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Elecciones en Líbano

La coalición pro occidental se impone por un amplio margen a Hizbulá

Fuentes: El Mundo

Las múltiples variables de la vida política libanesa jugaron finalmente a favor de la coalición pro occidental. Tras una intensa jornada electoral marcada por la alta participación, los incidentes aislados y mucha expectación, los resultados provisionales en las circunscripciones cristianas, las más disputadas, benefician a la alianza antisiria del 14 de Marzo, la amalgama de […]

Las múltiples variables de la vida política libanesa jugaron finalmente a favor de la coalición pro occidental. Tras una intensa jornada electoral marcada por la alta participación, los incidentes aislados y mucha expectación, los resultados provisionales en las circunscripciones cristianas, las más disputadas, benefician a la alianza antisiria del 14 de Marzo, la amalgama de grupos suníes y cristianos arropada por EEUU y la UE que ya ganó los comicios legislativos de 2005.

El 8 de Marzo, la coalición liderada por Hizbula y la Corriente Patriótica Libre del general maronita Michel Aoun, considerada próxima a Irán y Siria, ha reconocido su derrota incluso antes de conocerse los resultados definitivos en un gesto destinado a preservar la paz civil, siempre frágil en el país del Cedro. «Hemos perdido las elecciones. Aceptamos los resultados y la voluntad del pueblo», admitieron fuentes del 8 de Marzo en declaraciones a Reuters.

La victoria de los antisirios parece haber sido espectacular, teniendo en cuenta que todos los analistas y sondeos apuntaban a un margen de uno a tres escaños para la coalición que finalmente se impusiera, y la mayoría apuntaba al 8 de Marzo como posible vencedora. Muy al contrario, el 14 de Marzo se ha impuesto por un amplio margen en las regiones cristianas, donde la población se divide entre los cristianos antisirios de las Kataeb y Fuerzas Libanesas y los de Michel Aoun, que en 2005 se impuso en las urnas con casi el 70% de los votos.

Según muestran los resultados provisionales, el 14 de Marzo ha arrasado en estas circunscripciones. En Beirut I, la zona cristiana de la capital, la lista antisiria ha logrado los cinco escaños en juego. En Zahlé ha propinado un revés a la coalición de Hizbulá obteniendo los siete escaños y derrocando así a Elie Skaff, ministro de Agricultura en el anterior Gobierno de unidad y líder tradicional cristiano con una importante base popular, así como a sus socios.

En Batrún la lista del 14 de Marzo también se ha impuesto obteniendo los dos escaños en juego. Y en Sidón, localidad suní disputada por dos ‘pesos pesados’ antisirios -la hermana del ex primer ministro mártir, Bahia Hariri, y el primer ministro Fouad Siniora- y un líder tradicional suní, el comunista Osama Saad, aliado con Hizbula y muy apreciado a nivel popular, la derrota de éste refuerza la lealtad de la villa a la familia Hariri.

En total, el 14 de Marzo se habría hecho, según datos aún provisionales, con 70 diputados, lo que mejoraría sus datos de las elecciones de 2005, cuando lograron 65. Por su parte, el 8 de Marzo habría logrado 58 escaños, una representación importante pero minoritaria en un Parlamento compuesto de 128 escaños distribuidos de forma confesional, en el que la mitad recae en manos cristianas y la mitad en manos musulmanas.

La interposición del Ejército y la Policía -casi 60.000 hombres desplegados en todo el país- ha impedido disturbios y se confía en que, una vez que los perdedores admiten su derrota, no se produzcan altercados violentos. Ahora el Líbano entra en el momento de la negociación, dado que el 8 de Marzo aspira a mantener su participación en el Ejecutivo en la legislatura venidera -en el caso de que se vuelva a formar un Gobierno de unidad nacional- si bien exige un tercio de bloqueo como el que tenía hasta ahora, algo que el 14 de Marzo no está dispuesto a aceptar.

¿Gobierno de unidad?

Los antisirios han advertido durante toda la campaña que no compartirían el poder de ganar los comicios, y que en el caso de ser derrotados se quedarían en la oposición. Sin embargo, la cohabitación es considerada un paso necesario para mantener la estabilidad y la calma en el país del Cedro, sobre todo tras el bloqueo institucional que impuso el 8 de Marzo entre 2006 y 2008 tras su salida del Ejecutivo de unidad y que puso al país al borde de la guerra civil.

Parece que la cohabitación no es sólo el deseo de los analistas, a juzgar por las declaraciones de Walid Jumblatt, líder druso del Chouf y aliado clave del 14 de Marzo quien se aproxima desde hace meses al 8 de Marzo. «No podemos aislar a los otros en caso de victoria», ha dicho, antes de pedir a sus seguidores que no celebren su victoria. «Digo no de minoría de bloqueo», matizó Jumblatt.

En declaraciones Reuters, el diputado de Hizbulá Hasan Fadlala ha incidido en el deseo del 8 de Marzo de participar en el próximo Gobierno. «Consideramos que Líbano está dirigido por socios y sean cuales sean los resultados no podemos cambiar el delicado balance de fuerzas o repetir experiencias pasadas que llevaron a catástrofes en Líbano y demostraron la incapacidad de un solo partido de monopolizar el poder. Si queremos la estabilidad política, la preservación de la unidad nacional y la resurrección del Líbano, no hay alternativas salvo la de aceptar el principio del consenso«.

La llegada de miles de votantes del extranjero, en su mayoría cristianos, parece haber sido determinante en el sorpresivo resultado de las legislativas libanesas, que ha padecido problemas menores provocados por la masiva afluencia a las urnas. Tras el cierre de los colegios electorales, el ministro del Interior, Ziad Baroud, se felicitó por el desarrollo de la jornada electoral y destacó la alta participación (el 54%, casi un 10% que en las elecciones de 2005) como principal razón de los problemas vividos. «Esta participación no tiene parangón en la Historia de las legislativas libanesas», afirmó. Ziad Baroud pidió a los ciudadanos que «estén alerta» para evitar verse envueltos en episodios violentos.

http://www.elmundo.es/elmundo/2009/06/08/internacional/1244415876.html