Recomiendo:
0

Otro hito de la democracia israelí

La camaradería de los puestos de control

Fuentes: Haaretz

Traducido para Rebelión por LB

Quien desee conocer la sociedad israelí debe hacer una visita a los puestos de control (checkpoints) que el ejército israelí tiene instalados en las carreteras palestinas. Pero no durante un cuarto de hora, guiados por comandantes que se jactarán de pabellón que han construido para que la gente que espere en fila y que explicará que la ampliación y mejora del puesto de control tiene como objeto beneficiar a los nativos. Quienes realmente deseen saber lo que ocurre en los puestos de control israelíes deben permanecer en ellos durante horas y durante varios días. Observando a los soldados uno descubrirá en ellos muchos rasgos genuinamente israelíes, características de las que siempre nos hemos sentido orgullosos.

Por ejemplo, la camaradería. La camaradería es tan fuerte que algunos llegan a pensar incluso que pueden desviarse de las normas que se han creado en el puesto de control, normas perversas de por sí. Por ejemplo, en el puesto de control de Taysir, durante las dos últimas semanas, en dos ocasiones que están documentadas, un soldado orinó en público y en presencia de mujeres. Tal vez en ambas ocasiones se trató del mismo soldado, o quizá fueran dos soldados diferentes. En cualquier caso, la proeza mingitoria fue una manifestación extrema del desprecio que los soldados israelíes del puesto de control sienten por la gente que está a su merced y que debe pasar obligatoriamente por el puesto de control: maestros, campesinos, comerciantes, escolares, trabajadores de los asentamientos… Igualmente, es también una forma de expresar la autoconfianza de los soldados, la certeza que tienen de que ningún compañero les va a impedir hacer cosas que nunca harían en Binyamina o en Bnei Brak [dos poblaciones israelíes].

El deseo de ayudar es otro rasgo israelí. El mismo soldado ayudó a un policía que se encontraba cómodamente arrellanado en su jeep en su remoto puesto de control situado en un extremo del Valle del Jordán. El martes de la semana pasada este soldado retiró los documentos a una serie de conductores palestinos, se los dio al policía del jeep y luego regresó a donde los conductores llevándoles los documentos de identidad y sendas multas de tráfico de 100 shekels por cabeza, a cotizar a la Hacienda israelí por no llevar puesto el cinturón de seguridad. Tal vez no sea ocioso señalar que todos los conductores multados tenían debidamente puestos su cinturones de seguridad, incluso después de haber estado esperando en sus vehículos durante más de media hora.

El ingenio es otro rasgo típicamente israelí. Una orden militar israelí prohíbe a todos los palestinos entrar y pernoctar en el Valle del Jordán, exceptuando a aquellos palestinos que viven en el Valle y trabajan en las colonias judías. En las últimas semanas los soldados del puesto de control de Taysir han estado advirtiendo a los habitantes del Valle del Jordán que «se atreven» a pasar la noche fuera del Valle y a regresar por la mañana, que «eso está prohibido». Hace año y medio decidieron que estaba «prohibido» que los campesinos palestinos transportaran sus productos a través de este puesto de control, lo que trajo como consecuencia que ahora dichos campesinos deban dar un rodeo de 30 kilómetros y atravesar varios checkpoints. Cuando se les hizo comprender a los soldados israelíes que la orden que invocaban no existía, hallaron una forma de mantener a los conductores palestinos alejados del puesto de control: a los que transportaban legumbres a Cisjordania les obligaban a vaciar todas sus cajas antes del puesto de control, se supone que para revisarlas, y luego les obligaban a cargarlas de nuevo.

La tenacidad es considerada también como un rasgo admirable, especialmente en el ejército. Los comandantes de brigada van y vienen, los soldados son reemplazados y, con todo, durante los dos últimos años las informaciones que llegan del remoto puesto de control de Taysir se han mantenido invariables: soldados que se inventan nuevos métodos de acoso, tiempos de espera que exceden todo lo justificable bajo los más variados pretextos (un día es porque el puesto de control está en obras, otro por documentos falsificados, otro por una alarma de seguridad), y noticias sobre gente a la que se obligó a pasar por otro puesto de control.

Es fácil alegar que Taysir es excepcional. Es un hecho que la conducta de ese soldado en particular fue considerada por su comandante como muy grave y que fue suspendido de su puesto. El brigada también negó la veracidad de informaciones procedentes de los habitantes de la zona que afirmaban que el soldado en cuestión seguía presente y «servía» en el puesto de control incluso después de haber sido suspendido por un espacio de dos horas un día y de tres horas otro. Oficiales de la brigada subrayaron que la suspensión que afecta a este soldado sigue en pie, y lo hacen con tanto énfasis como el que ponen los civiles palestinos para asegurar que han vuelto a ver al mentado sujeto en el puesto de control. Sea como sea, también en el pasado, cuando informaciones de este tipo llegaban a oídos de los comandantes, la situación del puesto de control solía mejorar durante algunos días: el tiempo de espera se reducía y luego todo volvía al estado inicial. En el curso de los años, cada uno de las decenas y decenas de puestos de control que salpican la geografía de los territorios palestinos ocupados (1) ha desarrollado sus propias técnicas de acoso, las cuales derivan de la orden implícita que subyace a la existencia misma de los puestos de control: impedir la libertad de movimientos de los palestinos para asegurar el bienestar de las colonias judías, es decir, de Israel. Una está harta de leer cosas sobre los puestos de control, y más harta aún de tener que escribir sobre ellos. Pero lo más repugnante de todo es atravesarlos. Sin embargo, dado que los palestinos no tienen más alternativa que la de seguir pasando por ellos, estos puestos de control seguirán siendo el símbolo de la sociedad israelí.

  1. Una relación completa de las barreras israelíes en Palestina se puede ver en http://www.rebelion.org/noticia.php?id=45225

Texto original: http://www.haaretz.com/hasen/spages/817008.html