Traducido del inglés para Rebelión por Beatriz Morales Bastos
Palestina ocupada, 1 de septiembre de 2015 – El movimiento de Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS) y sus compañeros de todo el mundo celebran la retirada de la enorme corporación francesa Veolia del Tren Ligero de Jerusalén (JLR, por sus siglas en inglés), un sistema de ferrocarril ilegal construido para facilitar el crecimiento y la expansión de las colonias de asentamiento colonial israelíes en territorio palestino ocupado.
La venta de sus participaciones en el proyecto del JLR supone el fin de toda participación de Veolia en el mercado israelí, incluidos todos los proyectos que violan el derecho internacional y los derechos humanos del pueblo palestino.
Esta venta se produce tras una amplia campaña de siete años de boicot a Veolia debido a su complicidad con la ocupación israelí, que le ha costado varias ofertas de licitación en todo el mundo por valor de más de 20.000 millones de dólares.
En abril de 2015 Veolia vendio prácticamente todos su negocios en Israel, pero hasta ahora había conservado una participación del 5% en el proyecto del JLR. La tarde del jueves [30 de agosto de 2015] el grupo de investigación sobre los derechos humanos Who Profits informó de que Veolia había liquidado su participación del 5% en el proyecto del JLR.
Bajo la presión del BDS Veolia perdió importantes contratos con las autoridades locales de toda Europa, Estados Unidos y Kuwait. Ayuntamientos de toda Europa ha aprobado resoluciones para excluir a la empresa de las licitaciones debido a su implicación en las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel.
Por ejemplo, tras la masacre cometida por Israel en Gaza en el verano de 2014 el ayuntamiento de la ciudad de Kuwait excluyó a Veolia de una licitación por valor de 750 millones de dólares para el tratamiento de residuos sólidos.
Los ejecutivos de Veolia han admitido que la campaña [de BDS] ha costado a la compañía «importantes contratos» y varios expertos financieros ha hablado reiteradamente del coste financiero que la campaña ha supuesto a Veolia.
A finales de 2013 la calificación de inversión de Veolia quedó reducida al estatus de «basura» a consecuencia de su enorme deuda de más de 20.000 millones de dólares, una cantidad casi igual al valor total de las ofertas que para entonces había perdido Veolia.
El coordinador general del Comité Nacional Palestino de BDS (BNC) Mahmoud Nawajaa calificó la retirada general de Veolia de los proyectos ilegales israelíes de victoria para todos los activistas de los derechos humanos que han presionado a la empresa:
«La estratégica y esmerada campaña del movimiento de BDS a obligado a una de las mayores empresas de Europa a abandonar el mercado israelí. La retirada de Veolia de Israel supone un ejemplo para todas las empresas que son cómplices con las violaciones de los derechos humanos por parte de Israel. Es una victoria del movimiento de BDS y de todos nuestros compañeros de otros movimientos de derechos humanos que han contribuido a presionar a la empresa».
Nawajaa añadió: «Pedimos acciones legales contra Veolia por parte de organizaciones especializadas para obligar a esta empresa a pagar indemnizaciones a las comunidades palestinas a las que han afectado negativamente estas violaciones del derecho internacional».
El JLR se considera uno de los más infames intentos coloniales de normalizar y fortalecer el dominio de Israel en el ocupado Jerusalén Oriental y vincula a las colonias de la ciudad aún más firmemente con el Estado de Israel. The Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas consideró que el proyecto era un servicio de las ilegales colonias de Israel en lo territorios ocupados palestinos. La implicación de Veolia en ello, entre otras operaciones israelíes igual de ilegales, ha hecho cómplice a la empresa con las violaciones por parte de Israel del derecho internacional.
La campaña de BDS contra Veolia se emprendió en Bilbao, en el País Vasco, en noviembre de 2008, para presionar a la empresa a dejar de implicarse en las violaciones por parte de Israel de los derechos humanos palestinos.
En 2007 el grupo francés de solidaridad AFPS y la Organización para la Liberación de Palestina llevaron a la empresa ante los tribunales en Francia para obligarla a dejar de ser cómplice con las violaciones por parte de Israel del derecho internacional.
Además de por su implicación en el JLR, Veolia también ha sido el objetivo de la campaña por el papel que ha desempeñado en los servicios de residuos, aguas y autobuses para las ilegales colonias israelíes. Veolia transfirió el control de estos proyectos a otras compañías a medida que aumentaba la presión de la campaña contra ella.
Riya Hassan, coordinadora para Europa del BNC afirmó: «Veolia sigue siendo un objetivo de las campañas de sindicalistas, defensores del medioambiente y en contra de las privatizaciones debido a su historial de políticas en contra de los trabajadores y a su implicación en la privatización del agua pública. Todas aquellas personas a las que siguen afectando las políticas de Veolia y que siguen luchando para hacer responsable a la compañía y para obtener indemnizaciones pueden seguir contando con nuestra solidaridad. El movimiento de BDS lleva en el corazón la solidaridad con otras luchas similares».
Comité Nacional Palestino de la Campaña de BDS (BNC, por sus siglas en inglés)