Rolando Masferrer fue un connotado terrorista que mantuvo estrechos vínculos con los servicios especiales norteamericanos, incluso antes del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, particularmente con la CIA y el FBI. Elegido senador fraudulentamente en Cuba en 1954, dirigió una organización paramilitar y criminal conocida como los «Tigres de Masferrer». Cuando marcha al […]
Rolando Masferrer fue un connotado terrorista que mantuvo estrechos vínculos con los servicios especiales norteamericanos, incluso antes del triunfo revolucionario del primero de enero de 1959, particularmente con la CIA y el FBI.
Elegido senador fraudulentamente en Cuba en 1954, dirigió una organización paramilitar y criminal conocida como los «Tigres de Masferrer». Cuando marcha al exilio en Miami se convirtió en propietario y editor de un periódico en español llamado «Libertad», empleado para desarrollar una feroz campaña contra las fuerzas revolucionarias y, posteriormente, contra la Revolución Cubana.
El 31 de octubre de 1975, fue víctima de un atentado con explosivos colocados en su automóvil, hecho reivindicado por una supuesta facción contrarrevolucionaria, hasta el momento desconocida, cuyo nombre era Zero, aunque sus victimarios, sin lugar a dudas, fueron sus correligionarios vinculados a la CIA, organización que lo apoyó con amplios recursos para realizar ataques aéreos contra objetivos económicos en Cuba, desembarcos de grupos comandos como la operación del Indio Feria en 1960 y otras más que culminaron en fracasos. Uno de sus planes más sonados fue el de planear una invasión a Haití, tras la caída de Duvalier en enero de 1967, para emplear este país como base para sus acciones terroristas contra Cuba.
Las actividades terroristas de Masferrer fueron monitoreadas permanentemente por las autoridades norteamericanas, como lo demuestra un Boletín de Inteligencia del Servicio de Aduanas de los Estados Unidos, emitido el 20 de enero de 1967, en que se consigna, entre otras cosas:
– El conocimiento por parte del FBI y Aduanas desde el 28 de diciembre de 1966 de un plan de invasión a Haití, el cual saldría desde un punto ubicado en Coco Beach Plum, a siete kilómetros de Cayo Marathon, en La Florida.
– La existencia de una concentración de personas, fuertemente armadas, desde el día 29 de diciembre, quienes estuvieron arribando hasta el 5 de enero de 1967.
– La existencia de cuatro embarcaciones nombradas Colón, Francisco, Sandoná y otro cuyo no aparece en el reporte, algunos de los que tuvieron que regresar a Miami por desperfectos técnicos. En su retorno a Miami, el Colón fue detenido e incautadas dentro de él cerca de 5 kilogramos de explosivo plástico C-4. Por su parte, el Sandoná encalló antes de llegar a cayo Marathon, posteriormente trasladado hacia allí y reflotado. Esta embarcación contenía una gran cantidad de armamento pesado, ametralladoras de alto calibre y morteros.
La intervención de las autoridades permitió el decomiso de este armamento y las embarcaciones, luego de fuertes discusiones con los organizadores, entre los que encontraba Rolando Masferrer. 23 de los detenidos fueron trasladados a Key West y otros 50 a Miami. Entre el armamento decomisado se encontraban 5 rifles AR-15, 7 fusiles M-3, 2 rifles Bren Mark II, un fusil FAL, 3 fusiles Beretta, 40 fusiles belgas, 1 fusil Máuser, 80 fusiles M-1, 3 fusiles Enfield, 4 carabinas M-2, 7 ametralladoras calibre 30, 8 ametralladoras Browning de calibre 50, 2 sub ametralladoras Thompson, una ametralladora Schmeisser, varios revólveres y pistolas, 8 morteros calibre 60 mm., 1 mortero calibre 81 mm., 2 lanzadores de cohetes de calibre 3.5, granadas de mano, miras telescópicas, así como obuses y abundante parque para dicho armamento.
