La organización Reporteros sin Fronteras ha iniciado hace unos días una campaña contra el turismo en Cuba que llevarán a cabo durante este verano. La campaña ha comenzado en Francia y tienen previsto extenderla también a otros países. Al parecer pretenden sensibilizar a los potenciales turistas de que Cuba se ha convertido «en la mayor […]
La organización Reporteros sin Fronteras ha iniciado hace unos días una campaña contra el turismo en Cuba que llevarán a cabo durante este verano. La campaña ha comenzado en Francia y tienen previsto extenderla también a otros países.
Al parecer pretenden sensibilizar a los potenciales turistas de que Cuba se ha convertido «en la mayor prisión de periodistas del mundo».
Sin embargo, RSF se rige por criterios un tanto nebulosos.
Tratemos de despejarlos:
Desde hace años Cuba es el objetivo prioritario para RSF. Y desde hace año Colombia es, sin embargo, el país más peligroso para los periodistas, donde mayor número de ellos son asesinados. Pero para RSF la diferencia es que en Colombia el periodista tiene al menos la libertad para publicar aunque horas después sean asesinados. Y además sus familias siempre tienen la oportunidad de denunciarlo a las autoridades y, al menos en teoría, que lo investiguen y juzguen a los culpables.
En la primavera de 2000 RSF realizó un informe sobre la situación de los periodistas en el País Vasco. Durante tres días se entrevistaron únicamente con altos directivos del Grupo Correo, RTVE, PRISA y El Mundo. El resultado fue un documento en el que figuraban datos inventados y exagerados, cifras cogidas a bulto y por supuesto ninguna referencia al atentado con bomba contra la revista Punto y Hora, el cierre del diario Egin o los asesinatos de los periodistas Xavier Galdeano Y Josu Muguruza por pistoleros del GAL.
RSF no tiene contabilizados periodistas encarcelados en EE.UU. (¿quién es Mumia Abu- jamal?), ni en España (¿dónde están los miembros de Egunkaria encarcelados?), ni en otros muchos países «democráticos».
RSF se indigna porque haya turistas que deseen viajar a Cuba, pero no de que los haya dispuestos a hacerlo a Israel, Turquía, Marruecos, Colombia…
Al tiempo que RSF inicia su campaña para dañar la imagen y la economía del pueblo de Cuba, Manos Unidas comienza otra en la que pide a «los turistas que respeten los pueblos y culturas a los que viajan y que aprovechen el encuentro con otros pueblos para enriquecerse con su dignidad y cultura». Son formas diferentes de entender cómo funciona el mundo.
Mientras RSF lleva a cabo su agresión contra Cuba con cuantos medios están a su alcance, la FAES (Fundación para el Análisis y Estudios Sociales, vinculada al PP y presidida por el propio Aznar) busca, mediante un seminario, apoyos para potenciar la disidencia cubana. Son formas similares de entender quien maneja el mundo.
Por cierto que el seminario de la FAES estuvo presidido por la ministra de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, en nombre y representación del presidente del Gobierno, José María Aznar. Y bajo el pomposo nombre de «Hacia una democracia en Cuba» reunió a insignes como el terrorista y a la vez presidente de la ultraderechista Unión Liberal Cubana (ULC), Carlos Alberto Montaner, disidentes cubanos en el exilio, periodistas del grupo PRISA, ex presidentes de gobierno y parece que también asistió el peruano Mario Vargas Llosa (no podía faltar).
RSF se desgañita por el encarcelamiento de su representante en Rabat, Ali Lmrabet, periodista y propietario de dos revistas (contando por cierto, con el apoyo de todos los medios de propaganda y de gran parte de los medios alternativos y ONG’s), y mientras tanto el aparato judicial español prepara la maquinaria para cerrar el periódico vasco Gara (otro medio de comunicación, y ya van…). Pero de esto nadie dice nada.
Al día siguiente de que los estadounidenses bombardearan un edificio de Al-jazeera (matando a dos periodistas) y uno de sus tanques asesinara de una cañonazo a otros dos en Bagdad, RSF dedicaba la portada de su página web a la falta de libertad de expresión en Cuba.
Para hacernos una idea con esto es suficiente.
También la forma de actuar de RSF presenta características propias. Veamos algunos ejemplos:
El pasado 17 de marzo, seis miembros de RSF reventaron la sesión de apertura de la 59ª Comisión de Derechos Humanos de la ONU, con sede en Ginebra, lanzando en la Sala de Conferencias panfletos insultantes contra el nuevo presidente libio de la Comisión de DD.HH., Najat al Hajjaji, mientras éste pronunciaba el discurso inaugural. Provocando con ello que, con posterioridad, el Comité de Naciones encargado de las organizaciones no gubernamentales decidiera suspender por un año el status consultivo de RSF. Al conocer esta decisión, la organización dio una rueda de prensa donde continúo ridiculizando y despreciando a los países que habían secundado la resolución de la ONU.
El 4 de abril una quincena de miembros de RSF asaltaron y deterioraron la oficina cubana de turismo en París. Y prometieron llevar a cabo más acciones.
Mientras la opinión pública se preguntaba si difundir las fotos de prisioneros de guerra es atentar contra su dignidad, RSF mostraba las fotos de los periodistas encarcelados en Cuba, no por ejercer su oficio (como pregonan desde el Imperio) sino por estar a sueldo del Departamento de Estado USA e intentar desestabilizar al gobierno cubano por la fuerza.
La campaña por la liberación del preso marroquí, Ali Lmrabet, es un paradigma de hipocresía de gran tamaño. Visto a escala regional, es una vergüenza que dos monarquías «hermanas», (España y Marruecos) que encarcelan y torturan a periodistas por igual y cierran medios de comunicación, sean presentadas sin embargo como modelos contrapuestos; una como democracia consolidada y la otra como dictadura feroz. A escala más global, me pregunto porqué RSF no habrá dirigido sus ataques contra el gobierno estadounidense que es, al fin y al cabo, el responsable del mantenimiento de la monarquía-dictadura marroquí.
Se cierra el círculo
El ímpetu desarrollado por RSF en su campaña por la libertad de expresión en Marruecos no iba en detrimento del empuje desencadenado contra Cuba. La organización ha sabido atar bien los dos cabos.
El 8 de julio El Mundo publicaba una carta que Lmrabet dirigía al cubano Raúl Rivero (uno de los cubanos encarcelados) y en la epístola del marroquí se ultimaban los detalles que RSF quería introducir: ahora Cuba es como Marruecos (a muchos izquierdosos les habrá pillado con el pie cambiado).
Decía en «La importancia de ser cubano» (http://www.rebelion.org/cuba/030615fierro.htm) que no tenían de que preocuparse los presos cubanos. Que todo esto (más temprano que tarde) pasará y volverán a ser el centro de las informaciones veraces. Y fíjense, no han necesitado un mes para dar otra vuelta de tuerca contra Cuba. Y cerrar, y tratar de estrechar, el círculo con el que intentan ahogar al país socialista.
Parece algo más que una casualidad que RSF y los amos del Imperio lleven caminos paralelos.
Aunque (viendo el uso tan laxo que RSF hace del término «periodista») ¿y si cuando dicen que Cuba se ha convertido en la mayor prisión de periodistas del mundo , se estuvieran refiriendo a los presos de Guantánamo, porque quizás muchos de ellos sean periodistas?