No se puede negar que las fuerzas armadas israelí están catalogadas como una de las principales en el ámbito militar del mundo contemporáneo: tienen poder de fuego, tecnología, número de integrantes activos profesionalizado y profesionalizadas, poseen un destructivo menú mortífero que sale de sus laboratorios de guerra y de sus universidades, la reserva militar también […]
No se puede negar que las fuerzas armadas israelí están catalogadas como una de las principales en el ámbito militar del mundo contemporáneo: tienen poder de fuego, tecnología, número de integrantes activos profesionalizado y profesionalizadas, poseen un destructivo menú mortífero que sale de sus laboratorios de guerra y de sus universidades, la reserva militar también cuenta con formación profesional; así como también, las fuerzas armadas y sus servicios de inteligencia son acreedores de una larga estela de experiencia en el mundo del espionaje y un voluminoso expediente de violación de los derechos humanos, entre otros vergonzantes atributos.
Será de esto de lo que pueden presumir los estamentos del poder en Israel.
Israel es toda una potencia militar con un equipamiento que supera a otros países en la zona que le garantiza a EE.UU., una infiltración, sometimiento y amenaza a naciones de la región de gran portento petrolífero, además por su ubicación geográfica, pero también por ser Israel poseedora del poder nuclear que en su arsenal armamentístico se estima en más de doscientas ojivas nucleares con dicho respaldo mortífero intimida a más de un país e intimida a más de un gobierno.
La Franja de Gaza como la palabra lo dice, es una franja que donde es más estrecha es de 4kms., en tanto que en la parte más ancha es de 16kms., con una extensión de 43kms.
El poderío militar y la ética principista, la filosofía, así como la Doctrina de su Fuerza Armada y del gobierno israelí es tal, que con su certera puntería, destruyen escuelas, liceos, universidades, albergues, ancianatos, hospitales, maternidades, estaciones eléctricas, acueductos y redes de aguas servidas.
A cada disparo de Israel, los juguetes infantiles vuelan por los aires, cuerpos desmembrados de niños y niñas diseminados sobre y debajo de los escombros. Quienes se atrevan a rescatar los cadáveres de familiares y vecinos son aniquilados. No hay forma de hacer teteros, las papillas quedan en la imaginación de las desesperadas madres ante la inclemencia de los Herodes contemporáneos.
No se puede negar pero la puntería de las fuerzas israelíes es admirable para los Dioses del Infierno, estos se regocijan entre ellos y reconocen el coraje y valentía de los gobiernos de Israel que les alimenta con la embriaguez y lujuria de sangre y dolor.
Pero el paroxismo de Israel no sería tal si no tuviera el apoyo y consentimiento de las administraciones gubernativas de Estados Unidos.
Lo que llama la atención es que mientras esto ocurre en la Franja de Gaza, algunos afamados escritores, artistas, cineastas, deportistas, políticos, entre otros, están muy ocupados en sus menesteres y en esta oportunidad no gozan del tiempo disponible como si lo tuvieron para malponer y denigrar de Venezuela durante los meses de febrero, marzo, abril, mayo, junio y julio del presente año donde la Oligarquía, el Imperio, las Transnacionales y las empresas privadas de comunicación acompañaron y estimularon las guarimbas para salir del gobierno de Nicolás Maduro, todo parecer indicar ahora que es un simple problema y prioridad de agenda de estas celebridades pero no les despierta el interés todo lo que acontece en la Franja de Gaza. Es comprensible: ahora les pagan para que guarden silencio mientras que en Gaza hablan son las bocas de los cañones, de la fusilería, de los drones, de la aviación y buques israelíes. Personalidades del mundo, que la paz espiritual sea con ustedes.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.