridades que no se le pueden achacar al PP o al PSOE, aunque sería más divertido si se pudiera. En cualquier caso sigue siendo falso que Hamás reivindique Al-Andalus, y nuestros foreros no lograron encontrar (a pesar de su insidiosa búsqueda, imagino) un solo líder de ese partido que lo haga.
Conclusión
En nombre del respeto a la vida, a la verdad más mínima e innegable, a la justicia más básica y elemental, debemos hacer frente a todos estos engaños, falacias y prejuicios interesados.
Ni las invenciones que acabamos de citar son remotamente razonables (es más, ¿qué relevancia puede tener que un niño hundido en la miseria diga barbaridades?), ni los 400 niños muertos son culpa de los palestinos por usarlos como «escudos humanos» (Israel disparaba desde el aire a edificios enteros, y hablamos de edificios civiles, según la propia ONU), ni las tierras del primitivo Estado de Israel fueron ocupadas pacíficamente (¿alguien puede negar uno solo de los 385 poblados que fueron arrasados?), ni compradas legalmente (sólo el 6%), ni es cierto que Israel sea más democrático (su Estado es racista y sus partidos Likud o Kadima son más fundamentalistas que Hamás) porque Hamás «persiga a la oposición» (la oposición intentó mantenerse en el poder dando un golpe, pese a perder las elecciones, e incluso después de eso Hamás sigue proponiendo un gobierno compartido), ni es equiparable ser el gendarme del petróleo de Oriente Próximo para los socios norteamericanos con defender tu derecho a poder vivir, tener una casa, una mujer y un hijo.
Debemos seguir saliendo a la calle para mostrar nuestra indignación, exigir al gobierno de Zapatero que expulse al embajador israelí y deje de vender armas a este Estado terrorista y genocida, a este IV Reich; boicotear los productos «Made in Israel» (los que tienen 729 al inicio de su código de barras) y por supuesto continuar gritando:
¡¡Viva la resistencia del pueblo palestino!!
¡¡No a la ocupación genocida de Israel!!
¡¡Tahye al muqwameh al falastiniah!!
¡¡Falyasqout al ehtelal!!