Los líderes de la frustrada expedición fueron Rolando Masferrer Rojas y el ex ministro haitiano de Educación, Jean Baptiste Georges. La benevolencia de la justicia norteamericana los liberó con fianzas irrisorias de 100 dólares a casi todos los implicados. En el caso de Masferrer, éste fue apresado y trasladado a Nueva York por el cargo de haber violado la libertad condicional y el castigo de permanecer en esa ciudad. Para colmo, el 12 de enero fue liberado tras pagar una fianza de 10 000 USD y con nuevas restricciones de movilidad.
La Lista de los implicados, según referencia del caso 67-105 SDF, incluía a varios contrarrevolucionarios de origen cubano, a haitianos y a mercenarios norteamericanos.
VIEJAS HISTORIA QUE CIMENTARON EL FINAL DE MASFERRER
De acuerdo con el informe 04 1959, dirigido al Sheriff del Condado, Thomas J. Kelly, emitido el 28 de abril 1959 por Frank Kappel, Supervisor de Inteligencia Criminal, el mismo recibió de «una fuente confiable» la existencia de un plan para secuestrar a Rolando Masferrer, lo que dio pie a abrir el caso # 18335. Kappel contactó con el agente especial del FBI George Davis, para imponerlo del caso. El plan consistía en secuestrar a Masferrer y trasladarlo a Cuba.
Posteriormente se demostró que fue un plan fabricado, un montaje, en el que participó la propia policía de Miami Springs en las personas de los agentes John Lovell y Frank Glidewell, con el propósito de inculpar a Cuba. Este hecho jamás se filtró a la prensa.
Masferrer fue monitoreado por el FBI por un supuesto plan para asesinar a Fidel Castro en 1966, tal como lo confirma el informe FBI NY (2-623), emitido el 06/11/67, en que una fuente denominada Airtel, dio a conocer los pormenores al Director del FBI (2-1,954) a través de SAC, NUEVA YORK (2-623) (P). El informe involucró a Rolando Masferrer como «objeto de investigación de una conspiración entre una serie de personas, para llevar a cabo una invasión a Cuba y el posterior asesinato del premier cubano FIDEL CASTRO, en la que se solicitó ayuda de la CIA, supuestamente por medio de dos residentes de Nueva York. La conspiración ocurrió entre julio y octubre de 1966, sin conocer los resultados de la gestión».
Este mismo informe detalla en su página 2: «El FBI es consciente, sin perjuicio de (texto suprimido) que Rolando Masferrer, participó en la conspiración. Masferrer. Al igual que fue detenido recientemente en la Florida con un número de otros individuos de EE.UU. por funcionarios de aduanas en relación con una propuesta de la invasión de Haití y por su detención recibieron gran publicidad a nivel nacional (párrafo suprimido)».
El FBI en el citado informe NY 2-623, específicamente en su página 3, ordenó que se iniciara un análisis de las recientes operaciones de Masferrer y sus ramificaciones.
Unos años antes, en julio de 1959, Masferrer había sido acusado de agredir al cónsul cubano en Miami, Alonso Hidalgo, según consta en el Archivo # 31324-B de la OCB de Miami. Como resultado de esa agresión el entonces jefe de policía Walter E. Headley Jr. y el Sheriff Thomas J. Kelly, se comprometieron a refrenar la actividad de los contrarrevolucionarios de origen cubano, pero todo quedó en simples palabras. No se tomó acción alguna contra Masferrer y contra Julio Lauren, ex jefe de inteligencia naval en la dictadura de Batista.
ROLANDO MASFERRER ¿ESPÍA DEL FBI?
La impunidad con la que actuaba Rolando Masferrer durante sus agresiones contra Cuba, la planificación de desembarcos armados en la Isla, la posesión de cuantiosos alijos de armas y su desempeño público en conspiraciones para asesinar a Fidel, sin ser molestado apenas por las autoridades norteamericanas, levantó la sospecha entre los mafiosos terroristas de Miami de que el mismo era un informante del FBI. Esta creciente duda levantó sospechas sobre él y más de uno de sus socios de corruptelas, crímenes, narcotráfico, contrabando de armamentos y otras actividades ilegales pensó en eliminarlo físicamente. Ante esta situación, el FBI sacó una NOTA INFORMATIVA, fechada el 01/09/67, donde se explica:
«Masferrer es notorio en el exilio cubano y siempre ha sido un líder en esfuerzos infructuosos para organizar invasiones contra Cuba desde Haití. Aduanas ha monitoreado las actividades de Masferrer mediante una intensa investigación que culminó con la detención de Masferrer y 75 exiliados cubanos, haitianos y de varios mercenarios estadounidenses en Marathon, Florida. Todos fueron acusados de intento de exportación ilegal de armas (T.18, sec. 1934) y todos están en espera de juicio. Masferrer, definitivamente no ni nunca ha trabajado para el FBI. Se le ha advertido en repetidas ocasiones que se abstengan de realizar estas actividades.» AHS: LLP
Por su parte, la CIA lo empleó en la voladura del vapor francés La Coubre, el 4 de marzo de 1960, siendo identificado como quien entregó 2000 USD al tripulante Alain Mouriat, ejecutor de las explosiones; y en el asesinato del presidente norteamericano JF Kennedy, como operativo de la famosa Operación 40. Fue precisamente un agente de la CIA, vinculado a la Cosa Nostra, Chauncey Holt, quien lo vinculó al magnicidio junto a Eladio del Valle.
UNA HISTORIA DE FECHORÍAS
Masferrer arribó el 7 de enero de 1959 a La Florida en el yate Olakum II, acompañando a otros 26 torturadores y testaferros. Traía consigo 17 millones de dólares en sus maletas, robados de los fondos públicos cubanos. Cuba solicitó de inmediato su extradición, pero EE UU hizo caso omiso a esta solicitud y el 26 de enero recibió asilo político en ese país. No le importó al gobierno estadounidense su extenso prontuario como torturador y asesino, desde que se vinculó a Fulgencio Batista tras el golpe de estado de 1952. A partir de ese momento se vincula a las principales figuras de la tiranía batistiana y a los mafiosos italianos de la Cosa Nostra Santos Traficante y Meyer Lansky, dueños de los principales casinos en Cuba.
Por sus delitos, Masferrer fue encausado en la Causa 42 de 1959 del Tribunal Revolucionario de Santiago de Cuba, junto a sus lugar tenientes René Feria Pérez y Rilde González, por los delitos de de asesinato, traición, lesión, robo y maltratos. Durante el proceso judicial salieron a la luz todos sus crímenes, incluyendo el asesinato del joven Mario Iglesias Vega y de otras personas. Dicho tribunal lo sentenció a la Pena de muerte por fusilamiento.
Impunemente libre se asoció a su viejo amigo Rafael Díaz-Balart y organizó junto con éste el ente terrorista conocido como La Rosa Blanca, revivida hace unos meses por el ex legislador de ultraderecha Lincoln Díaz-Balart, con la misión de continuar las actividades terroristas anticubanas promovidas por su padre. Apenas dos meses después de su arribo a Miami organizó un plan de atentado contra Fidel el 28 de marzo de 1959, apoyándose en el oficial CIA Frank Sturgis (Frank Fiorini), otros oficiales de la CIA y del FBI.
Luego de entrenar militarmente en diciembre de 1960 a un numeroso grupo de contrarrevolucionarios cubanos y mercenarios norteamericanos, en No Name Key, fue recibido por el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, el 4 de febrero de 1961, con vistas a preparar una invasión mercenaria, que cristalizaría en abril de ese mismo año y resultaría como el fracaso de Bahía de Cochinos.
La muerte de Masferrer, sin lugar a dudas, fue un acto de la CIA, la que utilizó presumiblemente a Ignacio y Guillermo Novo Sampoll, Jorge Más Canosa y Luis Posada Carriles en su ejecución. Era otra carta descartable de la CIA.
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